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“Estoy a disposición de la familia para que haya justicia»

La mamá de la joven baleada por el acusado de la muerte de Marisol Ghiraldi recordó el hecho que cambió la vida de su hija. La mujer contó que tuvieron que irse de Rosario por el episodio

Ana Laura tenía 16 años cuando el ex novio, Yamil Juan López, le pegó un tiro en la cadera un mediodía de octubre de 2007. Habían salido durante tres meses hasta que ella terminó la relación con el chico que por entonces tenía 17. Ana Laura perdió parte del intestino y la vejiga, y estuvo seis meses con un ano contranatura y una sonda para ir al baño. Para la Justicia fue un accidente. Ella se mudó a Córdoba donde vive en la actualidad con el deseo de rehacer su vida y una bala en la columna que le recuerda la falta de Justicia. Este martes vio el nombre de López en las noticias y llamó a la madre. Habló con las integrantes de la Asociación de Mujeres Resilentes (Amur) y con los familiares de Marisol Ghiraldi, la mujer que murió este domingo por quemaduras en más de la mitad del cuerpo. Exactamente 11 años después del balazo que le cambió la vida, López era detenido. Si el lamentable final de Ghirardi cerró para ella una etapa de su vida, recordar su historia quizás ayude a que otra familia encuentre la Justicia que ella tanto esperó.

“Me pongo a disposición de la familia de Ghiraldi para ayudar en la causa y que haya Justicia. Ese hombre merece perpetua”, dijo a El Ciudadano Ana, la mamá de Ana Laura.

El mediodía del 19 de octubre de 2007 Ana Laura había terminado de almorzar con su familia en la casa de barrio La Esperanza. Buscó la mochila, saludó a la familia y partió para la escuela ubicada a unas cuatro cuadras. Pasaron 15 minutos y una persona golpeó la puerta de la casa. Ana Laura estaba desmayada en el piso con un tiro en la vagina. Su ex novio Yamil Juan López le había disparado. Se habían conocido en el barrio y estuvieron juntos por tres meses hasta que Ana Laura lo dejó.

La familia la llevó hasta el Hospital Alberdi, el mismo al que entró Marisol Ghiraldi el miércoles pasado con quemaduras de tercer grado en el 60 por ciento del cuerpo. Los médicos le dijeron que le habían disparado a quemarropa con un revolver calibre 38 y la derivaron de urgencia al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Ana Laura estuvo más de cuatro horas para salir del quirófano. La bala había atravesado el intestino, la vejiga y tocado el útero. Sacarla era poner en peligro su vida, por lo que el plomo quedó adentro del hueso donde empieza la columna. Estuvo 20 días internada y volvió a la casa con 18 kilos menos. Al tiempo, una complicación la regresó al quirófano.

Ana Laura volvió a la casa y pasó los siguientes seis meses con un ano contranatura y una sonda para ir al baño. La familia no quería estar cerca del agresor. Vendieron todo y se mudaron a Córdoba, donde Ana Laura vive en la actualidad.

“Lo quería encontrar para mirarlo a los ojos y preguntarle por qué le hizo eso. Ella no puede tener hijos. Vive con una cicatriz de 70 puntos y una bala en el coxis. Nos arruinó la vida”, dijo la madre.

Después de dispararle, López huyó. Según contó la mamá de Ana Laura, estuvo prófugo cerca de 15 días y volvió para declarar un día antes de cumplir la mayoría de edad. En la Justicia dijo que el disparo fue un accidente. El tiro salió cuando le mostraba a su ex novia una pistola calibre 38 que había encontrado al patear una bolsa por la calle a metros de uno de los bancos de la plaza de Casiano Casas y Manuel García. Una segunda versión decía que el disparo fue una venganza de un hombre que había hecho negocios con el padre de Ana Laura.

El abogado de la familia les dijo que López era menor de edad y que no podían hacer nada. Cuando este martes Ana Laura leyó el nombre en las noticias sintió esperanza en que después de 11 años pudiera encontrar Justicia. “Me mandó un mensaje. Habló con el padre y lloró. La familia de Marisol se comunicó con ella. Yo estoy dispuesta a colaborar con ellos”, agregó la mamá.

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