Francia y Alemania apoyaron ayer la permanencia de Grecia en la zona euro, al cabo de una jornada tensa marcada por declaraciones alarmistas seguidas de llamamientos a la calma.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy (quien se reunió con Cristina y calificó a la crisis griega distinta de la argentina), y la canciller alemana, Angela Merkel, dijeron que están “convencidos” de que el futuro de Grecia está en la zona euro, después de que el primer ministro griego Giorgos Papandreou les manifestara su “absoluta determinación” con los compromisos adoptados a cambio del rescate financiero de su país, indicó la presidencia francesa.
Sarkozy y Merkel hicieron esta declaración tras una conferencia telefónica con el mandatario griego.
La cita fue concertada tras varios días en los que los mercados financieros se vieron muy agitados por la posibilidad de una quiebra de Atenas. Sarkozy y Merkel reiteraron a Grecia que si no cumple con un estricto programa de ahorro y privatizaciones con el que reducir su déficit y su deuda pública no seguirá recibiendo los fondos de un primer plan de rescate acordado el año pasado porla Unión Europeay el Fondo Monetario Internacional. Ese plan, de un total de 110.000 millones de euros, le evitó a Grecia la quiebra pero la obliga a hacer ajustes en gastos sociales.
Ante la insuficiencia del primer paquete, los dirigentes dela Eurozonaacordaron el 21 de julio un segundo plan de rescate de Grecia, de unos 159.000 millones de euros. Sin embargo, su aplicación depende de la aprobación por parte de los gobiernos y parlamentos dela Eurozona, integrada por 17 países.
Las principales bolsas europeas, muy pendientes de esa teleconferencia, abrieron con pérdidas pero cerraron con fuertes alzas y el euro subió.
La teleconferencia se vio precedida de declaraciones alarmistas de algunos dirigentes europeos. Un default o una salida de Grecia del euro implicaría costos dramáticos en el plano económico, social y político, no sólo para Grecia sino también para los otros Estados miembro de la zona euro, dela Unión Europea, y para nuestros aliados en el mundo”, dijo el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Europa “está en peligro”, dijo el ministro de Economía de Polonia, Jacek Rostowski, cuyo país ocupa la presidencia semestral dela UE.“Si la zona euro se fisura,la Unión Europeano sobrevivirá”, añadió.
Los europeos buscan poner coto a la crisis de la deuda en Grecia. Desde hace meses, los mercados se ven sacudidos por el miedo de que Atenas sea incapaz de reembolsar sus deudas y provoque un contagio al resto de la zona euro, incluidas Italia y España, tercera y cuarta economía del bloque.
La teleconferencia de ayer fue decidida con vistas a una reunión informal de los ministros de Finanzas de la zona euro, prevista para mañana y el sábado en Polonia. Cosa inusual, el secretario estadounidense del Tesoro, Timothy Geithner, participará en esa reunión, tras advertir a los europeos, y en especial a Alemania, que “deben actuar muy rápido” e inyectar más fondos para evitar zozobrar en la crisis. En tanto, Italia aprobó ayer un plan de austeridad (ver recuadro) aunque el ministro de Economía alemán, Philipp Rösler, fustigó en Roma la presión sobre la deuda italiana, tachándola de “ataque contra toda la zona euro”.
En medio de este nerviosismo, los grandes países emergentes agrupados en el grupo Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) anunciaron que discutirán la semana próxima la posibilidad de ayudar a Europa. Ayer, los mercados vivieron una nueva jornada de nerviosismo. A ello contribuyó la decisión de la agencia Moody’s de bajar la calificación de dos grandes bancos franceses, Société Générale y Crédit Agricole, expuestos a la crisis de la deuda en la zona euro.