*Por Clara Olmos/Télam
Especialistas aseguran que la concepción hegemónica de la masculinidad está cambiando y, junto a ello, nuevas formas de comprender la paternidad están emergiendo, lo cual da cuenta de un gran avance para la libertad de los cuerpos y la construcción de vínculos más responsables.
Enrique Stola, médico psiquiatra y psicólogo clínico especializado en género y violencias, analizó que, como resultado de una serie de cambios socioculturales de décadas, existe en la actualidad «una minoría importante de varones» que está comprometida en construir «un mundo con la mirada de todos los cuerpos, no solo el masculino».
Sin perder de vista la «posición de privilegio», el médico aseguró que las lógicas patriarcales afectan «a todos los cuerpos, incluidos los varones», quienes deben animarse a repensar y «poner en crisis valores y creencias con las que nos educaron».
Cada vez más varones, en especial los jóvenes, rompen con «los estereotipos de la masculinidad tradicional de reafirmación del macho» y dan lugar al contacto y la expresión de lo afectivo.
Estos cambios tornan posible una paternidad diferente a la idea tradicional del padre, es decir, aquella caracterizada por un «padre proveedor, autoritario y por lo general ausente», expresó Stola.
Los feminismos, en toda su amplitud, produjeron «resquebrajamientos culturales y sociales», que desvanecieron la idea del «macho proveedor», a partir de la cual se era un buen padre solo por el sustento económico, «aunque no viera a sus hijos o fuera un violento con la mujer».
El médico psiquiatra aseguró que está ocurriendo «una revolución feminista», que invita a todos a «reflexionar sobre los roles que cumplimos y sobre cómo participamos o renunciamos a la dominación social de los cuerpos».
Sin embargo, advirtió que no habrá cambio profundo sin que «un porcentaje importante de los varones cis adopte la misma posición política que los feminismos», pero que esto no implica «meternos donde no nos corresponde».
En este sentido, María del Valle Aguilar, directora nacional de Políticas de Prevención de las Violencias por Razones de Género, aseguró que cada vez se demandan más capacitaciones y se crean distintos espacios específicos para varones.
Desde el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, a partir de un relevamiento federal, identificaron más de 250 espacios que trabajan con varones y las masculinidades, lo cual da cuenta de «un cuestionamiento cada vez más fuerte».
Los varones viven el rol de ser padres «desde un mandato social muy claro» y cuestionarlo permite «habitar esa masculinidad y específicamente la paternidad, de manera más libre», expresó Aguilar.
A su vez, a partir de la lucha del movimiento LGBTIQ+, aparecieron en la escena paternidades que, por más que «se los quiere encorsetar», rompen con el «binarismo hegemónico».
En la Argentina, la sanción de normativas como la Ley N° 26.618 de Matrimonio Igualitario y la Ley N° 26.743 de Identidad de Género enmarcan las nuevas conformaciones familiares y aquellas paternidades que escapan de la heteronorma dominante.
En este sentido, Andrea Rivas, presidenta de la Asociación de Familias Diversas de Argentina, aseguró que la paternidad es profundamente diversa ya que «hay tantas identidades como personas en el mundo».
Además, ya no se puede pensar solo en la composición familiar tradicional, ya que cada vez hay más papás solos o conformaciones novedosas, «independientemente de la identidad u orientación sexual», expresó Rivas.
Si bien se suele creer que las paternidades LGBTIQ+ pueden tener un mayor grado de «problematización» de la heteronorma respecto a los varones cis, los especialistas identifican que «los estereotipos binarios atrapan independientemente del cuerpo que sea», por lo que es necesario seguir trabajando el rol de la paternidad en todos los casos.
Por último, coincidieron en la importancia de que se amplíe la licencia por paternidad, ya que es una de «las brechas de género más importante», que impacta en la organización del cuidado, relegando la carga a la persona gestante e impidiendo «una mayor presencia de las paternidades en la crianza».
En la actualidad, en el sector privado se otorgan dos días hábiles por paternidad según la Ley de Contrato de Trabajo, mientras que la Ley Nº 25.164 que regula el empleo en la Administración Pública Nacional dispone una licencia de 5 días hábiles.
La licencia por paternidad es «una cuestión de derechos humanos, no de costos» y es indispensable para acompañar, desde el ámbito laboral, estos «cambios tan importantes» en las masculinidades.