El juicio oral de mayor trascendencia política de la historia reciente de España comenzará este martes en el Tribunal Supremo español, donde 12 políticos y activistas independentistas se sentarán en el banquillo acusados de delitos graves, como rebelión, por su responsabilidad en el fallido intento de autonomía catalana de 2017.
Se trata de una de las causas judiciales más controvertidas de los últimos tiempos, que ha provocado una profunda división política y social.
El inicio del juicio llega en un momento de gran inestabilidad política para España por la incertidumbre en torno a la posibilidad de que el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, anuncie elecciones anticipadas, una cuestión que no está al margen de los que sucede en los tribunales.
Sánchez, con un gobierno en minoría, se encuentra en un callejón sin salida, después de romper su diálogo con los autonomistas.
Los 12 acusados, nueve de ellos en prisión preventiva, se enfrentan a penas conjuntas que suman 177 años de prisión y 204 años de inhabilitación absoluta, por diferentes delitos, como rebelión, sedición, malversación de fondos públicos y organización criminal.
Una de las claves del proceso está en que los jueces deberán determinar si hubo violencia o no y, por lo tanto, si se cometió un delito de rebelión durante el proceso que culminó con la declaración unilateral de independencia del 27 de octubre de 2017.
Esta motivó la intervención de la región y la destitución del gobierno del ex presidente Carles Puigdemont por parte del Ejecutivo español. Puigdemont, exiliado en el extranjero, tiene una orden de captura en España por rebelión.
Los independentistas dicen que la única violencia fue la de las fuerzas de seguridad españolas que reprimieron marchas y a votantes en el referéndum de 2017 y que organizar una consulta así no es delito.
El ex vicepresidente catalán y líder del partido Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Oriol Junqueras, tiene el horizonte más complicado, ya que enfrenta un pedido de 25 años de cárcel como supuesto promotor de la rebelión.
También están acusados de rebelión o sedición la ex presidenta del parlamento catalán Carmen Forcadell -con un pedido de 17 años de cárcel-, y los dos líderes sociales del movimiento independentista, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, ex presidentes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y de Ómnium Cultural.