El domingo fue la gran noche de Los Palmeras. Pero no sólo el grupo tuvo una velada para el recuerdo. Una presencia que tampoco pasó desapercibida fue la del gobernador de Santa Fe Miguel Lifschitz, quien hizo de anfitrión de la tradicional banda santafesina y hasta se subió al escenario donde le dirigió unas palabras a los miles de argentinos reunidos sobre la arteria Diagonal Norte.
Allí, el gobernador hizo referencia a la necesidad de cerrar grietas y a la función de la cultura, como forma de empezar a tender un puente entre los argentinos. “Es la música que nos mueve, que nos une a todos los argentinos. Estamos unidos por la música de Los Palmeras, gracias a todos los músicos. Adelante Santa Fe, adelante Buenos Aires, adelante Argentina”, dijo arriba del escenario en un minidiscurso muy aplaudido.
En su discurso, Lifschitz agradeció al gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el mismo que en 2017 le impidió la autorización para este mismo show. No quedaron rencores, parece. El público no pareció pensar lo mismo: los chiflidos se hicieron sentir y a viva voz se escuchó el “hit del verano” que ya no es propiedad exclusiva de los estadios de fútbol. Las caras de la administración Larreta brillaron por su ausencia.
“En este momento, en un país golpeado, tan dividido, que ha sufrido tanto en los últimos años, la de Los Palmeras es una música que alegra el corazón, que une a los argentinos, que integra a los sectores sociales, a los jóvenes con los mayores, a la familia. Por algo genera este fenómeno”, dijo el gobernador en diálogo con El Ciudadano tras el show de Los Palmeras y la Filarmónica de Santa Fe.
Y destacó: “Un gran orgullo santafesino de estar aquí en el Obelisco, en un lugar tan simbólico, donde ocurrieron tantos hechos de la Argentina, es el corazón del país y que podamos estar acá viviendo una fiesta de la música popular santafesina, de la cultura de Santa Fe, en un clima fantástico de alegría, transmitiéndolo a millones de argentinos por televisión, es la consagración definitiva de un género musical que yo asimilo al tango”.
También se refirió a los orígenes de la cumbia: “Es un género que nació de abajo, en la orillas, que muchas veces fue subestimado, porque es una música muy de barrio, de gente muy humilde, pero que hoy se ganó el sello de identidad de una gran música popular, de jerarquía, con este espectáculo”.
Sobre el fenómeno que se repite y ya pasó en Rosario, Santa Fe, Villa Carlos Paz y ahora en el corazón de Buenos Aires, Lifschitz apuntó: “Este espectáculo llega al corazón del pueblo, moviliza, une y nos conmueve y por eso queremos llevarlo a todos los rincones del país”.
“Que podamos estar aquí mostrando nuestra música es algo que nos reconforta. Las personas necesitan obras, seguridad y que mejore la economía, pero también necesita alegría para el corazón”, concluyó el gobernador.