El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, dijo que desea que el proceso se realice en “breves semanas” para que “quede en evidencia que no existe nada, salvo una maniobra política”.
“No hay probabilidad de que me tome una licencia, voy a seguir trabajando”, afirmó en conferencia de prensa, ladeado de sus ministros y legisladores del PRO.
Macri admitió que está “dolido” por las declaraciones de su padre Franco Macri en su contra.”Es un tema que tengo que confesar que me ha dolido. Por respeto a mis hijos, lo que tenga que decirle a mi padre se lo voy a decir personalmente”, expresó.
El líder del PRO aseguró que los camaristas Jorge Ballestero, Eduardo Farah y Eduardo Freiler, que confirmaron su procesamiento como miembro de una asociación ilicita, son “cómplices” del accionar de juez Norberto Oyarbide. “Estamos absolutamente tranquilos que no se ha cometido ningún delito ni por el Gobierno porteño, ni por mi persona”, completó.
Como lo hizo cuando Oyarbide dictó su procesamiento, Macri volvió a acusar Néstor Kirchner de “manejar” la causa. “Son maniobras de descalificaciones de personas que quieren retener el poder a toda costa”, dijo, y denunció una supuesta parcialidad de los camaristas. “Farah es un hombre puesto por Javier Fernández, un operador de Kirchner en temas de Justicia”, sostuvo. “Freiler y Ballestero avalaron un mamarracho jurídico como este, no hay un sola prueba”, agregó.
El ex presidente xeneize aseguró que en el ámbito de la Legislatura el PRO va a colaborar con todo lo que fuera necesario para aportar transparencia. Con esta declaración se estima que su bloque avalará la creación de una Comisión Investigadora para determinar su responsabilidad política en el caso. La sesión especial está convocada para mañana.
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