El Gobierno nacional respondió con duras críticas el informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos sobre el narcotráfico en el mundo, que incluye un capítulo sobre la Argentina, donde se afirma que ese flagelo es «un problema creciente».
La réplica llegó del canciller Héctor Timerman, quien afirmó que los Estados Unidos «no tiene autoridad para emitir boletines de calificaciones». En diálogo con Radio Del Plata, Timerman dijo: «No tiene la autoridad como para convertirse en quien decide qué país se comporta de qué manera. No puede emitir boletines de calificaciones sobre distintos temas. EEUU tiene sus propios problemas y debería tratar de resolverlos».
Desde Caracas, a donde viajó para participar de los actos recordatorios por el primer aniversario de la muerte de Hugo Chávez, el canciller ratificó que el Gobierno nacional «no reconoce el derecho de los Estados Unidos a emitir juicios de valor sobre otros gobiernos» y señaló que ese país «es el principal consumidor de drogas del mundo, y el que más dinero negro produce por ese consumo».
Tras señalar «los miles y miles de muertos que produce el narcotráfico en México y Colombia», Timerman dijo que «pareciera ser que en un país consumen la droga y en otros países se soporta la violencia». En ese marco, recordó asimismo haber escuchado en el Congreso de los Estados Unidos que el ex presidente de México, Felipe Calderón, refirió que «el 90 por ciento de las armas que utilizan las bandas de narcotraficantes son producidas por fábricas de EEUU».
«Entre las armas, el consumo y el lavado de dinero, tenemos el principal problema. De última, Argentina sería una víctima de todo eso», agregó.
Por último, dijo que ante el avance del narcotráfico «hay que estar alertas y Argentina lo está haciendo muy bien».
En el informe el Departamento de Estado estadounidense advirtió sobre lavado de dinero, narcotráfico, corrupción y contrabando en Argentina. Según sostiene el documento, la Argentina sigue siendo «un país de tránsito», pero «hay una creciente producción de cocaína». En este apartado, advirtió sobre «retrasos judiciales que continúan complicando los procesamientos» contra narcotraficantes en el país y que «muchos argentinos creen que los crímenes vinculados con el narcotráfico crecieron».
Asimismo, insta a la administración de Cristina Fernández de Kirchner a «dedicar mayores esfuerzos y recursos para combatir» el narcotráfico y señala al «Paco» como «un problema particular entre los pobres», aunque apunta que la producción de esta droga en la Argentina crece pero a un ritmo «pequeño».