Por Hugo Lucero / Telam
Intendentes de cinco localidades del sur santafesino que se embarcaron en un proyecto de repoblación de zonas rurales confiaron en que la llegada de nuevos habitantes genere desarrollo, aporte al arraigo de las personas y promueva la radicación de pequeñas y medianas empresas que ayuden a las economías regionales.
Así lo manifestaron en diálogo con Télam los jefes comunales Favio Rossi (Cafferata), Walter Czelada (Carmen), Luis Valerio (Maggiolo), Bruno Cilea (Labordeboy) y Leandro Rinaldi (San Eduardo), al frente de localidades que participan de un acuerdo entre la fundación suiza Es Vicis y el Centro Regional para el Desarrollo del Sur de Santa Fe.
Esta será la segunda experiencia de la fundación suiza, ya que la edición piloto del programa «Bienvenidos a mi Pueblo» comenzó hace un año en la localidad santafesina de Colonia Belgrano, de 1.300 habitantes, que ya aumentó un 10 por ciento su población y logró la apertura de 23 nuevos negocios que dieron impulso al desarrollo local.
Cintia Jaime, directora de la fundación que impulsa el proyecto, explicó que «muchas familias quieren salir de una gran ciudad y la gran pregunta que se hacen es dónde voy a ir, cómo voy a vivir de lo que hago y quién estará del lado, en qué casa voy a vivir».
Para eso, indicó que su fundación realiza un mapeo en los pueblos para determinar las viviendas en alquiler, comodidades y el costo, y otro mapeo de oportunidades de negocios, «de manera que esa familia sepa antes de irse, si tiene oportunidades o no en ese pueblo».
Tras la firma del acuerdo del 27 de mayo último entre el director del Centro Regional para el Desarrollo del Sur de Santa Fe, Germán Casalino, el presidente de la fundación Es Vicis, Daniel Winzenried, y Cintia Jaime, los intendentes se mostraron confiados en «las favorables expectativas» que se abren para sus poblaciones.
«Es auspicioso este Programa porque apunta al arraigo, que nuestros jóvenes no emigren por falta de trabajo y porque permite llevar adelante proyectos para la radicación de pymes», dijo a Télam el jefe comunal de Cafferata, Favio Rossi.
Y permite «que profesionales de grandes ciudades se radiquen en los pueblos», añadió al señalar que en Cafferata, un pueblo de 1.500 habitantes ubicado en la zona núcleo de la soja, «necesitamos odontólogos, bioquímicos, psicólogos o un mecánico para vehículos de última generación, que vivan aquí y presten sus servicios».
Desde las comunas «nos comprometimos a brindarles un lugar para que se instalen», acotó.
Su colega del pueblo de Carmen, Walter Czelada, admitió que «primero habría que capacitar a la gente de los pueblos para el uso de nuevas tecnologías» pero dijo que tenía «las mejores expectativas» con los proyectos que surgirán a partir del Acuerdo.
«Hay muy buenas intenciones y futuros proyectos que beneficiarán a mi localidad, donde faltan emprendimientos, Pymes y arraigo. Necesitamos empresas, fábricas, pero no tenemos mano de obra calificada», advirtió.
Czelada añoró la época en que su pueblo contaba con fábricas de aceites y lamentó que la comuna no logró la compra de la estancia El Alguacil, donde se encontraba el famoso haras Melincué, porque, dijo, «hubiéramos salvado a Carmen con ese emprendimiento turístico. Quisimos comprar la estancia, pero sus nuevos dueños se negaron a venderla».
Desde Maggiolo, el intendente Luis Valerio, destacó el objetivo de la fundación «de repoblar y traer a los pueblos pymes, o personas interesadas en instalar emprendimientos para generar mano de obra» porque explicó que en ese pueblo, de unos dos mil habitantes, «la gente vive de changas o empleos eventuales».
«Faltan industrias y fuentes de trabajo», explicó el jefe comunal de Maggiolo, un pueblo que fue famoso por su autódromo (clausurado en 1994), por donde pasaron figuras como Carlos Reutemann, Luis Di Palma, y Jorge Cupeiro, entre otros.
«Hay muchas cosas para anexar o producir, que es la parte agroganadera de la localidad que no la estamos teniendo, y ahora se abre una perspectiva favorable a partir de este acuerdo de cooperación», añadió.
El jefe comunal de San Eduardo, Leandro Rinaldi, dijo que tenían «las mejores expectativas, es un gran avance y todos sabemos del significativo éxito que tuvo la prueba piloto en Colonia Belgrano».
«Este acuerdo permite mayor fluidez y cooperación conjunta, y sobre todo, para que la fundación Es Vicis consiga recursos ante organismos internacionales», afirmó.
Rinaldi calificó de «muy interesante» al programa al señalar que busca «mejorar la calidad de vida de los pobladores, como también el de las personas que pretenden emigrar de las grandes urbes a los pueblos».
«Para las pequeñas localidades como la nuestra, el gran objetivo es que con el financiamiento obtenido permitirá grandes mejoras en infraestructura para luego poder aplicar el programa», expresó y señaló que los avances se aplicarán en «áreas como las telecomunicacones o la energía, mediante un financiamiento que a veces no es fácil de conseguir».
San Eduardo es un pueblo de mil habitantes, donde se realiza la Fiesta Provincial de las Conservas, ocasión en que se exponen y venden productos elaborados en forma artesanal y se presentan diversos espectáculos artísticos.
Bruno Cilea, el jefe comunal de Labordeboy, coincidió en augurar «buenas» perspectivas con el acuerdo y apuntó que se trata de «un proyecto de planificación que en el futuro nos permitirá mostrar nuestro potencial como localidad y repoblarla. Somos generadores de materias primas, pero no tenemos cloacas ni gas natural».
Cilea resaltó que «es bueno que la mirada esté puesta en localidades pequeñas» con proyectos como éste que promueven «el arraigo con la creación de empleo».
Labordeboy es una localidad de 1500 pobladores, sede de la Fiesta Provincial del Reencuentro, donde sus vecinos celebran la importancia de sus raíces y costumbres y cuna del conocido Instituto de Danzas Nativas, Folklore y Tango El Cimarrón.
Desde la fundación Es Vicis, Jaime aseguró que en la implementación del programa «se aplicará la misma y exitosa metodología» que se instrumentó en la prueba piloto de Colonia General Belgrano.
Así, cada familia «estará capacitada y acompañada durante el proceso junto a la comunidad, porque le damos la posibilidad de mejorar su plan financiero, y el marketing de capacitaciones para los negocios».
«Y a la comunidad local, también le brindamos el acompañamiento para que puedan desarrollar sus emprendimientos y generar fuentes de trabajo, que apunten al arraigo de los jóvenes, que es un factor clave. Todo eso se aplicó con éxito en Colonia Belgrano», añadió.
Recordó que para la experiencia piloto realizaron «un estudio de mercado profundo para definir los 50 primeros posicionados-oportunidades y se dieron ´nichos´ increíbles en lo que eran reparaciones, porque el mercado estaba seco, y todos tuvieron trabajo al instante».
«Y el hecho de tener la cercanía de los talleres de confección, favorece al modelo, y luego están todos los otros empleos vinculados con el desarrollo de internet», apuntó.