Para los que necesitaban estadísticas que corroboraran el salto inflacionario que adelgazó violentamente las billeteras argentinas luego de las Paso de agosto, el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET) presentó su informe mensual de inflación correspondiente a ese mes que da un 4,3 %. Una de las diferencias de la inflación que calcula el IET respecto de la del Indec es que se mide a aquellos hogares donde el jefe es asalariado registrado (34,2% del total).
El organismo que forma parte de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), informó que la inflación preliminar de agosto, que implica una aceleración del 2,2% respecto de julio. Es decir, agosto fue casi el doble que julio.
Si se mide en lo que va del año la inflación ya acumuló un 30,5%. Y si se realiza la medición interanual de agosto del año pasado a este, los precios treparon un 55,1%.
Las proyecciones para septiembre son aún más preocupantes, pues cubre el pasaje de la corrida del dólar a los precios que se terminó de llevar adelante este mes. Según el IET, “es altamente probable que la inflación acumulada de 2019 supere a la del año pasado (48%), convirtiéndose de este modo en la más alta desde 1991”.
Los que más subieron: “Educación” un 13,7%, producto de la actualización de cuotas en colegios privados tras las vacaciones de invierno. El rubro de los electrodomésticos, “Equipamiento y mantenimiento del hogar”, picó hasta el 5,8 %.
Por debajo del promedio, impulsada por las alzas en medicamentos, el rubro Salud marcó un 3,5%. En tanto, Alimentos y bebidas, que es el rubro de mayor peso en la canasta, subió un 3%. “La razón de que la suba en alimentos haya sido menor al promedio tiene que ver con el impacto de la baja de IVA en ciertos productos de la canasta básica, que amortiguó parcialmente los efectos del salto devaluatorio. Mientras que, en promedio, los alimentos contenidos en el programa de exención de IVA bajaron 0,3% en agosto, los que quedaron excluidos de la medida treparon por encima del 4%”, explica el informe. En síntesis, el impacto de la medida es sólo de un 0,5%.
Según el mismo informe, el poder adquisitivo desde noviembre de 2015 es de 18,4%, cerca de la más abrupta caída que tuvo lugar en 2002 cuando llegó al 22%. Así se puede ver en el cuadro confeccionado por el IET.