Las autoridades españolas admitieron este viernes que están «desbordadas» frente al coronavirus, pero esperan contar en los «próximos días» con el material de protección faltante para médicos y trabajadores, al igual que los «test rápidos» para realizar en toda España, donde la epidemia no da tregua, tras haber superado este viernes los 1.000 muertos y casi 20.000 contagios.
El propio presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, advirtió esta semana que «lo peor está por llegar», ya que los expertos prevén que los contagios sigan aumentando, lo que supondrá una enorme presión para el sistema sanitario, puesto que más gente necesitará hospitalización.
A pesar del despliegue de recursos de los últimos días, algunos hospitales españoles, especialmente en la Comunidad de Madrid, la región más afectada por la epidemia de coronavirus, siguen en una situación que los médicos locales califican de «desesperante».
Para descomprimir la atención de los hospitales madrileños, el centro de convenciones Ifema se convertirá en un gran hospital con 5.500 camas, informaron las autoridades.
En el resto del país, Cataluña, la segunda región con más contagios, también advirtió de la falta de recursos para enfrentar el coronavirus, aunque el presidente catalán, Quim Torra, dijo este viernes que entre el domingo y lunes van a recibir un «suministro masivo de material sanitario».
“Estamos comprando (kits de protección) por todos los lados, pero hay una carencia mundial», explicó el ministro de Sanidad, Salvador Illia, antes de confirmar que en los próximos días llegarán a España 1,5 millones de equipos desde Alemania y otros países.
El responsable de Sanidad también informó que en breve se empezarán a realizar los test rápidos del coronavirus en todo el territorio nacional, comenzando por los lugares que sean más prioritarios.
Las autoridades son conscientes de que no cuentan con la fotografía real de la epidemia, ya que no se hacen pruebas de diagnósticos a las personas con síntoma más leves, a quienes se les pide que hagan cuarentena en sus hogares.
No obstante, el relevamiento diario de datos permiten tener una tendencia en la evolución de la enfermedad.
«En España hay actualmente 19.980 casos, 2.833 más», pero «es un incremento sustancialmente menor del observado este jueves (del 25%), al representar un 16%», indicó este viernes Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias de España, en la videoconferencia diaria en la que se actualizan los datos sobre la epidemia.
Simón reiteró, no obstante, que «los días más difíciles empiezan ahora», ya que se va a entrar en la segunda semana de confinamiento y es necesario «mantener la tensión, para lograr controlar cuando antes la epidemia».
La población española entrará este sàbado en su segunda semana de un confinamiento casi total, bajo el estado de alarma decretado por el gobierno el sábado último ante el avance descontrolado de la epidemia de Covid-19.
Por ahora, las autoridades celebran que la gran mayoría de los ciudadanos esté actuando cívicamente.
«Hoy es viernes, pero, en estos tiempos de guerra o crisis, todos los días es lunes. Quiero felicitar a los españoles por su disciplina, por comportarse como soldados en estos momentos», aseguró Miguel Ángel Villarroya, Jefe del Estado Mayor de Defensa, quien participa del comité técnico contra el coronavirus, encabezado por el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.
El Ejército español está involucrado directamente en el operativo sanitario contra el coronavirus con labores principalmente de desinfección de estaciones de trenes, aeropuertos y centros penitenciarios de todo el país.
«Puedo decir que estamos desbordados», admitió la ministra de Defensa, Margarita Robles, en declaraciones radiales, al destacar el apoyo de las fuerzas armadas en esta crisis.
En las redes sociales son numeroso los médicos españoles que advierten que la situación es caótica en algunos hospitales y que apoyan el mensaje del gobierno: «quedarte en casa salva vidas».
En los servicios de urgencia y en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) no hay respiradores suficientes para todos los pacientes que lo necesitan y, en ciudades como Madrid y Barcelona, los médicos avisan angustiados que pronto tendrán que decidir «quién muere y quién vive».
Precisamente previendo un empeoramiento de la situación, la Sociedad Española de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias elaboró una guía ética para ayudar a tomar decisiones a los médicos intensivistas, en la que se recomienda que, ante dos pacientes similares, se «priorice al de mayor esperanza de vida con calidad», según la prensa española.
Sin embargo, la presidenta regional de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, negó que en estos momentos los médicos estén priorizando la atención en función de la esperanza de vida de los pacientes.