La lotería europea Euromillones sorteará mañana por última vez un premio récord de 190 millones de euros, o sea el equivalente de cuatro toneladas y media de oro o 700 unidades del último modelo de Ferrari (Berlinetta F12) capaz de superar los 340 km/h.
En efecto, el reglamento prevé que, de no acertar nadie los siete números necesarios para ganar el premio, éste no se vuelva a sortear.
Habitualmente el premio, que cuenta por lo menos con 15 millones de euros, aumenta tras cada nuevo sorteo en el que nadie logra acertar los siete números exactos. No obstante, la del martes tenía un “techo” de 190 millones de euros.
Mañana, si nadie acierta los siete números exactos (una posibilidad sobre 116 millones), el fabuloso “gordo” récord de 190 millones de euros se repartirá entre quienes hayan acertado seis números exactos (una posibilidad sobre seis millones).
El martes, siete jugadores lograron acertar seis números y cobrarán cada uno de ellos algo así como un “premio consuelo” de poco más de 2,3 millones de euros.
El sorteo del martes fue el decimocuarto en el que no hubo ganadores en ninguno de los nueve países de la lotería europea (Francia, Reino Unido, España, Luxemburgo, Bélgica, Suiza, Portugal, Irlanda y Austria).
El martes, las diez loterías europeas (Suiza cuenta con dos loterías) registraron 71,2 millones de parrillas, o sea cerca de 40 millones de jugadores.
El premio mayor se resiste
Los premios de Euromillones superiores a los 100 millones suelen atraer hasta dos veces más jugadores que uno de 15 millones.
Desde que se instauró en mayo de 2011 un segundo sorteo semanal el día martes, el premio crece dos veces más rápido. Además, si bien hay que seguir seleccionando cinco números sobre cincuenta en la primera parrilla, la segunda parrilla cuenta actualmente con once números (en lugar de nueve, como tenía antes), de los cuales hay que seleccionar dos.
Por lo tanto, las posibilidades de ganar el premio del nuevo Euromillones son aún menores. Hasta el 10 de mayo de 2011 cada jugador tenía una chance sobre 75.275.360 de acertar los siete números. Desde entonces, pasó a tener una posibilidad sobre 116.531.800.
Gane quien gane mañana, los principales beneficiarios serán las loterías nacionales, el fisco y las organizaciones caritativas que reciben parte del dinero que apuestan los jugadores.
Así, las ganancias de la lotería británica permiten financiar operaciones de protección y mantenimiento del patrimonio del Reino Unido. A su vez, la Santa Casa de Misericordia, una muy antigua organización caritativa portuguesa que tiene el monopolio de los juegos de azar, entrega sus ganancias a obras benéficas.
