El mundo de la robótica está buscando de forma activa mejorar las condiciones de vida de aquellas personas que han sufrido amputaciones o problemas severos en sus extremidades.
Ahora un equipo de desarrolladores ha inventado una nueva mano que cuenta con músculos y tendones artificiales que facilitarán de forma increíble la capacidad de las personas cuando se empiece a probar y a aplicar en ellas.
A esto hay que sumarle la capacidad de esta mano de fabricarse de forma sencilla, ya que ha sido impresa en 3D. Esto es clave para revolucionar la calidad de vida de millones de personas a lo largo del planeta.
Una mano robótica con tendones
Generalmente se hace foco en lo negativo de los robots, como la pérdida de empleo, pero también trae cosas positivas, como los implantes en las personas que han sufrido amputaciones.
La pérdida de un miembro puede ser una mala noticia en todos los sentidos, no solo se pierde una parte funcional y útil de nuestro cuerpo, sino que además es un golpe directo a nuestra autoestima, a lo que hay que sumarle problemas propios de esta condición como la sensación del miembro fantasma.
Para combatir todas estas cuestiones, un equipo de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH Zurich según las siglas de la institución) ha publicado en la revista Nature el proceso de creación de una prótesis que parece revolucionaria y futurista. Primero de todo porque se puede imprimir en 3D, haciendo que sea perfectamente personalizable y mejorando las necesidades que tienen los pacientes.
Se trata de una prótesis compleja, con niveles y subniveles de desarrollo entre los que se encuentran músculos, tendones y ligamentos diseñados específicamente para crear una mano funcional y que permita a las personas usarla sin ningún problema.
La impresión utiliza plásticos de curado lentos que son más elásticos que otros y además permiten una durabilidad y una serie de funcionalidades propias del plástico que dan muy buenos resultados, haciendo así que el salto que se puede dar en tecnología sea realmente notable.
“Para construir la mano utilizamos polímeros de tioleno de curación lenta. Tienen propiedades elásticas muy buenas y recuperan su forma original al doblarse», comenta Robert Katzschmann de la ETH de Zurich.
El proceso es realmente sencillo una vez se ha dominado la técnica, ya que se utilizan tratamientos de curación de los polímeros de plástico a la vez que se tratan de pulir las irregularidades de la superficie para darle ese acabado tan profesional.