A sólo seis meses para el arranque de la Copa del Mundo, y aunque cueste creerlo, hoy por hoy sólo en la balnearia y paradisíaca Costa do Sauipe se habla del Mundial. En este lugar donde el mar de color turquesa se mezcla con las arenas blancas y los lujosos hoteles cinco estrellas, están puestos los ojos del mundo futbolístico, a la espera del sorteo del viernes de la Copa del Mundo.
El Ciudadano, en su recorrida por distintas ciudades brasileñas desde su llegada, ha constatado lo escasa imagen del Mundial. Por ejemplo, en el aeropuerto internacional Guarulhos, en San Pablo, donde los aviones parten y bajan sin parar cada dos minutos, sorprende no encontrar merchandising vinculado al Mundial. Apenas un local muestra a la mascota mundialista y a un precio que espanta: 120 reales o algo así como 480 pesos si la moneda brasileña se consigue de manera no oficial.
En tanto, en cuanto a imagen apenas se pueden observar algunos banners con la inscripción “Brazil 2014 – Copa do Mundo”. Sólo eso, muy poco…
El aeropuerto internacional Ministro Luis Magalhaes, en Salvador de Bahía, es el punto de recepción de autoridades y periodistas, debido a que se encuentra a 60 kilómetros de Costa do Sauipe, lugar elegido para el sorteo. Y recién en la salida el turista se encuentra con publicidad de la Copa del Mundo. Aunque aquí el Comité Organizador dispuso de micros especiales para el traslado de periodistas.
La “Semana de los medios” avanza. Con ritmo, disertaciones, conferencias y a la espera del sorteo del Mundial. Mientras que a la par el país futbolero por excelencia por ahora no está comprometido con la gran fiesta del fútbol mundial.