Escruchantes aprovecharon el feriado para irrumpir a una serie de oficinas ubicadas en la peatonal Córdoba y alzarse con dos millones de pesos tras de abrir cajas fuertes con un soplete. Este martes, propietarios e inquilinos se toparon con un panorama desolador al volver al trabajo después del fin de semana: puertas principales destrozadas y papeles desparramados por los pisos.
El robo fue cometido en un edificio de Córdoba 1330, donde funcionan algunas escribanías. Los primeros indicios señalaron que los escruchantes lograron entrar por el cuarto piso, donde los investigadores sospechan que utilizaron una terraza lindera y de allí, recorrieron distintas oficinas.
Al llegar al noveno piso, los ladrones usaron un pico oxidado –que abandonaron en la escena– y tiraron abajo seis puertas. Nadie escuchó movimiento alguno y la denuncia fue hecha este martes por la mañana en la comisaría 2ª cuando los profesionales llegaron al edificio y se encontraron con los destrozos.
Marcelo Muiños, un abogado que está al frente de una de las escribanías robadas, expuso: “Temprano vine a la oficina y veo una llamada del portero. Había policías. Subo y me encuentro con la puerta rota, con todo los papeles en el piso. Todo dado vuelta, cajones”.
Esa postal se repitió en cinco oficinas más.
Muiños estimó en diálogo con Telefé Rosario que los escruchantes “ingresaron por el cuarto piso, donde una oficina que está vacía. Parece que entraron desde los techos de atrás. Una vez adentro subieron a las oficinas del noveno piso y empezaron a romper todo”.
En ese edificio, en plena peatonal Córdoba entre Corrientes y Entre Ríos, no hay cámaras ni tampoco personal de seguridad, apenas un portero que el fin de semana volvió a su casa de Victoria, Entre Ríos, contó Muiños.
“Pudieron trabajar tranquilos y la Policía Científica nos dijo que usaron guantes. Eran profesionales, no dejaron ninguna huella”, dijo el abogado.
Y agregó lo evidente: los ladrones «hicieron un trabajo de inteligencia previo y tenían el dato de que había una caja fuerte con dinero proveniente de distintas administraciones de edificios». Si bien desde las fuentes oficiales no especificaron la suma de dinero sustraída porque aún restaban recibir las declaraciones de otros damnificados, los voceros relacionados al caso indicaron que rondaría los dos millones de pesos en efectivos.