Hace una semana que a Mariana Hall le cuesta dormir. La desvela la misma imagen: el dolor de su padre, Carlos, sentado en una incómoda silla de plástico usando la pared como respaldar y esperando junto a otros pacientes que lo deriven porque no hay camas para internarlo en el Pami I. Tuvo tiempo de memorizar la escena. El hombre de 72 años que había entrado el lunes pasado al Pami I donde le dijeron que tenía neumonía estuvo nueve horas esperando que una ambulancia lo lleve al Hospital Italiano, donde murió antes de la medianoche. “Nadie merece irse así. La impotencia y la incertidumbre no me dejan en paz”, contó este lunes a El Ciudadano su hija. Desde el Pami dijeron que Hall fue atendido, controlado, compensado y que estaba bien. Sobre la demora argumentaron que tuvieron un pico de consultas, traslados y estudios.
La espera es la parte más dura
Según contó su hija a El Ciudadano, su padre, de profesión artista plástico, entró a las 9 al edificio de Pami I de Sarmiento al 300.
Ella contó que a las 11 le dijeron que lo iban a derivar por falta de camas al Hospital Italiano aun cuando en la historia clínica de Hall figuraba que hacía 12 años atrás había sufrido una aneurisma de aorta. Al mediodía las autoridades pidieron una ambulancia para trasladarlo. A la hija le dijeron que estaban demorados porque estaban sobrepasados de pacientes. “Eran las 15 y mi papá estaba en la misma silla y con el mismo cuadro crítico. Me acerqué a traslados donde me informaron que había tres personas antes que él para ser derivados. A las 17 volví a la parte de internación para buscar una solución. No supieron qué decirme”, lamentó su hija. Ante la desesperación ella pidió a un médico de guardia del Pami I poder llevarlo en un auto particular. “Nos dijo que para poder trasladarlo por nuestra cuenta tenía que darle el alta, pero en esas condiciones no me iba a asegurar que lo ingresen al hospital”, explicó la mujer.
El final
Después de nueve horas la ambulancia trasladó a Hall al Italiano, donde lo revisaron y le dijeron que sus pulmones funcionaban bien. Después le hicieron otros estudios porque tenía un dolor muy fuerte en su espalda. Después se descompensó y lo llevaron a terapia intensiva para estabilizarlo y hacerle una tomografía computada. “La descompensación de mi papá no tenía nada que ver con una neumonía. Sí con la aneurisma de aorta que había sufrido hacía más de una década”, dijo la mujer.
Pami
Desde la obra social delos jubilados dijeron que“ese día se experimentó un pico de consultas, traslados y estudios afuera del Pami I. Se atendieron 59 pacientes, 24 fueron urgencias, 7 derivaciones, todos con móviles propios”. Y agregaron que le hicieron estudios de laboratorio, radiografías de tórax y abdomen. “Los resultados de laboratorio indicaban que, a excepción de la uremia aumentada, el paciente se encontraba bien”, señalaron desde Pami.