Las parasitosis intestinales siguen siendo una de las principales enfermedades infecciosas desatendidas (EID) a nivel mundial.
En Argentina, más del 60% de los niños se ven afectados por parásitos intestinales, lo que resalta la importancia de seguir promoviendo campañas de concientización y prevención.
En este contexto, la Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE) junto con Laboratorios Andrómaco llevan adelante la campaña de prevención de parasitosis intestinal en su quinta edición, con el objetivo de educar sobre esta afección y sus métodos de prevención y tratamiento.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 1.5 mil millones de personas en el mundo sufren infecciones por parásitos. Las geohelmintiasis, las parasitosis más comunes, se transmiten a través de la contaminación del suelo, afectando a más de la mitad de la población en América Latina, incluyendo Argentina.
La campaña de 2025 tiene como meta seguir educando a la población sobre esta afección, ya que persiste un alto nivel de desconocimiento.
El Dr. Edgardo Smecuol, médico gastroenterólogo de la SAGE, destaca que la transmisión parasitaria está relacionada con factores como el saneamiento, la higiene y el acceso al agua potable. Mejorar estas condiciones puede reducir significativamente la prevalencia de parásitos intestinales.
Además, la falta de educación sobre prácticas higiénicas y la ausencia de controles de salud periódicos contribuyen a la propagación de estos parásitos.
El Dr. Smecuol también señala que los parásitos alcanzan el suelo y se reproducen a través de la contaminación del agua y las redes cloacales. El ciclo de transmisión se ve agravado por prácticas como la defecación al aire libre, la inadecuada manipulación de excretas y la falta de baños adecuados.
Los factores ambientales, como la temperatura, las precipitaciones y la vegetación, también juegan un papel importante en la propagación de parásitos.
En Argentina, la prevalencia de parasitosis es más alta en el norte y este del país, especialmente en provincias como Misiones con un 82%, Formosa 78% y Buenos Aires 67%.
Además, el calentamiento global y las fluctuaciones climáticas han intensificado la diseminación de estas enfermedades.
“Una de las estrategias más efectivas para controlar las parasitosis es la administración masiva de medicamentos antiparasitarios, especialmente en áreas endémicas. El mebendazol es uno de los fármacos más utilizados para prevenir las parasitosis del tracto gastrointestinal”, comentó el Dr. Smecuol.
Las principales medidas preventivas incluyen el lavado frecuente de manos, el consumo de agua segura, la higiene de frutas y verduras, el uso de calzado, y la cocción adecuada de los alimentos.
Ante síntomas como picazón en la zona anal, diarrea, dolor abdominal, irritabilidad, presencia de gusanos en las heces o anemia, es fundamental consultar al médico.
Existen tratamientos seguros y eficaces, que acompañados de medidas de higiene pueden combatir la parasitosis intestinal.