La decisión de los británicos de abandonar la Unión Europea (UE), el llamado brexit, convulsionó ayer el cierre de campaña electoral de cara a las elecciones de mañana en España: el conservador Mariano Rajoy pidió enviar un mensaje de “estabilidad” y el izquierdista de Podemos, Pablo Iglesias prometió “cambiar de rumbo”.
“El gobierno español toma nota con tristeza del resultado favorable a que el Reino Unido abandone la Unión”, afirmó Rajoy, jefe del Ejecutivo español en funciones y candidato a la reelección del Partido Popular (PP), al leer una declaración institucional desde el Palacio de La Moncloa.
Con España a las puertas de sus segundas elecciones consecutivas en seis meses y mientras el brexit hacía estragos en las Bolsas europeas, especialmente la de Madrid, el líder conservador pidió “serenidad y tranquilidad”.
Rajoy, a quien las encuestas sitúan a la cabeza de la carrera electoral, pero sin mayoría para gobernar, quiso enviar un mensaje de calma. “Los tratados prevén un procedimiento negociado y ordenado de salida que durará dos años”, destacó. En ese tiempo, “la situación jurídica de las relaciones entre Reino Unido y la UE no cambiará en absoluto”, remarcó.
Por su parte, Iglesias, el candidato de la coalición de izquierda Unidos Podemos, que los sondeos sitúan en segundo lugar materializando un histórico “sorpasso” (adelantamiento) al Partido Socialista (Psoe), también lamentó que los británicos hayan optado por dejar la UE y no dudó en atribuir la decisión a la crisis de legitimidad que atraviesa el bloque fundamentalmente a raíz de las políticas de austeridad.
“Es una mala noticia para Europa y los europeos”, dijo Iglesias para luego subrayar que “de una Europa justa y solidaria nadie querría irse”.
“Debemos cambiar de rumbo”, “tenemos que cambiar Europa”, apuntó en su cuenta de Twitter. Además, abogó por que el cambio se traduzca en la puesta en marcha en España y en el conjunto de la UE políticas de crecimiento económico frente a las “mal llamadas políticas de austeridad” impulsadas por Rajoy.
En tanto, el candidato del Psoe, Pedro Sánchez, que lucha por evitar quedar en una incómoda tercera posición y tener que elegir entre apoyar un gobierno de Rajoy o de Iglesias, arremetió contra ambos.
“Estamos viendo a partidos políticos que hablan del inmovilismo, de la supuesta estabilidad para no cambiar nada y enfrente a los que reivindican el rupturismo a través de referéndums –por Podemos–”, afirmó Sánchez.
“Tenemos que reflexionar sobre la irresponsabilidad de algunos de intentar trasladar la ruptura en forma de decisiones binarias, si o no, para resolver problemas complejos de la política: los ciudadanos tienen que votar sobre acuerdos”, añadió, en clara alusión al referéndum sobre la secesión de Cataluña propuesto por Iglesias. Esa consulta ha sido y sigue siendo el principal obstáculo para un acuerdo entre ambos partidos.
Las posibilidades de que Rajoy o Iglesias sean presidentes del gobierno de España dependerán de Sánchez, ya que los sondeos indican que, igual que ocurrió el 20 de diciembre, ningún partido contará con mayoría suficiente.
Tanto el candidato del PP, que vencería en las urnas, como el de Unidos Podemos, que quedaría en segundo lugar, necesitarían que el Psoe los respalde o se abstenga, ya que Ciudadanos, el cuarto partido en la carrera, no conseguiría los suficientes escaños como para inclinar la balanza.
Albert Rivera (Ciudadanos) se muestra dispuesto a apoyar al PP pero asegura que no permitirá que Rajoy gobierne porque está manchado de corrupción, mientras se declara ideológicamente en las antípodas de Iglesias.
Por eso, pide el voto para ser más decisivo. Tras el referéndum británico, Rivera aseguró que “ha triunfado el miedo” en el Reino Unido y alertó que en España también pueda ganar “el miedo y el inmovilismo”, porque “dará alas al populismo”.