Más de 18 mil vehículos fueron remitidos al corralón municipal en lo que va del año. Se trata de motos y automóviles secuestrados durante los procedimientos que el municipio realiza diariamente y también en el marco de los denominados operativos integrales, en los que se fiscaliza además, la actividad comercial y el uso del espacio público y se concretan tareas de limpieza y ordenamiento de las calles.
El último se cumplió el miércoles en la zona norte de la ciudad, con el saldo de dos comercios cerrados y una quincena de autos y motos secuestradas.
A cargo de las áreas de control municipales, Pablo Seghezzo confirmó que “durante 2014, en procedimientos ejecutados por nuestro personal junto con agentes de la Unidad Regional II de Policía y efectivos de las fuerzas federales, fueron llevados al depósito municipal 13.695 motos y 4.645 autos”, lo que totaliza 18.340 unidades.
En el mismo período sus propietarios retiraron del depósito 6.742 vehículos.
Faltas y abandono
El funcionario explicó que estas unidades fueron secuestradas porque sus conductores no pudieron acreditar la documentación reglamentaria, no llevaban consigo los elementos de seguridad obligatorios o dieron positivo en los test de alcoholemia.
También hay entre ellos coches que fueron abandonados en la vía pública.
Las remisiones se concretan durante los operativos que la secretaría de Control y Convivencia Ciudadana lleva a cabo diariamente, de lunes a lunes, en horarios diurnos y nocturnos.
“Una de nuestras prioridades es garantizar un tránsito seguro para todos y para ello debemos controlar el correcto cumplimiento de las normas y sancionar a quienes no las respetan”, advirtió el funcionario.
Operativos adicionales
El secuestro de vehículos también se concreta en los denominados operativos integrales que tienen lugar cada miércoles en distintos puntos de Rosario.
“En esas intervenciones nos hacemos presentes en una zona de la ciudad a fin de controlar el tránsito, promover una actividad comercial acorde a la normativa vigente así como garantizar el correcto uso de los espacios públicos de parte de todos los vecinos”, indicó Seghezzo.
En este sentido, confirmó que anteayer se llevó a cabo un operativo de estas características en el radio comprendido por bulevar Rondeau, Martín Fierro, vías del ferrocarril Mitre y la colectora Juan Pablo II, en cuyo transcurso, por falta de higiene y salubridad, fue clausurado un supermercado ubicado en Rondeau a la altura del 4000.
Actas y clausuras
En el mismo procedimiento también se clausuró por el mismo motivo una distribuidora de productos para panificación ubicada a una cuadra del negocio anterior, y se labraron actas por falta de libreta sanitaria, certificado de desinfección, higiene y permisos de publicidad y toldo.
Otra de las acciones desarrolladas en el operativo fueron los controles sobre el tránsito.
“Se remitieron 15 motos al depósito municipal porque sus conductores no pudieron acreditar la documentación reglamentaria o no llevaban consigo los elementos de seguridad obligatorios”, apuntó el secretario, quien agregó: “Dos autos abandonados en vía pública tuvieron el mismo destino”.
Otras tareas
Paralelamente, se concretó el despeje de luminarias en árboles de la zona intervenida, se limpiaron de escombros y basura los espacios públicos y también se desmalezó. Por otra parte, se blanquearon columnas y paredones del barrio pintadas con leyendas de hinchadas de fútbol y se cubrieron y retocaron los muros de la plaza Soldado Desza, en calle Spegazzini y Apóstoles.
En tanto, agentes municipales efectuaron intimaciones a dueños de inmuebles por la ocupación de acera con materiales de construcción y otros elementos, como tambores de chapa, por ejemplo.
Sólo se retira la tercera parte
Los vehículos recuperados por sus propietarios del corralón municipal –previo compromiso de reposición o reparación de los elementos de seguridad faltantes y pago de las multas correspondientes a las faltas que originaron el secuestro– fueron 6.742 en lo que va del año.
Comparados con los 18.340 retirados puede calcularse que aproximadamente un tercio de los propietarios afectados aceptaron la trasgresión cometida, auque debe tenerse en cuenta que no todos los vehículos retirados habían sido secuestrados esta año sino que se hallaban en el corralón desde tiempo antes.
La proporción lleva a interpretar que en buena parte los vehículos incautados ya no poseen valor comercial significativo y explicaría por qué deben realizarse periódicas compactaciones de vehículos que se destinan a chatarra cuando pasado un plazo prudencial no son reclamados y se agota la capacidad de guarda de los predios destinados al efecto.
