El hombre condenado a tres años de prisión en el primer juicio oral y público por violencia machista el año pasado traspasó la barrera de las 40 denuncias en su contra. Esta vez, las víctimas resultaron ser la madre y la hermana del convicto, detenido tras ser acusado de amenazas el miércoles pasado en la vivienda materna. Por esta causa, el fiscal de Flagrancia Carlos Covani solicitó la imputación por amenaza simple contra las mujeres, acusación que fue aceptada por el magistrado Juan Andrés Donnola en la audiencia imputativa de ayer: fijó una medida cautelar de 15 días de prisión.
Hace tres días, una mujer de 80 años llamó al 911 para solicitar la presencia de la Policía. Cuando los uniformados llegaron, la víctima explicó que su hijo, identificado como Néstor Fabián Anchával, de 38 años, la había amenazado. Esa fue la reacción de Anchával cuando la madre le recriminó que le vendiera sus cosas. A la vez, su hermana, quien en comunicación telefónica amplió la acusación ayer en la audiencia imputativa, también lo acusó de agredirla verbalmente cuando intentó defender a su mamá. Así las cosas, el sospechoso fue apresado en ese momento en la casa materna y alojado en la comisaría 10ª.
Ayer fue la audiencia imputativa, donde el juez Donnola lo acusó formalmente de dos hechos de amenaza simple, como solicitó el fiscal Covani, y ordenó 15 días de prisión preventiva.
Las 40
Jésica Balmaceda denunció 36 veces a su ex pareja Anchával, por violencia de género contra ella y sus hijos. El hombre fue juzgado y recibió una condena de tres años. Sin embargo, tras pasar ocho meses preso obtuvo el beneficio de la libertad condicional, con prohibición de acercamiento al hogar de su ex. Pasaron diez días y, el 15 de julio del año pasado, el agresor fue visto en cercanías a la casa de Jésica y aparecieron pintadas intimidatorias en su puerta.
Al mes siguiente, el nivel de violencia escaló y la mujer denunció que fue subida a un auto por varios hombres que la esperaron que saliera de su casa cuando iba a hacer un mandado. Sufrió golpes pero logró presionar el botón de pánico, lo que generó que la dejaran ir: los captores la tiraron en una zanja.
El otro hecho denunciado ocurrió el 9 de agosto pasado, cuando el ex marido de Balmaceda se presentó en la esquina de la vivienda de la mujer. Un testigo dijo que lo vio y que en otras dos oportunidades también lo encontró merodeando en Viamonte al 7300, según quedó asentado en una audiencia imputativa realizada el 17 de octubre pasado, tras la cual fue imputado de incumplimiento de dos órdenes de restricción que establecen, entre otras cosas, no acercarse a Balmaceda y su familia.
A todas estas denuncias realizadas en 2016 se suman las dos presentaciones que hicieron su madre y su hermana esta semana y que llevó al agresor una vez más a los Tribunales provinciales para acumular una nueva acusación.