Cuatro denuncias formales y 1.425 damnificados por una suma cercana a los 214 mil pesos fueron las cifras que Fiscalía presentó en la audiencia imputativa a tres mujeres que no paraban de llorar. Las sindicó como partícipes de una asociación ilícita cuyos cabecillas, un hombre y una mujer, están con pedido de captura. Decían pertenecer a la organización Barrios de Pie (lo que luego se desestimó) y ofrecían anotarse en una lista a cambio de 150 pesos a modo de colaboración. El beneficio era entrar a un plan de trabajo que arrancaba en marzo. La labor consistía en realizar tareas de mantenimiento en el barrio. La persona debía trabajar dos horas, tres días por semana a cambio de unos 5.500 pesos, un bolsón de comida y en algunos casos también prometían una garrafa al mes. La gente se amontonaba para anotarse, sacaban de su bolsillo el dinero y dejaban una fotocopia de su documento a la espera del ansiado trabajo. Pero la mentira explotó antes de lo previsto. La gente comenzó a amontonarse en las casas de las personas que anotaban. Y hubo grupos de víctimas que se juntaron en la comisaría 19ª y 17ª para denunciar el hecho. También lo hizo el verdadero referente de la organización.
Este viernes tres mujeres fueron imputadas de partícipes de asociación ilícita, y a una de ellas además le achacaron tenencia de arma.
El juez Héctor Núñez Cartelle no aceptó la calificación elegida por la Fiscalía en relación a la existencia de una banda delictual, sí respecto a los hechos de estafa. Pero dispuso la libertad de las mujeres, que deberán presentarse quincenalmente en la Oficina de Gestión Judicial.
Sandra G., Cintia M. y Noelia P. fueron sindicadas como las reclutadoras. Para los fiscales Rodrigo Santana y Juliana González había otros integrantes de la banda, que aún no están identificados.
A la cabeza, estaban en calidad de jefes, Nicolás F. y María Soledad P. Ambos se encuentran prófugos: el primero se presentaba como el encargado, la mano derecha del referente de Barrios de Pie, y la segunda era quien coordinaba a las reclutadoras.
Para los fiscales se trata de una asociación ilícita que contaba con organización estructural, división de funciones y roles, relación jerárquica, medios materiales y poder de convocatoria masiva.
A las tres mujeres las imputaron ser partícipes de asociación ilícita y estafa. A Sandra G. además le sumaron la tenencia de un arma calibre 22 que encontraron en su casa tras el allanamiento.
La trama
En los últimos días la trama comenzó a cerrarse luego de que los damnificados dieran cuenta que habían sido engañados.
Todo se precipitó el miércoles a la tarde cuando un grupo se presentó en la casa de Noelia P. La mujer había sido quien anotaba a las personas que se acercaban, juntaba los 150 pesos y la fotocopia del documento.
Los damnificados le reclamaban ahora la devolución del dinero. La mujer se asustó, llamó a la policía y todos terminaron en la Seccional 19ª. Había unas 30 personas reclamando en la puerta de la seccional y ella quedó detenida.
La sospechosa, asistida por la defensora oficial, María Celia Pascuali, contó que se anotó como otros en la convocatoria, pagó los 150 pesos y entregó la fotocopia. Al otro día Nicolás se le presentó y le dijo que necesitaba personas que buscaran gente que quisiera ingresar al plan. Y luego le prometió que en marzo, cuando todos cobraran, ella se llevaría 10 mil pesos
“Nicolás nos daba órdenes por teléfono. Que teníamos que hacer, cómo hablar, que los 150 pesos eran un aporte y cada tres meses iba a aumentar lo que cobraban. Le pregunté si era verdad porque estábamos exponiendo nuestras casas, nuestras familias y dijo que si”, recordó Noelia P.
Finalmente contó que hizo la denuncia por recomendación de la mujer de la organización que también se acercó a su casa. A esta mujer le secuestraron lista con 43 personas anotadas y unos 32 mil pesos.
Las denuncias
Además de la presentación en la comisaría 19ª, cuatro damnificados se acercaron al Centro Territorial de Denuncias Centro el 22 de febrero.
También el referente de la agrupación Barrios de Pie denunció el uso del nombre de la agrupación para la comisión de una estafa. Contó que se comunicó con Soledad y ésta le mandó la foto de Nicolás, quien se presentaba como el referente de Barrios de Pie.
El testigo lo conocía de un club pero dijo que no era parte del grupo. Además declaró la mujer que se encarga de la copa de leche y de entregar los bolsones en la organización. Dijo que se enteró de la situación por su hermana y porque a su marido le llegó un mensaje en cadena ofreciendo el plan y dónde anotarse. Fueron hasta el lugar, era la casa de Cintia M. Aseguró que había unas 500 personas y llamó al 911.
Los allanamientos
Las otras dos detenciones se produjeron en tres allanamientos ocurridos el jueves.
En la casa de Sandra G. se encontró 97 fotocopias de DNI; 29 de las cuales tenían anexado 150 pesos, más 400 pesos sobre la mesa y un cuaderno con nombres y apellidos más otras dos hojas sueltas con más datos. Se secuestraron en un sobre 17.650, otros 900 pesos y 4.300 pesos en su billetera. Además un revolver calibre 22 largo con 8 alveolos y 8 cartuchos.
También se allanó la casa de María Soledad P. pero estaba vacía. Hacía dos o tres días que se había ido, dijeron los vecinos. Se secuestró su documento y fotocopias de documento de unas 8 personas.
El otro procedimiento fue en la casa de Cintia M. dónde se encontró una lista con la identificación de 87 personas, copia de sus documentos y la suma 6374 pesos.
Sandra G. hablo en la audiencia. Asesorada por Pascuali, se defendió. Contó que Nicolás la contactó y le ofreció el trabajo pero, como ella ya tenía, el hombre insistió hasta que la convenció de hacerlo en los ratos libres. Nicolás prometió pagarle 10 mil pesos en marzo. “A mí no me importaba, yo solo quería trabajar para la gente, yo tenía trabajo”, dijo la mujer.
Cuando todo se conoció aseguró que pidió un crédito en una financiera para pagarle a la gente porque Nicolás no la atendió más.
La última en declarar fue Cintia M. La mujer es empleada doméstica y no paró de llorar. Junto a su defensor Marcelo Argenti decidió declarar
“Me contactó Sole, que también es víctima como todos de este Nicolás F. y me contó del trabajo”, dijo. Explicó que aceptó inscribir a la gente que iba a su casa pero aseguró que esta persona los estafó a todos. Lo conoció recién el lunes en la casa de Soledad donde fue a llevarle la documentación y la plata que había juntado. Poco después la llamó Soledad diciendo que frene todo, que era una estafa. Iba a anotarse gente grande, discapacitada. “No sabía que era así, tenía a la gente en mi casa diciéndome estafadora”, aseguró.
Lo llamó para que le devuelva la plata, pero eso nunca pasó. Entonces un familiar le prestó un dinero que tenía y le fue devolviendo a la gente el dinero y haciendo recibos.
El jueves pensaba ir a la Fiscalía a denunciar, pero a la mañana llegó el allanamiento. Explicó que armó un grupo de whatsapp con la gente que le había entregado la plata para que fueran a buscarla. También ofreció todas las comunicaciones que tuvo con Nicolás.
Finalmente el juez evaluó la situación y dispuso solo aceptar la imputación contra el trio por estafa, eliminando la figura de asociación ilícita. Y dispuso la libertad de las mujeres, que deberán presentarse cada 15 días en la Oficina de Gestión Judicial.