Las puertas del D7 están abiertas, las mesas listas para recibir a los que van por el menú del mediodía. Es lunes y hay pollo a la portuguesa. Entre la gente, Carolina Bossa y Mercedes Iannielo charlan, se ríen. “¿Viste que hace poco las mujeres nos estamos uniendo y cotejando nuestras experiencias?”, empezó Mercedes, por si había algún distraído. Ninguna habla poco y se podrían presuponer largas charlas previas con café, mate o cerveza de por medio, porque se vienen cruzando desde principios de los 90. “Caminamos la misma escena”, señaló más tarde quien hoy es líder de Mercedes y Los Un Millón. Ellas, junto a Gabriela Segovia y Flor Croci, se reencontraron en las reuniones del Colectivo de Mujeres Músicas Rosario. Las reunió la militancia y una historia en común que las hace Pioneras del Rock Rosarino. Son esas que junto a otras escribieron la historia musical de una ciudad más allá de que una parte que quedó invisibilizada.
La reunión en el D7 es para adelantar el ciclo que comenzará esta noche cuando Carolina Bossa suba al escenario para repasar su carrera musical y también para adelantar los temas de su próximo disco, el cuarto en su camino solista.
“La idea es visibilizar que venimos tocando hace mucho”, dijo Mercedes. “Y que seguimos”, agregó Carolina.
Fue a principios de los años 90 que comenzó el recorrido de estas cuatro referentes de la música local. Desde las peñas en las que se animaron a tocar por primera vez una guitarra hasta los shows para los que armaban collages que fotocopiaban y pegaban en las paredes para que las vayan a ver, “intentando siempre que no nos metan presas”, recordó Mercedes entre risas.
“Me acuerdo haber visto un afiche tuyo con tu cara en la facultad”, dijo Gaby cuando se incorporó a la charla mirando a Carolina. “Sí, yo puse la cara de una”, se rió Caro. “Era muy difícil animarse; cuando empezamos con Ama de Llaves era muy raro ver una banda de chicas”, apuntó la bajista.
Es que Gabriela Segovia fue parte de una de las primeras grandes revoluciones femeninas en la música en la ciudad. Cambio de Hábito, con Florencia Crocci a la cabeza y Ama de Llaves fueron las primeras bandas completamente integradas por mujeres en habitar la escena local.
“Hay tanto para hablar”, dijo Mercedes. “De los 90, de nosotras, de Rosario. Nosotras nos venimos viendo durante muchos años. Con buena onda. Con colegas, compartiendo experiencia, pero sin demasiados cruces desde otro lugar. Hace poco más de un año y medio hicimos un click y pensamos: «Tenemos que hermanarnos porque acá hay algo en lo que nosotras no estamos como mujeres o que recién ahora estamos empezando a estar»”, apuntó Caro. Y profundizó: “Vivimos cosas parecidas; eso de sentirnos no demasiado visibles en nuestros trabajos. En distintas carreras pasa lo mismo. Es una cuestión de lo femenino”.
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“Miro para atrás y veo a esa chica que quería hacer música y lo hizo. Había como una inocencia en ese sentido: si analizaba el contexto no lo hacía. Pero fue más fuerte el deseo. Muchas compañeras de ese momento ya no siguen y no es casual”, dijo Mercedes mirando hacia arriba, seguramente recordando sus nombres.
Carolina se acuerda de preguntas: “¿Para cuándo los hijos? ¿Y la casa?”, le decían. “Y todos los comentarios que se te ocurran”.
“Es muy complicado. Hasta el día de hoy siento que tenés que dar explicaciones para hacer arte”, analizó Mercedes.
Lo cierto es que esta noche empiezan un ciclo. Será el puntapié inicial para repasar una historia que no fue contada, en un contexto que las interpela y las convoca. Después de haber logrado la sanción de la Ordenanza de Cupo Femenino en los Escenarios de la ciudad y la ley a nivel nacional del 30 por ciento.
“Es algo que está muy bueno”, dijo Mercedes. Pero acotó: “El desafío es la implementación”. Las legislaciones, los ciclos, son el comienzo para mostrar a muchas mujeres. “Pero el paradigma se rompe con las mujeres no compitiendo entre ellas sino unidas. Eso es lo más importante. Que haya leyes que acompañen está bien, pero lo más importante es el cambio de paradigma”.
El grabador se apaga. Pero se va a volver a prender, la charla sigue y la historia se seguirá contando cada miércoles de marzo cuando cada una de ellas repase su anecdotario y muestre lo nuevo sobre el escenario.
Caro Bossa inicia el ciclo
Cuando era chica, Carolina Bossa era incontrolable, una pequeña hiperactiva que no se quedaba quieta por y con nada. A los dos años su hermana le había enseñado a tocar un piano “hiper” pequeño, pero quedó ahí. Probaron mandándola a distintos deportes, pero nada. Seguían sin saber qué hacer con el terremoto. A los 11 vio de lejos una guitarra. Estaba en la casa de su tía, la agarro y empezó a tocar frenéticamente. “En ese momento dije: ¡Quiero hacer esto!”, recordó. Empezó a estudiar con el hijo de Carlos Pino, el folclorista. “Vivian en la esquina de mi casa. Empecé a estudiar y ahí la niña se calmó”, recordó.
En los primeros años quiso ser concertista, “pero había que ser muy seria para eso”, dijo entre risas. Quería cantar y hasta los 18 hizo covers de rock nacional. “Primero tocaba en la escuela. Después di mis primeros recitales en varios bares que me dijeron que me iban a pagar y no me pagaron. Fueron varios recitales de covers, todos gratis. Rotábamos. Ahí nos empezamos a cruzar con algunas de las chicas. Con Gaby me cruce porque algunos años después armó un grupo con mis amigas (Ama de Llaves). Roxana, que había tocado conmigo en La Suplica, que fue mi primera banda de rock and blues, se fue a tocar con ellas”, relató Caro.
“De los 12 a los 15 tiraba todas las canciones que escribía. A los 15 las empecé a guardar”. Así, Carolina marca sus inicios como cantautora. “Encontré un vehículo para expresarme; mis primeras canciones las presenté con La Suplica”, dijo sobre la formación con la que editó su primer disco, Compilado 10 años (1994 2004).
“Le puse ese nombre para reivindicar otra lucha: el under. A partir de ese material pudimos ir a los medios, hacer algunos videos, valorizar el trabajo”, repasó.
En el 95 se disolvió La Suplica y Carolina comenzó a ser oficialmente solista. Ahora, después de aquel compilado y de los materiales Formas distintas y Caminante, la cantante prepara un nuevo disco. “Lo estamos armando hace más de un año. Voy a sumar unos temas más y va a salir. El titulo lo tengo casi definido, es el de una canción que es casi una clave, que hice para mi hija que fue lo que me cambio la vida en 2015”, dijo. Y adelantó: “Seguimos con el rock en formato cuarteto, pero hay un par de temas distintos en los que estoy incursionando en algo nuevo, el electro”.
GRILLA DE PIONERAS
Todos los miércoles de marzo, a partir de las 21, tendrá lugar en el Distrito Siete, de Ovidio Lagos 790, el ciclo Pioneras del rock:
- Este miércoles: Caro Bossa presenta nuevas canciones de su próximo disco en formato de trio eléctrico, Juan Flores en bajo y Ramiro Nazur en batería.
- El miércoles 11: Gaby Segovia se presenta junto a Ayax Anania en guitarra, Nahuel Sterpone en batería, Fabricio Di Giacomo en sint y Fabricio Maragliano en bajo.
- El miércoles 18: Mercedes Ianniello tocará con su proyecto Mercedes y Los Un Millón conformado junto a tres músicos de amplia trayectoria como son Federico Baronio, Ezequiel Fructuoso y Walter Randisi.
- El miércoles 25: Flor Croci junto a Sofía Pasquinelli van a presentar su formato “guitarra + guitarra”.