Más de un trillón de euros inyectados en la economía europea no han servido para revivir en forma satisfactoria al viejo continente: la conclusión surge de las informaciones que dan cuenta de que el Banco Central Europeo analiza destinar más fondos para tapar el agujero dejado por la crisis cuyas primeras señales se conocieron en 2007.
La novedad fue descrita por la agencia Bloomberg como “más dinero cayendo de un helicóptero”, ante lo que los inversores internacionales, según sostuvo, “miraron al cielo” y se prepararon para aprovechar la oportunidad.
Las bolsas en los países desarrollados se unieron a una cierta euforia el viernes último, aunque habrá que ver si tanto “júbilo”, en palabras del medio citado, llega a los ciudadanos europeos de a pie, especialmente los del Sur del continente.
El Banco Central Europeo, encabezado por Mario Draghi, está preocupado por el hecho de que el Euro se revalúe demasiado, en un contexto en que Estados Unidos, el viejo continente y China se miran de reojo por la llamada “guerra de monedas”.
El estímulo monetario, recordó la agencia >Associated Press>, haría que se debilite la moneda europea –lo que busca Draghi es justamente eso y que haya un poco más de inflación, junto con una economía más competitiva en términos internacionales–.
La inflación en la eurozona se parece a un electrocardiograma plano: -0,1 por ciento anual, una noticia tan preocupante como suele ser un crecimiento acelerado de los precios al consumidor.
“Draghin no recibe ayuda en el tipo de cambio de parte de sus contrapartes del otro lado el Atlántico en la Reserva Federal norteamericana. La Fed ha hecho bajar el valor del dólar, al posponer su primer aumento de tasas en siete años”, precisó la agencia estadounidense.
En ese contexto, se conoció una encuesta muy observada por inversores que indica caídas tanto en las manufacturas como en los servicios en Europa.
“Algunos economistas vieron esto como decepcionante, en momentos en que los inversores están en alerta por cualquier signo de derrame de los problemas en los mercados emergentes hacia las economías desarrolladas”, advirtió el diario The Wall Street Journal.
Más que una situación de caída libre, como en otros momentos, la economía europea muestra una situación de impasse en la que todavía es difícil pensar en la recuperación de los indicadores de la economía real a los momentos pre-crisis.
2015 se acerca a su último bimestre sin que los “dueños” de las decisiones en la economía global -básicamente Estados Unidos y China- hayan resuelto de qué manera y con qué ganadores y perdedores se despejarán las incógnitas que ya desde el año pasado todos los observadores tienen en mente.