La milicia terrorista Estado Islámico (EI) reivindicó en Internet el ataque perpetrado por un hombre con un camión en Niza el jueves, en el que murieron 84 personas y más de 200 resultaron heridas.
El atacante «era un soldado del Estado Islámico» que respondió así a las llamadas a atentar en países que formen parte de la coalición que lucha contra los yihadistas, dice un comunicado de fuentes anónimas que cita la agencia de noticias Amak, cercana a la milicia.
De todos modos, fuentes cercanas a las investigaciones sobre la masacre citadas por Le Figaro indicaron que los investigadores no han encontrado por el momento ninguna prueba concreta que Bouhlel haya jurado fidelidad, o manifestado su adhesión a EI, como hacen por lo general los terroristas antes de morir como mártires.
Un hombre identificado como el tunecino de 31 años Mohamed Lahouaiej Bouhlel embistió con un camión a lo largo de dos kilómetros a la multitud que celebraba el Día de la Bastilla en el Paseo de los Ingleses de Niza, en el sur de Francia. El ataque se produjo cuando estaba terminando un espectáculo de fuegos artificiales. Aún hay 16 muertos que no han podido ser identificados.
No hay indicios por ahora de que haya coordinado con antelación el atentado con los extremistas. De hecho, las autoridades francesas dijeron que no hay indicios de que Bouhlel tuviese vínculos con organizaciones islamistas.
Las autoridades francesas están investigando si hubo cómplices o instigadores del ataque. Cuatro hombres del entorno cercano del atacante de Niza fueron arrestados, según informaron medios franceses en base a fuentes cercanas a los investigadores. Además, todavía se encuentra bajo custodia policial la ex mujer de Bouhlel.
El Estado Islámico ha hecho varios llamamientos a sus seguidores a atentar contra objetivos civiles de cualquier forma que sea posible en los países occidentales, y ha intensificado este tipo de estrategia a medida que va perdiendo terreno en los combates militares en Siria e Irak. Por eso los analistas subrayan que incluso aunque no haya habido un vínculo el grupo estará satisfecho de poder atribuirse el atentado.
Entretanto, el presidente francés, François Hollande, se reunió hoy con su gabinete de seguridad para discutir las medidas de seguridad a adoptar.
En la reunión participaron el primer ministro, Manuel Valls, el ministro de Justicia, Jean-Jacques Urvoas, el de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, Defensa, Jean-Yves Le Drian, e Interior, Bernard Cazeneuve, así como el jefe del Estado Mayor, Pierre de Villiers.
Valls se mostró convencido el viernes de que Mohamed Lahouaiej Bouhlel estaba relacionado con el islamismo radical, aunque las investigaciones todavía no lo habían confirmado.
De hecho, el ministro del Interior Cazeneuve negó que se pueda demostrar una conexión con el islamismo radical. «Estamos ante un individuo que no era conocido por los servicios secretos por actividades relacionadas con el islamismo radical», dijo en declaraciones al canal de televisión TF1.
El padre del atacante, que vivía desde hace años en Niza y era conocido por la policía por delitos menores, ya había asegurado previamente que su hijo no era religioso.
«No rezaba, tomaba alcohol e incluso drogas», declaró a los medios. Además estuvo bajo tratamiento médico por depresión en su juventud. «A veces tenía crisis nerviosas y lo rompía y demolía todo».
Otro familiar coincidió en que no era religioso pero sí violento. «Pegaba a su mujer, que es mi prima, era un canalla», dijo el sábado a la edición online del diario británico «Daily Mail».
Hoy comenzó en Francia un periodo de tres días de duelo por las víctimas y al mediodía del lunes habrá un minuto de silencio.
En Niza volvieron a reunirse hoy decenas de personas en el Paseo de los Ingleses para homenajear a las víctimas y sus familias. El diario «Nice Matin» tituló: «Dolor interminable».
En la noche del viernes ya se recordó a las víctimas en el mismo lugar y unas cien personas colocaron flores y velas, cantaron el himno nacional francés, la Marsellesa, y guardaron silencio. Algunos de ellos no pudieron contener las lágrimas.
La carretera se puede transitar ya aunque sólo en el sentido contrario del utilizado por el atacante. También se levantaron los bloqueos para los peatones. Sin embargo, la atmósfera sigue muy contenida en el paseo con sus hoteles de lujo y bares. En distintos lugares la gente depositó flores y mensajes.
El camión con el que atropelló a la multitud el atacante fue retirado en la tarde del viernes.
El atentado de Niza fue el tercero en Francia en 19 meses, tras el tiroteo en la sede de la revista satírica «Charlie Hebdo» y en un supermercado judío en enero de 2015 y los ataques coordinados en noviembre pasado en París, que dejaron más de 130 muertos.