No tuvo dudas al respecto. “Este es el logro más importante de mi carrera, no tiene comparación con nada de lo que me tocó conseguir hasta ahora”, dijo Diego Lagos, uno de los futbolistas con más presencias del Central de Miguel Ángel Russo, el que logró la vuelta al círculo superior del fútbol argentino.
Así, el marplatense de 27 años ubicó el ascenso conseguido con los auriazules por encima del título de primera que obtuvo jugando en Lanús, en la temporada 2007.
Feliz por el presente del Canalla, Lagos no ocultó su “sorpresa” por la forma en el que los hinchas de Central celebraron el regreso a la primera división. Y ponderó el hecho de haber logrado “la continuidad que buscaba” en el equipo que dirige Russo.
—Este que conseguiste en Central, ¿fue el éxito más importante de tu carrera?
—Seguro. Había integrado el plantel de Lanús campeón de primera en 2007. Pero jugué los primeros partidos y después una lesión me dejó al margen.
—En los últimos dos años encontraste continuidad.
—Es una de las cosas que más rescato desde lo personal. En Lanús me tocó atravesar una etapa fea, de lesiones, que me hicieron perder tiempo y lugar. Por eso me fui a Instituto, para tener continuidad y darle otro rumbo a mi carrera. Allí pude tener la continuidad que quería. Pero acá, en Central, siento que me consolidé.
—¿Qué te dio, en lo profesional, esta continuidad que lograste?
—En particular, mucha experiencia y tranquilidad para afrontar distintas situaciones. Por suerte me tocó pelear el campeonato los dos años, atravesando situaciones de tensión, pero hace que todo jugador crezca. En lo personal estoy muy contento. Este año me tocó jugar en una posición que no conocía y eso también me ayudó a crecer.
—¿Te costó encontrarle la vuelta al puesto?
—Sí, porque todo cambio cuesta, pero fue positivo, y si el día de mañana me toca volver a jugar de delantero sé que lo puedo hacer. No tendría incovenientes.
—¿Pensabas hace unos meses que hoy ibas a estar hablando de esto, en medio de lo que fue un arranque complicado?
—Es una de las cosas que pensé en estos días. Cuando arrancó el torneo estábamos muy mal, charlaba con mi familia y decíamos que era una lástima que siendo un club tan grande no pudiera tener buenos resultados. Por eso, ahora quiero disfrutar de este presente. Los buenos momentos son efímeros en el fútbol, duran muy poquito.
—¿Cómo viviste los festejos que se dieron al término del partido del martes ante Aldosivi de Mar del Plata?
—Sabía que Central tiene mucha gente, pero no imaginaba todo lo que fue el espectáculo del martes. Los festejos, el seguimiento de los hinchas hasta el Monumento desde el estadio. Esto no lo había vivido nunca y no me lo imaginaba tampoco.