La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Barnes de Carlotto, recordó que le rogó al represor Reynaldo Bignone que su hija Laura fuera juzgada, al declarar hoy ante la justicia. «No la maten, júzgenla», fueron las palabras que le dijo a quien llegó a ser dictador cuando buscaba a su hija Laura Carlotto, ante lo cual Bignone respondió «hay que hacerlo».
Estela de Carlotto brindó su testimonio ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, que investiga delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención de La Cacha en la capital bonaerense.
Durante la audiencia explicó que le pidió al represor: «si ya la mataron entréguenme el cuerpo, no quiero volverme loca buscándola» y recordó “el 25 de mayo del 1978, la comisaría novena nos manda un parte diciendo que se citaba a los padres de Laura Carlotto para presentarse en la comisaría de Isidro Casanova”.
“Eso nos generó mucha emoción de pensar que nos entregarían a Laura, pero también pensamos lo peor”, explicó ante el tribunal, y narró tristemente que “al llegar, el comisario nos mostró un documento de Laura y me dijo «lamento informarles que ha fallecido»”.
Carlotto explicó que “yo ahí perdí la cordura y les dije «asesinos, la mataron, dónde está el niño», y me dijo que no había ningún niño, y mientras intentaban calmarme me dijo que me llamó para entregarme el cuerpo de Laura, y eso ocurrió”.
“La partida de defunción decía NN, y ella estaba destrozada, mi esposo no quiso verla”, declaró y explicó que “al día de hoy saco conclusiones y pienso que ellos (los militares) pensaron en que nuestra familia con eso se destruiría, pero se equivocaron porque una madre nunca olvida, y una abuela nunca para de buscar”.
Carlotto repudió que “la historia oficial de estos asesinos fue que Laura nunca estuvo detenida ni embarazada, y que fue abatida porque andaba en un coche armado hasta los dientes y que no se detuvo en un control policial”.
“Pero hoy sabemos gracias a los peritos que fue asesinada, y que previo al asesinato se defendió porque le quebraron un brazo, que tuvo un niño a termino por las marcas en los huesos de su cadera, que fue asesinada de espaldas y a 30 centímetros de distancia le pegaron un tiro en la cabeza”, resumió.
Estela de Carlotto sostuvo que “también supimos que estuvo detenida en La Cacha, y en estos años se ha podido reconstruir la historia de estos centenares de centros clandestinos, sus nombres, personajes que cometieron estos crímenes aberrantes”.
“Todo esta lucha y esta tarea de los peritos sirvió para mostrar la verdad ante el mundo entero, y en ese cementerio yo pude verla, ver sus huesos, su ropa de cautiverio, y logré hacer un cierre del velo, pero con mas fuerzas para seguir buscando a mi nieto, que nació aproximadamente el 26 de junio de 1978, es decir que en pocos días cumple 38 años”, apuntó.
Finalmente, remarcó que “yo tengo 13 nietos más, pero me falta Guido. Yo soy católica y digo que a lo mejor, de mis palabras algo puede llegar al corazón de los que hoy están siendo juzgados y que digan, donde está Guido, dónde están los nietos”.