Esteban Alvarado, el hombre de 42 años sindicado como narco y con antecedentes por robo de autos, fue trasladado este sábado a Rosario desde Córdoba, donde fue apresado una semana atrás, y será imputado este lunes por el asesinato del prestamista Lucio Maldonado, cuyo cuerpo apareció frente al barrio Las Flores en noviembre último. De acuerdo con lo que adelantó la Fiscalía, el rol del acusado en el crimen de características mafiosas puede ser el de instigador, aunque recién se conocerá la calificación durante la audiencia, prevista para las 14.
Alvarado fue detenido en la tarde del sábado 2 de febrero último en un camping cercano a la localidad cordobesa de Embalse Río Tercero. Allí lo ubicó una comitiva de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), y lo arrestó mientras se encontraba con su pareja, sus dos hijos y un par de hombres. También le incautó un teléfono celular pese a que el prófugo lo tiró al lago, de donde los detectives pudieron recuperarlo.
Después de estar transitoriamente detenido en la seccional de Embalsa fue llevado a la cárcel de Bouwer, de donde este sábado efectivos santafesinos lo trajeron de nuevo a Rosario. Este lunes, a las 14, los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery le achacarán el homicidio de Maldonado, un hombre con profusos vínculos con la compraventa de vehículos y cuya actividad económica principal, dicen los investigadores, era la usura.
Maldonado fue secuestrado durante la madrugada del domingo 11 de noviembre en la puerta de su casa de barrio Tablada, en Garibaldi al 600. Según quedó registrado en cámaras de vigilancia, cuatro hombres armados lo metieron dentro una camioneta y se lo llevaron. Según la pesquisa, el primer destino fue una quinta ubicada en el paraje Los Muchachos, sobre la ruta A012, en jurisdicción de Piñero, que pertenece a Esteban Alvarado.
El cadáver fue hallado a la vera de la autopista Aramburu, no muy lejos del cruce con Circunvalación, en un cardal, en la mañana del martes 13. Según los médicos llevaba 36 horas sin vida. Tenía dos tiros en la espalda y uno en la nuca. En un bolsillo había una nota: “Con la mafia no se jode”. Tras el crimen hubo 15 allanamientos, entre ellos su casa en el barrio Funes Hill donde estaba su esposa, la sede de su empresa de transporte en la zona oeste, un domicilio donde se buscó a su hermano, y un departamento en Condominios del Alto, donde se encontraron con el subjefe de inteligencia antidrogas de la Policía de Investigaciones de Rosario (PDI), Javier Makhat, ex custodio de la Fiscalía, quien dijo ser dueño de la costosa vivienda y de dos cocheras.