La niña integraba un grupo de deportes que dirigía el atleta Federico Molinari y su mujer. La madre de la alumna contó que el hombre contactaba a su hija por Instagram cuando la niña subía contenidos relacionados a las actividades que hacían.
En los chats Molinari le pedía que pase la conversación a «modo efímero» y allí le decía que «estaba muy linda» y que era un «fuego». También le aseguraba que cuando la vea en el gimnasio se pondría «rojo como un tomate» y le preguntaba si quería que él la cuidase.
En diálogo con Todas Las Tardes, la madre de la niña relató el acoso que sufrió su hija por parte del atleta: «Esas conversaciones no son un diálogo sano entre un adulto y una nena».
La niña comenzó a manifestar que no quería seguir tomando las clases y luego hizo consultas terapéuticas. La mujer encontró los chats y le habló al atleta.
«Él al día siguiente trató de comunicarse conmigo pidiéndome que hablara con él antes de hacer una denuncia», recordó la mujer.