Ante la inminencia de una masiva marcha de estudiantes, docentes y no docentes de las Universidades nacionales, que el próximo martes junto a organizaciones sindicales y movimientos sociales expresarán la defensa no sólo de las casas de estudios superiores sino de todo el sistema educativo público y el de ciencia y técnica, igualmente desfinanciados, el presidente Javier Milei dio rienda suelta a su compulsión tuitera para acusar a los rectores de adoctrinamiento y hasta de «negocios turbios», además de calificar de «salamines» a quienes exponen la falta de recursos para uno de los pilares de la Argentina moderna.
El bombardeo de descalificativos por la red social X del autodefinido anarco capitalista también conspira contra el llamado que desde el propio Gobierno hicieron a los rectores para, esta vez sí, discutir el presupuesto universitario de este año, que por ahora es el mismo que el confeccionado en octubre de 2022.
Universidades: más recortadas que el resto de la administración y el presupuesto más bajo desde 1997
Las idas y vueltas del Ejecutivo sobre el tema son varias: anunció, tras la convicción de que en las calles resonará este 23 de abril un fuerte rechazo a las políticas educativas, dos aumentos escalonados iguales en marzo y mayo por un total «del 140% del presupuesto universitario» que no es tal: el incremento es sólo sobre los llamados «gastos de funcionamiento», partidas que suman entre el 4 y el 7% del financiamiento total de las casas de estudio.
Además, desde el Ministerio de Capital Humano afirmaron que con el adicional –forzado, en un intento de diluir la movilización– se había llegado a un «acuerdo» con el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). Ese órgano, que integran todos los rectores, salió a dementirlo y a aclarar que no había ninguna precisión sobre la supuesta ampliación presupuestaria, a la que agregó más fondos para los hospitales universitarios. Fue «sólo un anuncio» sin diálogo, aclararon. Y ratificaron en forma contundente la marcha del martes.
Después de eso, la misma cartera que conduce Sandra Petovello anunció una convocatoria al CIN para el 30 de este mes. El convite salió del área de Educación, devaluada de Ministerio a Secretaría y que comanda Carlos Torrendell. La agenda contempla en principio una ampliación del presupuesto, pero también procesos de auditoría y fiscalización de los fondos. También, precisiones sobre un cronograma de nuevos desembolsos para el funcionamiento de los hospitales universitarios.
Si la morigeración de la «motosierra» a las universidades es un intento de descomprimir un frente de conflicto que asoma amenazador para el oficialismo por la conjunción de actores de diferentes egneraciones y extracciones (estudiantes, docentes, investigadores, trabajadores organizados en la CGT y la CTA, movimientos sociales y solidaridades ciudadanas sin embanderamientos), el presidente con la nueva andanada de insultos parece boicotearlo.
«Salamines», calificó Milei a los que postean sus quejas por el desguace a los sistemas educativos y de ciencia y técnica. Gestadores de «negocios turbios», les enrostra a los rectores. «Adoctrinadoras», adjetiva a las universidades.
Hola salamines escritores de cartitas de indignación… parece que hay algo podrido y que sus cartitas devienen de complicidad… https://t.co/ZvZWNQo5Q2
— Javier Milei (@JMilei) April 20, 2024
HOLA A TODOS…!!!
A ver, me gustaría tener la opinión de los salamines que escriben cartitas indignados negando que se usan las universidades públicas para hacer negocios turbios y adoctrinar… https://t.co/4BGZjHwcyx— Javier Milei (@JMilei) April 20, 2024
“Se mantienen las actividades en Rosario, el domingo (por mañana), y la marcha universitaria a Plaza de Mayo, el martes”, afirmó, en sintonía con sus homólogos, el rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Franco Bartolacci.