Un 15 de enero, pero de hace 100 años, nacía en el barrio República de la Sexta, Vicente “Capote” De la Mata, crack que brilló en Central Córdoba y se consagró en Independiente durante la década del 30, integrando una célebre delantera junto a Juan José Maril, Antonio Sastre, el paraguayo Arsenio Erico y José Zorrilla.
Su figura parecía la de un curioso Quijote: delgado, alto, de piernas largas, con un peinado a la gomina con raya al costado, nariz ganchuda y luciendo siempre un bigotito a la moda de aquella época del actor estadounidense Errol Flynd.
Su juego era muy refinado. Según recuerda un veterano como Juan José Pizzuti, hoy de 90 años, De la Mata “tenía una gambeta corta, era rápido, amagaba y llevaba la pelota pegada al pie”.
Comenzó a jugar en Central Córdoba junto a su admirado ídolo Gabino Sosa. El 12 de mayo de 1935 debutó en primera ante Belgrano. El partido se suspendió y continuó el 23 con victoria 3-2 marcando su primer gol. Esa temporada completó 17 juegos y convirtió 13 tantos.
En 1936 obtuvo su único título con la casaca charrúa al consagrarse en el torneo Gobernador Molinas de la Asociación Rosarina, cumpliendo una fenomenal campaña de 27 encuentros y resultando el goleador del equipo con 21 gritos.
Con sólo 19 años se convirtió en una de las figuras del seleccionado con que Argentina ganó el Sudamericano de Buenos Aires junto a otros cracks como Francisco “Pancho” Varallo, Alejandro Scopelli, Enrique Guaita, Enrique “Chueco” García y Alberto Zozaya.
De la Mata fue el autor de los goles con que Argentina venció en la final a Brasil por 2-0, en cancha de San Lorenzo, en tiempo reglamentario. Antes del partido, Sastre le había dicho: “Juntate conmigo que entre los dos vamos a hacer capote”, y sin saberlo, le dio un apodo para toda la vida.
Finalizado ese torneo, el entonces joven rosarino fue codiciado por los clubes más importantes de la Argentina y fue Independiente el que compró su pase a Central Córdoba por 27.500 pesos de aquella época.
“Me daban 200 pesos por mes y 150 por partido. Además, cobraba una prima de 5.000 pesos anuales. Con todo eso, mantenía a una hermana casada y su hijo, y todavía me sobraba plata”, declaró alguna vez Capote en una entrevista.
Jugaría en el Rojo gran parte de su carrera hasta el Campeonato de 1950. En la institución de Avellaneda marcó 151 goles en 362 partidos jugados, además de obtener tres títulos (1938, 1939 y 1948).
De todos sus goles, el más recordado fue el que marcó el 12 de octubre de 1939, cuando Independiente le ganó 3-2 a River en el Monumental. “A ese gol lo hizo famoso la gente. No creo que fuera para tanto. Es más, en esos tiempos, todos los goles tenían algo de golazo”, recordó Capote en la vieja revista El Gráfico.
Esa tarde De la Mata recibió el balón en mitad de cancha y se gambeteó a José Manuel Moreno, José María Minella, Luis Vassini y Carlos Miguel Santamaría. Cuando le salió el arquero Sebastián Sirne, le tiró la pelota por un lado, él la fue a buscar por el otro y marcó el gol junto a un palo.
Fue reconocido hincha de Newell’s, donde jugó 23 partidos (un gol) entre temporadas 1951/52. En 1953 volvió a su club natal, en ese momento en Primera B, llegando a los 80 partidos y 11 goles. En el elenco de barrio Tablada cumplió el rol de directivo, técnico y futbolista.
Fue director técnico en Independiente, Deportivo Morón, Dock Sud y Newell’s. Luego de su retiro, De la Mata que tenía como hobby la relojería y trabajó como mozo de su propio bar en la esquina de Corrientes y Urquiza, que con el tiempo se lo denominó Capote en su homenaje.
Falleció en Rosario el 4 de agosto de 1980 a los 62 años. Tuvo un hijo, también llamado Vicente, que jugó en Independiente en la década del 60 y en el fútbol mexicano.
Reconocimiento
El Hincha le agradece la colaboración a Julio Rodríguez, periodista e historiador del Club Atlético Central Córdoba por el aporte de datos, información y fotos sobre la vida de Vicente De La Mata.
