La primera convención de historietistas de carácter internacional, titulada Crack Bang Boom, se desarrolla a pleno desde el jueves con una muestra en el Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC) –donde en la primera jornada se rindió un homenaje al ilustrador, pintor e historietista santafesino Juan Arancio– y una exposición en el Centro Cultural Parque de España (CCPE) de los no menos célebres participantes de este encuentro. Así, se exhiben ilustraciones –algunos originales– de Solano López, Altuna, Olivetti, Bobillo, Juan Sáenz Valiente, Ramos y Mandafrina más los excelentes trabajos del surcoreano Jim Lee, que también se pasea por la muestra.
Las actividades se iniciaron el jueves último y los fanáticos y artistas de las viñetas disfrutarán hasta mañana de los stands y muestras. Sin embargo, la jornada de apertura estuvo destinada a rendirle un homenaje al célebre pintor, ilustrador, historietista y argumentista santafesino Juan Arancio, autor de numerosas obras e ícono del auge de la historieta argentina hace varias décadas.
En la ocasión, el dibujante rosarino Esteban Tolj y las hijas de Arancio realizaron una descripción de la excelsa trayectoria del historietista. En este sentido, las dos hijas del autor leyeron una cariñosa carta de agradecimiento escrita por el dibujante, que no pudo asistir por cuestiones de salud. También se presentó el documental de Pablo Testoni titulado Caricia, la luz en alpargatas, sobre la obra del autor santafesino.
En diálogo con El Ciudadano, Tolj explicó: “Es un maestro total de la ilustración, el dibujo y la historieta. Era necesario un homenaje como éste”. Según apuntó el dibujante, la temática de los trabajos de Arancio fue tan amplia como comprometida con su propia realidad, cerca del río y la vida de los isleños. “En sus 50 años se caracterizó por adaptar obras clásicas de la literatura, entre ellos, Moby Dick, Sandocán, las historias de Julio Verne y hasta el Martín Fierro”. El trabajo de Arancio recorrió las principales editoriales argentinas como Frontera (creada por Héctor Germán Oesterheld en 1957), Skorpio, Récord y Columba, y sus ilustraciones para Manuel García Ferré en Anteojito.
“Es un maestro de la luz y la sombra, de la creación de ambientes. Eran todos trabajos hechos a pluma y pincel. Era genial con las texturas de lo vegetal y los animales”, valoró Tolj.