Administrar tiempos, invertir energías, dosificar esfuerzos. Saber que no se puede ir a fondo porque el objetivo de máxima vale la pena. Entender con filosofía de maratonista que la clave está en el final del recorrido y que una exigencia contundente antes de tiempo puede agrietar el trabajo realizado. No hay lugar para las dudas: es tiempo de certezas aunque los resultados no estén a simple vista.
No debe ser sencillo para ningún entrenador saber que debe competir durante varios partidos sin un plantel al tope de su rendimiento y menos por elección propia. Pero las circunstancias, el contexto, prácticamente obliga.
Algunas de las respuestas las podrá tener Mariano Junco, con la realidad de su Atalaya en los meses de pretemporada del Federal que coincidieron con el inicio de la Superliga local: “Junto con la dirigencia y el cuerpo técnico tomamos la decisión de iniciar la pretemporada apenas un par de días antes del inicio de la Superliga. Junto a Antonella Quattroqui y con el asesoramiento del Centro de Mediciones Médico-Deportiva de la Provincia de Santa Fe, planificamos seis semanas de trabajo que finalizaron el viernes pasado. Fue complicado hacerlo en semanas en las que tuvimos hasta tres partidos, pero decidimos rotar por minutos y jugar con 11 o 12 jugadores. Pusimos el foco en el Torneo Federal, como siempre digo respetando mucho nuestra competencia local pero sabiendo que teníamos que hacer la pretemporada. No nos desesperamos por los resultados pero sí por ponernos a tono desde lo físico. Ahora creo que ya estamos más sueltos”.
“La realidad es que elegimos darle vacaciones al equipo y arrancar más tarde que el resto de los equipos de la Superliga porque veníamos de doce meses, de agosto a agosto, en los que jugamos en promedio un partido cada cuatro días. Fueron 34 partidos de Torneo Federal y 58 juegos locales. Necesitábamos un tiempo sin venir al club, sin vernos, un pulmón de días de descanso”, agrega el entrenador del Azul, que fue bicampeón local, participó del último cuadrangular final, llegó lejos en el Federal en su campaña debut y ganó el Provincial U19, todo en un abrir y cerrar de ojos.
“Estimo que vamos a llegar con un rodaje de partidos interesantes y me parece que los otros equipos de la división no tienen una carga tan intensa de encuentros en corto tiempo. Es atípico pero es nuestra realidad y queremos jugar a nivel local y ser competitivos también. De todas formas, creemos que vamos a encontrar en el corto plazo los resultados que no se dieron en las primeras fechas, vamos a estar más cómodos”, explicó.
Paciencia. Como el depredador que elige a su presa, hay que saber cuándo moverse, en qué momento atacar, para que el efecto sea letal. Incluso a veces hay que dejar pasar alguna chance. Al final siempre llega el premio gordo.
Atalaya ya cerró su equipo para la temporada que se viene y cuenta con los mayores Maximiliano Yanson, Lautaro Suárez, Joaquín Ríos, Aaron Capra, Facundo Maruelli, Santiago Orellano y Lisandro Villa, más el Sub 22 Leandro Yanson y los Sub 19 Emanuel Rava, Juan José Borches, Alejandro Ettorre, Gonzalo Tapatta, Mariano Laurido, Brandon Lucero y Santiago Giraudo.
“Estoy conforme con el plantel, porque se adapta al presupuesto que tenía el club y dentro de ese margen es un buen equipo. Es real que por allí nos falta un tres natural y un cinco natural, como punto en contra. Leo Yanson es quizás quien más se acerca hoy al puesto de pivot, pero es un chico de 20 años que a futuro se proyecta como ala pivot, y en el lugar del alero repartimos tarea entre un base o escolta como Santiago Orellano y un escolta como Joaquín Ríos. Borches y Laurido pueden ser a futuro muy buenos en ese puesto”, analiza Junco sobre la diagramación de su propio equipo, y aclara: “Pero no me quejo porque es el equipo que quería tener. Dio sus frutos el trabajo con los juveniles y hoy los chicos compiten contra los mayores para ganar protagonismo”.
El inicio de la Superliga trajo varias derrotas y da la impresión que toda la familia del Azul tiene la cabeza puesta en el Federal y cuesta motivarse en el torneo local. Junco entiende que es lógico, pero no lo justifica: “Indudablemente influye en la cabeza de los jugadores que nuestro mensaje haya sido priorizar el debut del 19 de octubre en el Federal. No lo voy a negar. Pero eso no es excusa para perder partidos. En estos ocho juegos perdimos más de lo que ganamos, pero en la mayoría fueron finales cerrados. Estamos tranquilos y con la cabeza puesta en los objetivos que vienen. Es muy difícil poder repetir una temporada de Federal como la que tuvimos el año pasado, pero creo que estamos fuerte como grupo para afrontar lo que venga”.
Y reconoce que el desafío es superador: “Este va a ser un Federal más duro por la gran cantidad de jugadores que bajaron de otras categorías. En una zona de Santa Fe muy difícil y un formato exigente”.
Junco es el jockey de este Atalaya y eligió correr de atrás los primeros metros, pero confía en que cuando llegue el momento, la apuesta por su equipo sea segura y el sprint final efectivo.