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“Esperé este momento durante años”, dijo Estela de Carlotto

La titular de Abuelas de Plaza de Mayo anunció hoy la aparición de Guido, su propio nieto, quien reside en Olavarría, provincia de Buenos Aires. “Yo no quería morirme sin abrazarlo y pronto lo voy a poder abrazar", sostuvo. Se trata del nieto recuperado número 114.

“Nunca fui una mujer de lucha abierta, si de lucha, pero no de esta que me tocó vivir tantos años”, comenzó diciendo una emocionadísima Estela de Carlotto en la tarde de hoy, durante la  conferencia de prensa realizada en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo, en la cual se dio a conocer la aparición de un nuevo nieto de desaparecidos, el suyo: Guido.

Carlotto aseguró que la recuperación de su nieto Guido, al que buscaba desde hace 37 años, es «una alegría enorme que me brinda hoy la vida».

«Esto es un premio para todos, ya tengo mis 14 nietos conmigo», dijo Carlotto y sostuvo que su hija asesinada, Laura, madre del joven recuperado hoy, desde el cielo estará diciendo: «Mamá ganaste una batalla larga».

“La silla vacía va a estar con él y los porta retratos vacíos van a tener su imagen”, agregó Estela, quien además agregó: “Esperé este momento durante años”.

La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, sostuvo también que la identificación de su nieto es un mensaje «para los que pretenden que olvidemos y demos vuelta la página como si nada hubiera pasado». Y agregó que se trata «de un triunfo de todos los argentinos».

En un salón colmado de abuelas, funcionarios y especialmente de nietos que recuperaron su identidad, Estela de Carlotto sintetizó la emoción recibida hoy al conocer la aparición de su nieto Guido, diciendo: “Yo no quería morirme sin abrazarlo y pronto lo voy a poder abrazar», agregó Carlotto.

Al ser consultada sobre la reacción de su nieto, Estela contó que Guido se comunicó esta tarde con su tía Claudia Carlotto (quien trabaja en Abuelas) y dijo estar sorprendido pero también » muy bien y muy feliz».

Carlotto pidió «respeto» por Guido y señaló que «la historia completa la vamos a armar pero vamos a ser cautelosos porque esto es muy fuerte para una persona».

“Muchos detalles no queremos dar por respeto. Tenemos códigos”, sostuvo Estela, quien además pidió que “no lo molesten”.

En otro momento, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, aseguró que la organización lucha «para que la historia no se repita», y aseguró que «hoy la justicia funciona, hoy está actuando, no tanto como quisiéramos pero funciona, y hay que acercarles información para que pueda nutrirse y seguir actuando».

Según indicaron desde Abuelas, hace aproximadamente dos meses, Guido tuvo dudas sobre su identidad, por lo que se acercó hasta la institución y solicitó una entrevista. Tras esto, hace 15 días fue citado y se le extrajo una muestra de sangre que fue cotejada en el Banco de Datos Genéticos. Los resultados estuvieron en la mañana de hoy y determinaron, con un 99.99%, que la muestra pertenecía al hijo de un militante nacido en Caleta Olivia, Oscar Montoya y de Laura Carlotto.

Hecho determinante en la historia de lucha de Abuelas

La agencia Télam publicó una larga nota señalando que la recuperación del nieto de Estela de Carlotto constituye un hecho determinante en la historia de lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo en la búsqueda de sus nietos apropiados por la dictadura cívico militar, reforzando el camino para encontrar a los casi 400 que aún restan identificar.

Estela, maestra de escuela primaria, sufrió el secuestro de su hija Laura en noviembre de 1977, que era estudiante de historia en la Universidad de La Plata y militante de la Juventud Universitaria Peronista.

Laura estaba embarazada de tres meses y, según todas las informaciones recopiladas por Abuelas y organismos defensores de los derechos humanos, permaneció con vida en el centro clandestino de La Cacha hasta el parto.

Una compañera de su hija, que había sido liberada, le contó que Laura permanecía con vida.

«Laura nos mandaba a decir que le daban de comer un poquito mejor y que el bebé iba a nacer en junio de ese año, y que si era varón lo iba a llamar Guido, como su papá. Y que yo lo buscara en la Casa Cuna», contó Estela. En agosto de 1978, los militares la convocaron y le entregaron el cadáver de Laura.

«La enterramos el 27 de agosto en La Plata. Y el 30 de agosto me jubilé, con una hija asesinada y un nieto que no sabía si existía o no. Me enojé con Dios, me enojé con Jesucristo. Yo había rezado tanto, había hecho promesas. Pero me duró poco el enojo, porque me dije que no es Dios, son los hombres los que hacen estas cosas, no Dios. A pesar de todo, mi fe está enterita. Será porque no tengo rencor, no tengo sentimientos que me envenenan», relató Estela.

A partir de ese momento, comenzó una larga lucha no sólo en la búsqueda de su nieto, sino en la de otros hijos de desaparecidos a través de las Abuelas de Plaza de Mayo, organización de la cual es una de sus fundadoras y titular.

Con la recuperación de Guido, llamado Ignacio Hurban y residente en Olavarría, las Abuelas han identificado a 114 hijos de desaparecidos.

La detención de Laura Carlotto en el centro clandestino La Cacha está siendo juzgada desde hace meses por el Tribunal Federal 1 de La Plata en una causa en la que hay 21 imputados entre militares, ex policías y el ex ministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura, James Smart.

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