El cineasta chileno Che Sandoval estrenará este jueves en los cines locales Dry Martina, una comedia protagonizada por la actriz argentina Antonella Costa, en la que sigue el viaje íntimo y transformador de una cantante venida a menos, frígida y desencantada por sus fracasos amorosos, que parte a Chile en busca de un hombre que la satisface sexualmente y, en lugar de ello, encuentra el afecto que necesitaba y no hallaba en Buenos Aires.
Radicado en Argentina desde hace muchos años, el autor de Te crís la más linda y Soy mucho mejor que voh retoma en esta coproducción chileno-argentina su pasión por la comedia irreverente aunque con la diferencia de que ahora su protagonista no es un hombre, sino una mujer fuerte y segura de sí misma, muy franca y consciente de su sexualidad, cuyas peripecias no transcurren en una única noche sino en varios días muy alocados.
Cine de autor
“Mis tres películas son comedias tristes pero con finales luminosos. Todas parten de una idea madre que siempre se relaciona con el sexo y lo genital. La primera es acerca de un eyaculador precoz, la segunda sobre un hombre con pene grande que se cree lo más, y ésta retrata a una ex ninfómana que ahora es frígida. Todo esto sin querer hacer juicios morales”, afirmó Sandoval en una entrevista con la agencia de noticias Télam.
En este caso, la película sigue los pasos de Martina, una cantante argentina que fue famosa en los años 90 y que ahora, a sus 40 años, aburrida e insatisfecha, experimenta grandes cambios al conocer casualmente a dos chilenos: Francisca (Geraldine Neary), una fanática suya que está convencida de que son hermanas, y un joven atractivo (Pedro Campos) que la enamora y al que sigue enceguecida hasta Santiago de Chile en busca de sexo.
“Estoy obsesionado con el misterio de la sexualidad. Es algo que tuve que conocer solo y que fui descubriendo en mis películas. Pero eso no es algo que yo decida”, aseguró el cineasta, quien admitió que esa ignorancia e ingenuidad sobre la sexualidad se deben un poco a la educación restrictiva que recibió en las escuelas católicas de Chile y al peso de una sociedad y una familia muy conservadoras.
Sandoval sostuvo que Dry Martina, título que se revela como un juego de palabras, ya que en español dry significa seco y en Chile seco es alguien sagaz, con lo cual Martina sería una mujer inteligente pero a la vez frígida, se vincula con sus films anteriores “desde el patetismo, la presencia de un personaje absoluto y el vínculo entre el sexo y el afecto”, según adelanta.
“Son personajes que creen que todos sus dramas están vinculados a lo sexual, pero en realidad, sufren carencias afectivas profundas”, afirmó el talentoso realizador.
En ese sentido, el cineasta destacó que sus personajes son personas con corazas. “El primero es el más consciente y hace chistes respecto a lo que es. Martina se cree una diva y siente que no recibe el reconocimiento que se merece”, destacó.
Y continuó: “Ellos tienen grietas internas que no quieren reconocer. Sin embargo, detrás de esa coraza hay personajes frágiles y contradictorios”.
“En el caso de Martina, la relación afectiva se materializa en esta familia imaginaria que encuentra en Chile, aunque no tengan ningún vínculo sanguíneo”, contó Sandoval.
“Ella no tiene familia, salvo su padre, que está en coma. Es un personaje huérfano. Pero ellos le demuestran que no precisan del vínculo sanguíneo para que el afecto funcione”, explicó el director, para quien esa carencia familiar, “está inspirada en la propia vida de Antonella (Costa, la actriz protagonista)”.
Sandoval agregó que Martina tiene un trauma, “porque es muy autoconsciente de su sexualidad, lo cual no significa que tenga todo claro sino todo lo contrario. Ella lo vincula todo a su sexualidad y más específicamente a su vagina. Pero sus problemas no son sólo sexuales sino más bien afectivos. Y en este viaje rumbo a Chile, ella descubre que la solución a sus problemas está en otro lugar”.
Personajes que destilan humor
“Son personajes difíciles de querer pero que se relacionan muy horizontalmente entre ellos. Esa horizontalidad aparece más entre desconocidos, porque todo comienza de cero más allá de lo que cada uno se crea y, justamente, porque eso que se creen entra en crisis a través de estos conflictos”, afirmó el director.
“De ahí surge el humor, creo, sobre todo del hecho de desarmar ciertas estructuras de verticalidad pero también por desdramatizarlo todo”, señaló el director en relación con el origen del humor en sus películas.
“El humor está en constante renovación. A mí me gusta más un humor sutil porque es más de las situaciones que de los personajes. Siento que el espectador se siente más identificado de ese modo que riéndose de un payaso. Me gusta pensar que esto que les ocurre a los personajes son cosas tan naturales que les podrían ocurrir a los espectadores en la esquina de sus casas”, agregó.
Además, Sandoval, que viene de competir con Dry Martina en el último Bafici y el Festival de Tribeca, en Nueva York, opinó: “El sexo en las películas tiene una doble facultad que está buena, porque atrae a mucha gente y además es un tema estudiado por muchos filósofos y psicólogos. Por lo cual, el sexo en el cine tiene la doble virtud de ser popular por un lado e invitar a la reflexión por el otro”, especificó.
“Quería ver qué pasa con este tipo de mujer más franca y directa en un país como Chile, donde las mujeres se enfrentan a un machismo mucho mayor que en Argentina”, analizó.
“Esta película puede hablar de la crisis de la masculinidad en Chile, donde las mujeres son mucho más seguras de sí mismas que los hombres, sobre todo en relación con el sexo”, dijo finalmente Sandoval, para quien en su país “hay una sociedad conservadora en crisis, porque se está generando una discusión cultural con las nuevas generaciones”.
