Por más de una década, el nombre de Esteban Alvarado fue mencionado por investigadores como un actor relevante del tráfico de drogas a nivel regional, pero esa sospecha nunca se formalizó en un proceso penal en el fuero federal. Ahora la sombra «del Esteban», preso y acusado como instigador del homicidio del prestamista Lucio Maldonado, vuelve a sobrevolar en forma tangencial en un juicio que se le sigue a una organización de 26 personas dedicada a la venta de droga en varios puntos del sur de Santa Fe, desbaratada en 2014 tras 30 allanamientos en Rosario, Pérez, San Lorenzo, Arroyo Seco y Chabás y cuyo liderazgo se atribuye a Walter Osvaldo Rivero, un hombre oriundo de la localidad de Pérez.
Por aquel entonces, Alvarado estaba preso en la provincia de Buenos Aires, condenado por integrar la Banda de los Rosarinos, dedicada a la piratería del asfalto pero el entrecruzamiento de nombres lo vinculó a la organización, aunque no se llegó a él. Seis años después, uno de los detectives que investigó a la banda de Rivero brindó una declaración testimonial y la Fiscalía reprodujo escuchas de cuatro imputados. Alvarado surge en esas grabaciones como un hombre de poder, referido como “el otro que está en Buenos Aires” y como quien está a cargo de “los negocios de la zona norte y oeste y San Lorenzo”.
La “banda de los rosarinos” irá a juicio oral por robo de autos
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°3 de Rosario, integrado por los jueces Mario Gambacorta, Eugenio Martínez Ferrero y Osvaldo Facciano, inició este mes el debate oral y público que juzga la responsabilidad de 26 personas acusadas de conformar una organización dedicada a la tenencia y comercialización de estupefacientes en el sur de Santa Fe, la cual se encontraría liderada por Walter Rivero y su pareja, apodada Colo.
Otro megaoperativo: desbaratan banda narco con base en Pérez
Este lunes, uno de los policías a cargo de la pesquisa brindó una declaración testimonial y la Fiscalía reprodujo escuchas entre cuatro personas: Walter Rivero, Rubén Pío “Viejo” Castaño, Hugo Darío “Chaque” Rojas y Carlos “Betito” Godoy, conocido por haber sido condenado por el homicidio de ex líder barrabrava de Newell’s Roberto “Pimpi” Caminos.
En las conversaciones entre el tal Chake y Betito Godoy, ambos desde un penal penitenciario, se desprende que por esos días, fines de febrero de 2014, había un conflicto territorial inminente en San Lorenzo, ya que una facción intentaba sacar tajada para que sigan en pie los “negocios”. El apriete generó preocupación porque, de acuerdo con las escuchas, “era la gente del Pollo Bassi” la que quería cobrar alquiler.
Pero la sospecha de los interlocutores es que, en realidad, se trataba de gente que buscaba sacar “chapa” invocando el nombre del Pollo. El nombre de Alvarado se filtró en el medio de la conversación: “¿Vos no tenés contacto con alguno de la gente del Pollo? Porque viste, fueron a San Lorenzo y quisieron apretar un negocio diciendo que tenían que dar una teca (dinero). (…) Se están metiendo con gente que no se tienen que meter y van a terminar todo mal, boludo. Yo viste, para hablarlo y que se dejen de romper las bolas, que busquen otro lugar”.
“Ya te dije el otro día como debe ser eso”, le responde Betito. A lo que replican: “¿La están chapeando con el nombre de él? Los negocios que están allá son de Alvarado, boludo, y se meten con él vos sabés que va a haber problema. Sabés que el otro le va a presentar guerra”.
En las escuchas que fueron exhibidas en el juicio a la organización que lideraba Walter Rivero son patente la naturalización de arreglos con la Policía, la compra de beneficios en los penales penitenciarios, y la bajada de “mercadería”.
“Yo estoy trabajando con gente de Alvarado, mi hermanastro está trabajando con gente de Alvarado”, se sincera el Viejo ante Chake en una escucha en la que hablan de “caerle a un entregador y cortarlo al medio”.
Invocar el nombre
No es la primera vez que el nombre de Alvarado roza un expediente federal que no lo tiene investigado. En marzo de 2019 durante el juicio que terminó en condena para su hermana Yanina y su cuñado Fabricio Lorincz, este último le pide –según una escucha reproducida en el debate oral– a Gustavo Ramírez, otro de los condenados, que invoque el nombre de Esteban Alvarado para marcar la supremacía en el territorio.
Se trata de una de las comunicaciones entre Lorincz y Ramírez, donde este último habló sobre los Villalba –un clan que tiene liderazgo en la venta de estupefacientes en zona oeste y barrio Tango – y le mencionó que ellos estaban habilitados por “el Esteban” (en referencia a Alvarado). Ante la consulta, Lorincz respondió que no tenían nada que ver y que, ante cualquier problema que se le presentara, Ramírez tenía que decir: “El que te baja es el cuñado del Esteban”. Esa escucha del año 2014 deja trascender que es un hombre de peso dentro del ambiente del narcotráfico.