La madre de Jésica Minaglia, la docente asesinada la semana pasada en la ciudad Comandante Luis Piedra Buena, Santa Cruz, aseguró que su hija «lo único que quería era ser feliz» y que estaba «espléndida» desde que se había separado de su pareja, un policía que se encuentra detenido por el hecho.
«Decidí estar de pie porque quiero justicia para mi hija, ella me está dando la fuerza para levantarme, decidí salir a hablar porque quiero que el asesino de mi hija pague por lo que hizo», expresó Nelly González durante una entrevista con radio U12 Río Gallegos.
«Ella hace tres semanas y media que vino y me dijo ‘mamá tome la decisión de separarme, aguanté dos años y nueve meses por el bebé (que tenía con su pareja) pero me separo, me cansé quiero estar feliz con mi hijo y mi familia'», recordó Nelly.
La mujer contó que a casi tres meses de la muerte de su esposo y padre de sus tres hijos, entre ellos la docente, su hija le dijo varias veces que quería tener al lado a una persona que la «hiciera feliz» y le reveló que su ex pareja, el policía de Santa Cruz Pablo Núñez (36), le había hecho algunas advertencias y se «hacía el malito».
«No me hagas hacer lo que no quiero hacer», le dijo varias veces el policía a la docente, según aseguró la madre de ella,
«Yo le decía: Jésica llamá a la policía cualquier cosa, y ella me respondía: ‘sí, ya le dije que la próxima voy a llamar'», recordó Nelly, quien también le aconsejó a su hija que cambiara la cerradura de la puerta de entrada de su casa y pusiera traba en una ventana trasera.
«Él (Núñez) ya no vivía ahí, pero como tenían a mi nietito en común iba a retirarlo. Yo sé que él entraba a veces, como que buscaba algo, miraba en el placard, en el baño. El día que le pidió el duplicado de las llaves, le metió un portazo y se fue», relató.
Nelly aseguró que nunca vio a su hija golpeada ni ella le contó nada al respecto, aunque consideró fundamental lo que puedan declarar sus amigas.
La madre de la docente aseguró que en la causa declaró un «testigo clave», un «viejo amigo de colegio» con el que Jésica «comenzó a escribirse cuando se separó» y al que le había contado «lo que estaba pasando».
Sobre el día previo al hallazgo del cuerpo de su hija, el 15 de este mes, Nelly recordó que había estado con ella al mediodía cuando fue a su casa porque necesitaba conexión a Internet, mientras que Núñez se había llevado al hijo de ambos a pasar la noche con él a la casa de sus padres, donde vivía desde la separación.
«Se la veía espléndida, todo el tiempo estaba diciendo que se sentía feliz», recordó la mujer, quien agregó que cerca de las 18 su hija finalmente regresó a su casa.
Nelly contó que a las 20.30 de ese martes 14 le mandó un mensaje telefónico que su hija no respondió y que dos horas después, cerca de las 22.30, la llamó Núñez para contarle que estaba con su nieto y que cerca de las 19.30 había pasado por la casa de de Jésica a buscar pañales y una mamadera.
«Me pareció raro porque ella cuando armaba el bolso era muy ordenada», dijo la madre de la víctima.
Nelly recordó que al día siguiente, aún sin tener novedades de su hija, volvió a recibir una llamada de Núñez, quien le dijo que tampoco sabía nada de ella, que se tenía que ir a trabajar y que no sabía qué hacer con su hijo.
Por tal motivo, relató, cerca de las 13, junto a uno de sus hijos, fue hasta la casa de Jésica, donde encontró las luces de afuera encendidas y las cortinas corridas, al tiempo que al tocar el picaporte la puerta se abrió unos 15 centímetros y vio el brazo ensangrentado de su hija en el suelo.
«Alcancé a ver su brazo extendido todo empapado en sangre, y veo un sofá grande blanco que ella tenía que que estaba rojo», recordó la mujer conmovida.
Nelly agregó que poco después llegó al lugar la ex pareja de su hija, quien en ese mismo momento fue detenido y aún continúa tras las rejas, ya que la jueza penal a cargo de la causa, Noelia Urzino, rechazó ayer un pedido de excarcelación formulado por su defensa.
Investigan el asesinato de una docente y detienen a su ex, un cabo de policía