Marcelo Procopp, de 41 años y su familia se encontraban esta mañana frente al cementerio viejo de Villa Gobernador Gálvez esperando su turno para enterrar a Javier Alejandro Procopp, asesinado a balazos el domingo en la puerta de su casa. Dos personas en moto se acercaron al grupo y abrieron fuego, lo que causó la muerte de Marcelo en el mismo cementerio.
A Javier, de 36 años, lo asesinaron el domingo en Edison al 800. Eran las ocho de la noche, y Javier estaba en la puerta de la casa. Dos personas se acercaron y le dispararon. Murió en el acto.
“No tenemos nada que ocultar porque él no estaba metido en nada”, dijo Marcelo a los medios. La familia es muy unida y Javier vivía con sus padres.
Lo más parecido a un móvil es que Javier Procopp era amigo de un narco que tenía problemas con un grupo rival y los agresores podrían pertenecer a una banda del barrio Coronel Aguirre.
Su hermano Marcelo salió en varios medios y pidió justicia por la muerte de Javier, sin saber que correría la misma suerte en la puerta del Cementerio donde buscaba despedirse de Javier.