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Ernesto Resnik: «Está probado de modo absoluto: las vacunas son el remedio más seguro que existe»

El inmunólogo despejó algunas inquietudes frecuentes entre quienes tienen temores o dudas a la hora de inscribirse a la campaña de inmunización

Desde la semana pasada, en Rosario ya se vacunan a personas de 30 años y menores de 30: la franja etaria a la que el Estado está saliendo a buscar de forma urgente para que se inscriban y reciban su vacuna. El biólogo molecular, inmunólogo y biotecnólogo Ernesto Resnik habló con El Ciudadano y despejó algunas dudas frecuentes entre las personas que dudan sobre si vacunarse o no.

Según datos oficiales, hace una semana por lo menos un 40 por ciento de esta población no se había anotado, pero los números fueron aumentando y se espera que siga creciendo en los próximos días. Su inoculación es fundamental para poder llegar a la tan esperada inmunidad de rebaño.

Resnik es uno de los tantos científicos argentinos que utiliza sus redes sociales para compartir información certera sobre el avance de la pandemia en el país y el mundo. Actualmente vive en Minnesota, Estados Unidos, pero sigue de cerca la evolución epidemiológica local y explicó a este medio algunas dudas frecuentes.

¿Cómo se llegó a una vacuna tan rápidamente? ¿Hubo etapas que se saltearon?

No, para nada. Tuvimos la suerte de que las vacunas se hicieron después de varios años de probar nuevas plataformas para pandemias o epidemias anteriores que terminaron apagándose como MERS, SARS, H1N1. Durante esas epidemias se probaron varias de estas nuevas plataformas, así que estaban listas.

Pero lo fundamental es que se hizo mucho más rápido porque esta es una pandemia galopante con una circulación altísima del virus en todo el mundo. Normalmente las enfermedades no atacan tanto a tanta gente con lo cual las pruebas de fase 3 son bastantes difíciles porque para ellas necesitás que la gente en que se pruebe la vacuna se infecte. Habitualmente eso ocurre de manera muy lenta. Hay vacunas que tardaron 10 años porque simplemente no se lograron alcanzar datos. En esta pandemia fue increíblemente fácil, lamentablemente, conseguir datos porque al dar una vacuna, por ejemplo, en Argentina en apenas un mes ya lograste que se contagiara suficiente gente como para probar su eficacia. Esto pasó en todo el mundo.

Lo principal son dos cosas: las plataformas ya estaban, es decir que estas vacunas no fueron creadas de la nada; y segundo, la situación epidemiológica del mundo, y sobre todo algunos países donde se probaron las vacunas, fue muy conducente a poder lograr los datos rápido.

—¿Puede pasar que en diez, quince, veinte o treinta años haya efectos adversos graves en la salud de las personas, a partir de la vacuna?

No, es muy improbable. Lo más visto en efectos a largo plazo es con medicamentos que se toman de manera crónica. Es decir, un remedio que uno toma durante cinco años, día tras día. Las vacunas son el remedio más seguro que existe. Te vacunan, te entra la vacuna, produce inmunidad y a los pocos días la vacuna en sí, no existe más. Por ejemplo en la vacuna Moderna que mete en nosotros la proteína Spike para producir inmunidad, a los pocos días no está más así que lo único que queda es la inmunidad.

Sí parece que es un problema decirle esto a la gente pero las vacunas son el remedio más seguro que existe y estas vacunas lo han probado de modo absoluto. Hoy hay más de tres mil millones de dosis aplicadas en el mundo y los efectos nocivos son muy, muy pocos.

Las vacunas se aprobaron muchas a fines del año 2020 pero se supone que el estudio dura hasta fines de 2021 o principios de 2022. Un año es más o menos suficiente para ver fenómenos adversos. No hay nada que la vacuna pueda hacer más allá de un año que no hayamos visto ya.

—¿Quién o cómo se determina cuándo una vacuna es segura o no?

Los datos. En principio, lo primero que aprendemos en fase 1 y fase 2 es lo que se prueba en poca gente por si la vacuna tiene un problema catastrófico que pueda matar. Entonces la fase 1 y 2 se hace en 100 personas o 200. La fase 3 se hace en miles de personas y ahí ya se ve si la vacuna realmente tiene problemas o no. Pero no se ven fenómenos pequeños que es lo que se vio, por ejemplo, con la vacuna de Oxford-Astrazeneca y la de Johnson & Johnson, y es que en muy pocos casos crea problemas de trombos. Pero eso se ve en un caso cada medio millón. Por supuesto, los estudios clínicos se hacen en 15 mil, 20 mil o 30 mil personas, no en medio millón. Entonces son casos que solo podés ver en el volumen de la vacunación en millones de personas.

—¿La seguridad de las vacunas no la determina un científico o un grupo de científicos sino una comunidad y un consenso a nivel internacional?

Es una evaluación, por eso están los organismos regulatorios que cuando les llega el pedido de aprobación de una vacuna tienen que evaluar todos esos fenómenos secundarios. En general, al final, es una decisión humana de un grupo de personas que se reúnen: en Estados Unidos es la FDA, en Argentina es el Anmat. Se reúnen y con todos los datos dicen dos cosas. Primero: si esta vacuna es segura en los números que se está aplicando. Segundo: si el riesgo de vacunar con esta vacuna es mayor o mucho menor que el riesgo de no vacunar. Y en este momento con covid, la respuesta en general a todas las vacunas y en particular con el pequeño problema de Astrazeneca, es con la conclusión de que para todos los organismos reguladores es mucho más importante vacunar que el riesgo que pueden tener realmente muy pocos. Es una evaluación de expertos en grupos colegiados.

—¿Por qué es importante que todos nos vacunemos?

La vacunación se hace  por dos motivos: primero para protegerte a vos mismo y segundo para proteger a la comunidad. Hay gente que no se puede vacunar, ¿cómo se la protege? De manera que cuando salga a la calle no haya mucha gente que pueda infectar a esa persona. Por eso tienen que estar vacunados todos los que puedan vacunarse. Es lo que históricamente se llamó inmunidad de rebaño. Y nunca fue un concepto de inmunidad colectiva a través del virus natural, sino que siempre fue un concepto para vacunas. Se trata del número de gente que necesita ser vacunada para no tener riesgo de contagio en ninguna persona. Esta es una enfermedad que claramente, sobre todo en mayores, es muy peligrosa entonces en verdad necesitamos que se vacunen los niños porque a pesar de que no tienen la gravedad de la enfermedad que tienen los mayores, lo que queremos es que no sigan contagiando, que no sigan haciendo circular el virus.

—¿Hay vacunas aprobadas para niños?

La vacuna de Pfizer ha sido aprobada para adolescentes y hay varios estudios clínicos para menores. Como niños y adolescentes no tienen un problema tan grande con la enfermedad, hay que estar seguros de que la vacuna no traiga problemas más grandes que la enfermedad. Y todo esto teniendo en cuenta, al mismo tiempo, que necesitamos que se vacunen para no hacer circular el virus. La vacuna Sinopharm ha sido probada en niños en China pero en ningún otro lado, por ahora. Sin embargo, se están haciendo pruebas de todas en muchos lados así que pronto va a haber vacunas para adolescentes y para niños.

—¿Cuáles son los grupos de personas que no se pueden vacunar?

En general, las personas que tienen problemas del sistema inmunitario. Los inmunosuprimidos. Por ejemplo, pacientes que están activamente en terapia de cáncer. En general están ligeramente inmunosuprimidos o en algunos casos muy inmunosuprimidos. ¿Qué quiere decir esto? Que al sistema se lo apaga para que no cree problemas y si se apaga el sistema inmune la vacuna no funciona. Entonces, no queremos que esa gente se contagie porque se pueden contagiar igual y, es más, si se contagian están en más riesgo precisamente por tener el sistema inmune suprimido. Es a la gente que más hay que proteger. Por eso tenemos que vacunarnos todos los que podemos.

¿Cuál fue la importancia de la creación de las vacunas en la historia de la ciencia?

Las vacunas junto con los antibióticos son posiblemente las dos terapias que han salvado la humanidad. Si te ponés a ver los números de cuánto vivía la gente hace 200 años, vivía muchísimo menos y en gran parte es por las enfermedades infecciosas. En tu vida siempre te vas a infectar con cosas y en general tu sistema inmune funciona pero algunas son letales. No hay más que ver la pandemia de 1918 que terminó matando lo que es su momento fue un gran porcentaje de la población mundial porque no había vacunas ni terapias, simplemente había que dejar al virus correr su curso. Bueno, hoy tenemos vacunas y ellas posiblemente sean, aún más que los antibióticos, la terapia que más vidas ha salvado en la historia de la medicina mundial.

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