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Este jueves y viernes, dos jornadas para repensar el Rosariazo de mayo del 69

A medio siglo de la gesta popular rosarina contra el gobierno militar de Juan Carlos Onganía, el Grupo de Estudios de Fotografía Latinoamericana Contemporánea de la UNR organizó dos jornadas en el ECU de las que participarán fotógrafos, investigadores y documentalistas de la ciudad y de Buenos Aires

Este jueves y viernes, en el ECU –Espacio Cultural de la Universidad–, un equipo de investigadoras e investigadores de UNR desarrollará las jornadas “A 50 años de los Rosariazos: archivos, imágenes, memorias y relatos”. La coordinadora del Grupo de Estudios de Fotografía Latinoamericana Contemporánea, Leticia Rigat, contó a El Ciudadano que les interesa pensar cómo se construye la memoria colectiva, cómo se retrata la época en imágenes y traer ese pasado para reflexionar sobre el presente.

El grupo se conformó en octubre del año pasado en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales y desde un primer momento decidieron trabajar sobre los hechos acontecidos en la ciudad en mayo y septiembre de 1969. Rigat es doctora en Ciencias Sociales por la UBA, magister en Estudios Culturales por la UNR y licenciada en comunicación social por la UNR. También es investigadora y docente. Le parece importante que se estudien y revisen los Rosariazos como eventos que surgieron contra un régimen militar y que tuvieron como eje la demanda por más libertad.

Así pensaron las jornadas que se desarrollarán este jueves 9 de mayo desde las 14.30 y este viernes 10 de mayo desde las 15 en el ECU (San Martín 750). Tuvieron como objetivo detenerse en las representaciones simbólicas que hacen al recuerdo colectivo y a la construcción de sentido sobre estos hechos. Articularon trabajos académicos «donde se pudiera pensar el tratamiento de las imágenes en los medios así como el uso de la imagen y las estéticas de la protesta social». Para esto invitaron a fotógrafos, documentalistas e investigadores de Rosario y Buenos Aires. Entre ellos, estarán los fotorreporteros Alejandro Guerrero y Franco Trovato Fuoco del diario El Ciudadano.

La docente y becaria del CONICET explicó que les parece importante que las personas que trabajan sacando fotos en los medios puedan contar cómo es poner el cuerpo en la calle, desde qué lugar registran y cómo lo hacen «en un contexto actual donde la prensa es constantemente atacada, reprimida, cuestionada en el relevamiento de las marchas sociales».

«El Rosariazo indicó un mapa más federal de los conflictos»

Una de las invitadas es la docente e investigadora de la UBA, Cora Gamarnik. Es conocida, también, por sus publicaciones en redes sociales que se viralizan. Ahí analiza fotos actuales e históricas, propone afilar la mirada y desnaturalizar los elementos de las imágenes. Para estas jornadas, preparó una ponencia sobre el tratamiento mediático que recibió el Rosariazo, sobre todo, de mayo en los medios de tirada nacional.

«Siento que los Rosariazos están bastante olvidados en la historia de las luchas estudiantiles y obreras de Argentina», planteó y agregó que ponerlo en agenda ahora ayuda a entender que hubo un cúmulo de luchas en esa década que no se reduce al Cordobazo sino que empezó con el Correntinazo, el Rosariazo y movilizaciones en Cipolletti. «Estas jornadas ayudan redimensionar un hecho histórico que quedo eclipsado por el Cordobazo que vino inmediatamente después y que tuvo una trascendencia nacional más relevante por sus propias consecuencias. El primer Rosariazo no solo sentó precedente sino que indicó un mapa más federal de los conflictos», argumentó.

Para Gamarnik las sociedades actuales están muy expuestas a la visualización de nuestras vidas y sin embargo casi no hay estudios académicos que analicen lo que pasa con la fotografía periodística, la fotografía vinculada a los acontecimientos sociales ni a la que aparece en redes sociales. «Por un lado, tenemos cuantitativamente cada vez más exposición a imágenes, más producción de imágenes y mas visualización de nuestras vidas, tanto privadas como públicas . En simultáneo, inversamente proporcional a eso, tenemos pocos estudios, poca reflexión teórica sobre sus significados, poco análisis. Mi intención, tanto lo que hago en Facebook como en mi trabajo docente y de investigación, es tratar poner mi grano de arena para saltar ese bache».

Gamarnik se dedica desde 2008 al estudio del fotoperiodismo argentino; investigó la década previa a la última dictadura cívico-militar, la dictadura misma y la etapa de recuperación democrática. Expondrá el viernes a las 18.30 junto a Elizabeth Martínez de Aguirre, profesora en Letras (UNL), doctoranda en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y ex directora de la Escuela de Comunicación Social de la UNR.

Detenido por mostrar la realidad

En febrero de este año, Bernardino Ávila retrató en Buenos Aires a una mujer mayor levantando  berenjenas de la calle mientras cientos de policías desarmaban a la fuerza un verdurazo organizado por pequeños productores. La foto circuló por todo el mundo. A los dos días, mientras cubría otra protesta social, fue detenido y acusado por resistencia la autoridad. Después de casi once horas fue liberado. El fiscal a cargo todavía no decidió si archivará la causa o la pasará al juez.

Ávila trabaja en Página 12 y es uno de los invitados a las jornadas, donde compartirá un panel con fotoperiodistas de El Ciudadano, Posteo y La Capital. Le parece importante poder pensar cómo los fotógrafos de la época seguían las movilizaciones y cómo se exponían para poder estar cerca de los acontecimientos: «Me parece asombroso, hay que destacarlos. Te muestran lo que eran la calles, cómo vivía la gente».

Cubre distintos tipos de actividades y tiene mucha experiencia en la cobertura de movilizaciones callejeras. Cuando asiste a los hechos intenta reflejar «el esfuerzo que hace la gente por estar ahí, incluso a veces con sus hijos» y también busca contar cómo se mueven las fuerzas de seguridad y cómo reprimen. Finalmente lo que espera es la sorpresa, ese momento, por ejemplo, en que una señora se agacha a levantar las berenjenas. Esa foto después va a hablar por él.

Para Ávila hablar de los Rosariazos, recuperar su historia y repasar cómo y por qué fueron las movilizaciones es muy importante en el actual contexto político, social y económico: «La Argentina de hoy se asemeja en varias cosas del por qué esas personas salían a la calle».

En la capital del país las represiones a manifestaciones sociales se vienen recrudeciendo sobre todo, apuntó el fotógrafo, desde las protestas contra la reforma previsional en diciembre de 2017. Desde entonces, la prensa recibe un trato mucho más severo que años atrás. Son directamente filmados por las fuerzas de seguridad y los roces con las mismas son cada vez más frecuentes. También contó que hay más dificultades para el acceso a áreas de gobierno.

Corridas de obreros y estudiantes

En el marco de estas jornadas, también estará presente el documentalista rosarino Charly López, que empezó a trabajar en el documental Rosariazos en 2004. La investigación periodística se basa en archivos fílmicos que López consiguió de coleccionistas y en testimonios de periodistas que cubrieron los hechos y protagonistas como estudiantes y obreros. El jueves a las 17 hs participa de uno de los paneles donde proyectará fragmentos del documental. Comparte panel con Enrique Marcarian (ex editor de Reuters) y José Granata (fotoperiodista de Télam).

«Rosariazos» recupera imágenes emblemáticas de mayo del 69 en la ciudad: vecinas y vecinos de los edificios céntricos que arrojaban papeles y material combustible para que los estudiantes pudieran enfrentar a la policía y disolver los efectos de los gases.

Más información sobre las jornadas: http://www.rosariazos.org/#

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