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Especialistas aconsejaron no resistirse en los robos

Entendidos en materia de seguridad y una psicóloga coincidieron en que las consecuencias son graves.

El rebrote de inseguridad que esta semana sacudió al conurbano bonaerense, con el asalto seguido de un tiroteo en la casa del conductor Ángel Baby Etchecopar en San Isidro y el crimen de un peluquero en Lanús para robarle el automóvil, volvió a poner en escena el dilema de cómo reaccionar ante un hecho de estas características. El planteo es qué hacer en estos casos: ¿Resistirse? ¿No resistirse? ¿Armarse? En declaraciones que realizaron a la agencia de noticias NA, distintos especialistas recomendaron no comprar armas bajo ningún punto de vista ni resistirse un asalto, porque las consecuencias  pueden ser mayores, más allá de lo ocurrido con el peluquero y con otras víctimas fatales que a lo largo de estos años murieron sin haber puesto resistencia ante los delincuentes.

El ex comisario general de la Policía Bonaerense y actual diputado por Unión Celeste y Blanca, Guillermo Britos, recomendó que las personas “jamás se resistan” si son asaltados “ni tampoco intenten comprar armas”.

“A menos que sea un experto en armas, que no las utilice ni las compre. A la gente hay que recomendarle que no se defienda, porque generalmente puede pasar que hieren a algún familiar, ya sea porque lo confundieron con un ladrón o porque los ladrones terminan disparando”, sostuvo Britos.

El ex comisario general y actual vicepresidente de la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados, aclaró que también “hay casos particulares como el de Etchecopar, en el que tenían apuntándole a la familia”, pero remarcó que “resistirse sólo genera perjuicios hacia ellos mismos”.

En tanto, el fiscal José Luis Maroto, titular de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio especializada en homicidios y causales de muerte de La Matanza, evitó opinar de manera personal sobre la problemática, pero explicó que en base a su “experiencia personal la mayoría de los casos en los que la víctima usó armas o se resistió terminó con al menos una muerte”. “Hubo muchos casos en los que la víctima, asesinada por los delincuentes, usaba un arma o los ladrones se la encontraron en algún lugar de la casa mientras se llevaban las pertenencias. Eso es lo que me dice la experiencia personal”, sostuvo Maroto.

En cambio, el fiscal indicó que en la mayoría de los casos en los que “la víctima no usó armas ni se resistió al robo” no terminó con un asesinato y la persona asaltada siguió con vida.

Por otra parte, la psicóloga Beatriz Goldberg afirmó que, de una u otra manera, “quedan secuelas”, luego de vivir un hecho de inseguridad. “En general, como secuelas se produce una situación de estrés y de crisis y cada uno reacciona de distinta manera. A algunos les sale su parte más combativa y se resiste y otros no reaccionan, pero todo deja como un miedo instalado”, precisó.

De todas maneras, explicó que la víctima “cuando sale bien es como que dice que valió la pena resistirse”, pero advirtió que también “quedan secuelas, porque es una persona que no está capacitada para matar a alguien”.

“Está tomando una decisión que no le corresponde, más si se mira desde el punto de vista religioso. Por eso, si no sos un psicópata –que puede asesinar gente e ir tranquilo por la calle–, por más que sea en defensa propia siempre deja secuelas”, señaló Goldberg.

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