Los contagios por coronavirus siguen subiendo en España de forma acelerada, con más de 8.500 nuevos casos en un solo día, lo que elevó este jueves el total de infectados a más de 56.000, mientras se produjeron 655 nuevas muertes, superando así la barrera de las 4.000 víctimas fatales.
La cifra de nuevos contagiados, concretamente 8.578, es la más alta desde que comenzó la pandemia, y en cambio el número de fallecidos, 655, supone un descenso respecto al día anterior, cuando se registraron 738.
Por otro lado, del total de personas contagiadas, 31.912 se encuentran hospitalizadas, y entre ellas 3.679 en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos), según el último balance del Ministerio de Sanidad español.
Asimismo, 7.015 personas ya se curaron, el 12,5% del total, destacó el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias de España, Fernando Simón, durante la videoconferencia diaria del comité de crisis.
El incremento de los contagios fue de 18% respecto a la jornada previa, mientras la cifra de víctimas fatales supone un aumento del 19%.
En este escenario crítico, el Parlamento español validó entrada la madrugada de este jueves el decreto gubernamental para extender hasta el 11 de abril el estado de alarma que mantiene a la población bajo un confinamiento casi total desde el 14 de marzo último.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, defendió personalmente la medida de excepción que, según aseguró, es un «sacrificio necesario para ganar tiempo».
Simón explicó que pese a que los contagios siguen creciendo, «la tendencia se va ralentizando», de ahí que las medidas adoptadas están teniendo un «impacto sustancial».
“Nos podríamos estar acercando al número máximo de casos notificados, lo que coloquialmente llamamos el pico de la curva”, aseguró por su parte el ministro de Sanidad, Salvador Illia, durante una comparecencia en el Congreso de los Diputados, reiterando las expectativas de las autoridades.
En ese sentido, el responsable sanitario indicó que España «está iniciando una fase de estabilización», ya que el incremento medio diario de casos notificados entre el 28 de febrero y el 16 de marzo fue de alrededor del 40%, mientras que en el periodo siguiente, del 17 al 24 de marzo, fue de alrededor del 20%.
El gobierno español insiste en defender el confinamiento en las condiciones actuales, es decir, permitiendo a los ciudadanos salir a la calles para acudir al supermercado, farmacias y trabajar, siempre que se respeten las medidas de distanciamiento social.
Sin embargo, son cada vez más las voces críticas que demandan un endurecimiento de las medidas y se sumaron al reclamo del presidente catalán, Quim Torra, de pedir un aislamiento total previendo un escenario muy similar al de Italia, y que apuntan a que el pico de contagios llegará recién a finales de abril.
El otro foco de cuestionamiento a la gestión del gobierno está en torno a los test rápidos de Covid-19 que se empezaron a sumar recientemente a la prueba estándar de PCR, que en España se realizan a una razón entre 15.000 y 20.000 al día.
Las autoridades españoles anunciaron recientemente la adquisición de cerca 5 millones de estos test en China, pero hoy se vieron envueltas en un escándalo después de que la prensa local reveló que al menos las pruebas que llegaron en los primeros lotes no funcionaban, al presentar una sensibilidad del 30% cuando debía ser del 80%.
Además, la Embajada de China en España afirmó a través de su cuenta de Twitter que la empresa Shenzhen Bioeasy Biotechnology, a la que según algunos medios, el gobierno compró estos test rápidos, «no ha conseguido todavía la licencia oficial de la Administración Nacional de Productos Médicos de China para vender sus productos».
En pleno revuelo, los responsables del Ministerio de Sanidad español admitieron que 9.000 test rápidos comprados a China eran imperfectos y que por ese motivo fueron «devueltos».
«Sánchez debe explicar por qué el gobierno no ha validado los test que ha comprado y que no funcionan, y si se han adquirido a una empresa sin licencia, como dice China. Si es cierto, estamos ante una auténtica irresponsabilidad que debe tener consecuencias», advirtió el líder del opositor Partido Popular (PP), Pablo Casado.
La realización de test de manera amplia y en una etapa temprana de la pandemia en Alemania parece haber sido la clave para la relativamente baja tasa de mortalidad por coronavirus en ese país, pese al alto número de contagios, según las autoridades sanitarias del país europeo.
Sánchez participa hoy por videoconferencia de una reunión del G-20, y después de una cumbre con los líderes de la Unión Europea (UE), centrada en las diferencias que surgieron en el bloque en torno a la respuesta económica para mitigar la pandemia, y que servirá para intercambiar también información desde el punto de vista de la crisis sanitaria.
Por otro lado, el rey Felipe VI visitó esta mañana el hospital de emergencia instalado en el reciento ferial Ifema de Madrid, ante el desbordamiento de los hospitales de la capital, donde se produjo el mayor número de fallecidos.
Además, la vicepresidenta primera del gobierno, Carmen Calvo, recibió este jueves el alta médica para seguir tratamiento domiciliario, tras permanecer desde el domingo último hospitalizada por una infección respiratoria, que ayer se comprobó en un segundo test que era Covid-19.