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Estudios genéticos confirman que un albañil preso por abuso es el padre de sus cuatro nietos

La denuncia que una joven de 32 años radicó en enero contra su progenitor quedó confirmada: sufrió abusos durante más de dos décadas y producto de esas violaciones dio a luz cuatro veces. El Chacal de Arequito, como se conoce al imputado, seguirá detenido hasta el juicio

Un albañil de la localidad de Arequito que a comienzos de este año fue imputado por abusar durante más de dos décadas de una de sus hijas –quien dio a luz cuatro veces producto de esas violaciones– quedó a un paso de ser condenado por delitos aberrantes. Es que luego de su detención preventiva en enero pasado, el martes de esta semana se conocieron los resultados de estudios genéticos que confirmaron la acusación: sus cuatro nietos de 9, 13,17 y 20 años, son también sus hijos.

La investigación está a cargo del fiscal de Casilda Juan Pablo Baños, quien el 8 de enero pasado imputó a Hugo Víctor A., de 57 años, como autor de los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por ascendencia, promoción de la corrupción de menores, amenazas y tenencia ilegal de arma de fuego.

Luego de esa audiencia en que la jueza Mariel Minetti dictó la prisión preventiva del albañil, el fiscal solicitó que se le realizaran estudios de ADN para corroborar la denuncia, que este martes quedó demostrada de manera irrefutable. Los resultados confirmaron en un 99,9 por ciento la paternidad del imputado.

La víctima, actualmente de 32 años, se animó a denunciar a su padre tras permanecer en silencio durante más de dos décadas en las que además de tormentos físicos y psicológicos sufrió reiteradas amenazas de muerte por parte de su progenitor para no hablara.

Cuando finalmente lo logró, radicó la denuncia en la Comisaría de la Mujer de Casilda y se inició la causa penal. Los padecimientos a los que fue sometida la joven se pudieron escuchar en la audiencia imputativa a la que pidió no asistir. Su declaración fue leída frente al acusado, conocido como el Chacal de Arequito, quien escuchó los delitos aberrantes radicados por su hija y se negó a declarar.

La joven relató que comenzó a sufrir manoseos por parte de su padre a los ocho años, a los nueve fue violada por primera vez y a los 13 quedó embarazada de su primera hija. “Mi papá me embarazó cuatro veces, pero mi calvario termina acá”, dijo Natalí a un diario porteño en una conmovedora entrevista donde contó los 24 años de tormentos físicos y psicológicos.

Dijo que debió convivir con su padre hasta el mismo día que radicó la denuncia y que provocó gran conmoción en Arequito, localidad ubicada a 78 kilómetros de Rosario. Mencionó que su casa tenía características de encierro, con tapiales muy altos que no permitían que se viera nada desde afuera.

En relación a su madre, Natalí pidió que no la culparan y recordó que era víctima de mucha violencia y constantes golpizas que terminaron hace poco cuando la mujer decidió irse de la casa.

Con todo, el albañil enfrenta una expectativa de pena de entre 10 y 35 años de prisión. En total los delitos imputados son: abuso sexual con acceso carnal agravado por su carácter de ascendiente y la edad de la víctima aprovechando la situación de convivencia preexistente, promoción de corrupción de menores agravada por mediar violencia, amenazas calificadas por la relación de parentesco y por la situación de convivencia preexistente, tres hechos de amenazas coactivas, un hecho de amenazas simples y tenencia ilegítima de arma de fuego de uso civil en concurso real y en carácter de autor.

Dos armas fueron secuestradas de la casa del albañil durante un allanamiento realizado tras la denuncia. Los pesquisas contaron que dos menores les abrieron la puerta y les dijeron que “el abuelo” estaba en el trabajo. Durante la requisa hallaron las dos pistolas en la habitación del imputado pero sólo le achacaron la tenencia de una, según el fiscal, porque era la única que estaba apta para el disparo, ya que la otra era vieja y no funcionaba.

Desgarrador

Natalí no concurrió a la audiencia en la que acusaron a su padre pero brindó una entrevista al portal bonaerense Infobae donde contó desde la primera vez que la abusó hasta la última, que fue el sábado anterior a la denuncia cuando se metió en la ducha y la forzó. Dos días después lo acusó.

En su relato, la víctima confirmó la acusación que hizo el fiscal donde remarcó que la chica vivió una vida de sometimiento absoluto ya que además de los ataques sexuales que soportaba bajo amenazas de muerte de ella y de sus hijos, su padre no la dejaba ni salir a trabajar y la obligaba a mentir, en particular inventar excusas sobre sus embarazos, ya que desde que terminó la escuela primaria prácticamente no tenía vida social.

De hecho, los hijos de Natalí están anotados con padres desconocidos y llevan su apellido. A medida que crecían les decía a sus hijos que el papá los había abandonado, hasta que la mayor, hoy de 20 años, comenzó a sospechar de su abuelo y ayudó a su madre para que realizara la denuncia.

“Mi papá me embarazó cuatro veces pero mi calvario termina acá”, dijo Natalí que aseguró que está contenida.

“Tengo a las psicólogas del gabinete, a la abogada. Los chicos ya tienen tratamiento. Pero yo tengo miedo. Mi papá me amenazó siempre. No viví la vida que quería vivir. Nunca tuve novio, nunca fui ni a la confitería, me encerraba: sabía que mi papá iba a matar a quien estuviera conmigo. Me costó mucho resguardar a mis hijos, que no sufran en esta casa”, contó.

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