El represor Miguel Etchecolatz, beneficiado en diciembre con el arresto domiciliario, salió de su casa de Mar del Plata para ser trasladado hasta una clínica, lo que generó fuerte polémica luego de que fuera retratado sin custodia uniformada, sin esposas y en un vehículo sin identificación.
El seis veces condenado por secuestros, torturas, asesinatos y apropiaciones de bebés, salió de su casa en el bosque Peralta Ramos pasadas las 20 del sábado a bordo de una camioneta Fiat Toro Blanca que lo llevó hasta la Clínica Colón.
Regresó alrededor de dos horas más tarde, aunque las imágenes del genocida de 88 años sacado en su silla de ruedas sin esposas y siendo custodiado por tres hombres de civil, llegaron rápidamente a las redes sociales y generaron fuerte repudio.
La legisladora porteña del PTS Myriam Bregman señaló que las condiciones de detención del ex director de investigaciones de la Policía Bonaerense durante la última dictadura militar reflejan un «régimen de impunidad».
La domiciliaria a Etchecolatz expone como pocas veces antes por qué decimos que ese beneficio es un régimen de impunidad
— Myriam Bregman (@myriambregman) 22 de enero de 2018
«Etchecolatz pasea su impunidad y el Estado lo protege», disparó la militante trotskista, que dijo que las fuerzas de seguridad encargadas de su custodia deberían «vigilarlo» en su condición de represor y no «cuidarlo», porque eso configura «impunidad».
Los policías y prefectos que rodean a Etchecolatz demuestran que el gobierno y la justicia pusieron el aparato represivo y de inteligencia para custodiar al genocida, no para vigilarlo.
— Myriam Bregman (@myriambregman) 22 de enero de 2018
«La domiciliaria a Etchecolatz expone como pocas veces antes por qué decimos que ese beneficio a los criminales de lesa humanidad es un régimen de impunidad. Los policías y prefectos que lo rodean demuestran que el Gobierno y la Justicia pusieron el aparato represivo y de inteligencia para custodiar al genocida, no para vigilarlo», evaluó.
Etchecolatz no es un ex represor. Cada día renueva su intención de cometer delitos de lesa humanidad: mantiene en situación de apropiación a Clara Anahi Mariani y no nos dice dónde está Julio López
— Myriam Bregman (@myriambregman) 22 de enero de 2018
Y en esta línea, agregó: «Es bochornoso: la custodia que le pusieron es para cuidarlo. Se evidencia la escandalosa impunidad que significan las prisiones domiciliarias para genocidas».
Para Bregman, que fue abogada en el juicio donde fue condenado a reclusión perpetua por crímenes de lesa humanidad, aseguró que «Etchecolatz no es un exrepresor» dado que «mantiene en situación de apropiación a Clara Anahí Mariani y no dice dónde está Jorge Julio López».
Por su parte, el legislador porteño del Partido Obrero Gabriel Solano denunció que «Etchecolatz anda paseando por Mar del Plata» y asoció esa situación con el pedido de «reconciliación» que planteó el diputado del PRO Nicolás Massot respecto de los responsables de la violencia estatal en los años 70.
A través de su cuenta en Twitter, el diputado del Frente para la Victoria Santiago Igon escribió: «Nosotros queremos Verdad para saber dónde están los nietos, memoria para que nunca más accedan al poder y justicia para que los Etchecolatz cumplan las condena en la cárcel».
En tanto, el secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, lamentó que «mientras el genocida Miguel Etchecolatz viola la prisión domiciliaria y pasea libremente por las calles de Mar Del Plata, Mirta Rosa Guerrero está detenida ilegalmente por trabajar en pos de la dignidad del pueblo jujeño y de los que menos tienen».
Las complicaciones en su estado de salud fueron el principal argumento que esgrimieron los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°6 para otorgarle la domiciliaria al hombre que fuera mano derecha de Ramón Camps.