El amoníaco (NH₃) es un refrigerante ampliamente utilizado en grandes plantas industriales, en particular frigoríficos. Circula por compresores, cañerías y evaporadores, pero si hay un escape en el circuito, es un problema: en forma de gas, es altamente irritante para las mucosas y corrosivo, y en altas concentraciones puede ser letal. Una fuga es lo que ocurrió en la tarde de este martes en la planta de Rafaela Alimentos ubicada en Casilda, donde trabajan unas 500 personas. En el momento del siniestro había menos personal, pero igual el incidente requirió la presencia de varias dotaciones de bomberos para completar la evacuación de las instalaciones y hasta un corte del tránsito de varias horas en un tramo de la ruta 33.
Sin muchas precisiones, algunos testimonios coincidieron en que la fuga fue en el sector de la sala de máquinas. No hubo afectados de gravedad, sí trabajadores intoxicados por el gas y uno con unna lesión leve en una mano.
«La gente se autoevacuó a la vereda del frigorífico. Nosotros lo que hicimos fue retirarlos bastante más lejos, porque el gas era muy fuerte», explicó Diego Pierini, intergante del cuerpo de bomberos de Casilda a cargo del operativo montado en las instalaciones. Precisó que acudieron cinco dotaciones, con unos 25 bomberos, hasta la planta y sus alrededores. «Se trató de un escape de gas amoníaco por un desperfecto en las cañerías de la sala de máquinas del frigorífico», añadió.
«Sé que había dos descompuestos que atendió personal del Sies», agregó otro rescatista. El aviso del siniestro se cursó a las 16.45. El escape obligó a un corte de la ruta nacional 33. Para los vehículos que circulaban en el sentido de Pujato a Casilda, el tránsito fue desviado por el camino rural lindero al Casilda Golf Club. En el carril contrario, la derivación fue por bulevar 9 de Julio hacia la ruta provincial S26. La conexión vial quedó liberada alrededor de las 19.30.
«Estábamos trabajando con mi compañero y cuando sentimos olor (a amoníaco), salimos», dijo uno de los trabajadores del frigorífico a medios de prensa. «En 20 años que trabajo acá, nunca pasó algo así», refirió, aunque este tipo de escapes, por desperfectos en cañerías, valvulas u otros equipos, suele ocurrir en los frigoríficos.