Por séptimo año consecutivo se inició ayer en Estados Unidos un programa de cooperación energética con el apoyo de Venezuela que permite a familias de bajos ingresos disponer de combustible para la calefacción. El lugar elegido para el acto fue la casa de Arlene Grier, una abuela que vive en Camden, una ciudad conocida por su alto índice de pobreza y situada frente a Filadelfia, del otro lado del río Delaware.
Al acto de entrega de combustible asistieron Alejandro Granado, presidente de Citgo Petroleum Corporation –la filial de Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa) –, el presidente de Citizens Energy Corporation, Joseph P. Kennedy II, y la alcaldesa de Camden, Dana Redd, reportó el sitio digital CSR Wire.com.
Este año el programa prevé beneficiar a más de 400 mil personas que viven en edificios de apartamentos, comunidades nativas estadounidenses o viviendas unifamiliares y refugios. “Nuestro programa se ha convertido en el programa de asistencia energética más importante que adelanta empresa energética alguna, y está en correspondencia con los principios de solidaridad que apoya el gobierno dela República Bolivarianade Venezuela a través de Pdvsa”, destacó Granado.
Arlene Grier, una abuela que vive con ingresos limitados, elogió el mantenimiento del proyecto. “Esto me ayudará mucho. Los precios suben y mis ingresos son los mismos, así que siempre tengo que decidir entre pagar por la comida, la calefacción, la electricidad, el gas o mi hipoteca. Ojalá que otras empresas petroleras fueran tan generosas”, agradeció Grier, según la agencia Prensa Latina.
“No queremos que las familias tengan que escoger entre mantener sus hogares con calefacción o pagar otras necesidades básicas; nadie debería verse obligado a tomar ese tipo de decisiones”, recordó el presidente de Citgo.
Desde 2005, la filial petrolera venezolana invirtió más de 400 millones de dólares en asistencia energética a los más pobres en EE.UU. El año pasado donó el equivalente a más de 60 millones de dólares en combustible para calefacción a familias de bajos recursos. Los niveles de necesidad este año son aún mayores debido a un incremento en los costos del combustible para las estufas y a la reducción del subsidio financiero gubernamental. El programa sustentado por Caracas comenzó en 2005, tras el paso de los huracanes Rita y Katrina por el sur de Estados Unidos. Miles de personas de bajos recursos solicitaron en ese entonces ayuda para enfrentar los altos precios del combustible para calentar el hogar en invierno, a consecuencia de la destrucción dejada por ambos desastres naturales.