El juicio contra el astro Lionel Messi y su padre Jorge por presunta evasión fiscal comenzará este martes en la Audiencia de Barcelona, hacia donde el futbolista viajará este martes desde Buenos Aires para cumplir con su obligación de declarar el jueves a las 5 (hora argentina), cuatro días antes del debut del seleccionado en la Copa América Centenario de Estados Unidos.
La ausencia de Messi en el inicio del juicio no se deberá a ningún privilegio, sino a que se beneficiará de una norma que lo exime de asistir a todo el proceso porque tanto él como Jorge afrontan un pedido de prisión inferior a dos años, límite establecido por el Código Penal español para el cumplimento efectivo de la condena.
El crack rosarino tenía previsto viajar este lunes en vuelo privado a Barcelona desde Rosario, donde se instaló el sábado para recuperarse de un fuerte golpe lumbar sufrido el viernes en el amistoso con Honduras en el estadio Bicentenario de San Juan, preparatorio para la Copa América. Pero los médicos del seleccionado le aconsejaron que permanezca en reposo la mayor cantidad de tiempo posible para evitar que la postura del viaje a Europa perjudique el proceso de rehabilitación.
El FC Barcelona le tiene reservado un vuelo hacia San Francisco, Estados Unidos, para que una vez concluido el juicio se incorpore la concentración de la selección argentina en Santa Clara el sábado 4, esto es 48 horas del debut frente a Chile.
Se especula que Messi estará sometido a una gran presión mediática debido a la enorme expectativa que generó el juicio oral en su contra, que se extenderá desde el 31 de mayo al 2 de junio. El tribunal tiene reservado un día adicional en caso de necesidad.
El proceso se iniciará con el planteamiento de las denominadas cuestiones previas (que pueden derivar en el archivo de la causa); seguirá con la declaración de los testigos y peritos; luego con la comparecencia de los acusados; y culminará con los informes finales, indicó el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) en un comunicado.
La Fiscalía no acusa al futbolista argentino, contra el que inicialmente se querelló, y pide el archivo de la causa al entender que la estrella del Barcelona no tenía conocimiento del fraude.
Para su padre, en cambio, solicita 18 meses de prisión por la evasión de 4,1 millones de euros al fisco.
Sin embargo, la Abogacía del Estado, que representa a la Hacienda española, sí que acusa a Messi, al considerarlo «coautor» junto a su padre de la evasión, por lo que la Justicia decidió procesarlo. Solicita para ambos 7 meses y 15 días de prisión (en total 22 meses y medio) por cada uno de los tres delitos fiscales que se les imputan.
La presunta defraudación fiscal de la que están acusados Messi y su padre se deriva de la gestión de los derechos de imagen del astro, quien no pagó lo que le correspondía en concepto de Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) entre 2007 y 2009, período en el que facturó algo más de 10 millones de euros.
En el momento de solicitar las penas, las acusaciones tuvieron en cuenta el pago previo de 5,1 millones de euros a la Hacienda, así como la regularización de los siguientes ejercicios fiscales, que no estaban bajo investigación.