Varios países europeos abogan por multiplicar los escáneres corporales en los aeropuertos tras el reciente atentado fallido en un vuelo transatlántico, pero esta tecnología indiscreta no reúne consenso en el seno de la Unión Europea (UE), que el jueves debatirá la cuestión.
La reunión de la comisión de seguridad aérea, el jueves en Bruselas, permitirá a los europeos presentar sus estrategias nacionales y estudiar las adoptadas por Estados Unidos, anunció ayer la Comisión Europea.
Diez días después de que un joven nigeriano tratara de hacer estallar con un explosivo escondido en su pierna un avión de Northwest Airlines que volaba entre Amsterdam y Detroit, Washington anunció que someterá aleatoriamente a los pasajeros que viajen a su territorio a medidas de control suplementarias, como cacheos físicos o revisiones exhaustivas de maletas.
Responsables europeos y estadounidenses se entrevistaron a puerta cerrada ayer en Bruselas “en parte para explicar” a la UE “cuáles son estas nuevas medidas”, radicalizadas para 14 naciones que el departamento de Estado considera que apoyan el terrorismo, entre ellas Cuba, Irán, Siria, Yemen y Nigeria, indicó un funcionario estadounidense.
La cita formó parte de una misión organizada por el departamento de Seguridad Interior para “garantizar que se apliquen medidas de seguridad eficaces en los vuelos con destino a Estados Unidos”, agregó.
En Europa, el debate gira en torno a la conveniencia de implantar escáneres corporales en los aeropuertos: Holanda y Gran Bretaña se aprestan a extender su uso e Italia se muestra favorable.
España, por su parte, descartó por ahora “medidas adicionales” mientras no haya un consenso en el seno de la UE.
Prudente, la Comisión Europea prevé evaluar antes que nada el impacto sobre la salud y la vida privada de estos aparatos.
Las ondas de los escáneres corporales atraviesan la ropa de forma que en las pantallas aparece el cuerpo del pasajero, en tres dimensiones. Así, el aeropuerto de Amsterdam-Schiphol anunció que incorporará 60 nuevos aparatos para controlar a todos los pasajeros que viajen a Estados Unidos.
“¿Por qué tiene un viajero que desnudarse ante un escáner en un aeropuerto y no en una estación de tren? ¿Por qué el personal de limpieza no lo hace?”, se preguntó por su lado el presidente de la Asociación Española de Usuarios, Empresarios y Profesionales del Transporte Aéreo (Asetra), Ignacio Rubio. Los pasajeros están hartos de “pagar las consecuencias”, deploró el dirigente.
El gobierno británico adelantó que los aeropuertos del país se dotarán progresivamente de escáneres corporales, antes de precisar, con el fin de aplacar las críticas, que elaborará un código deontológico para evitar que su uso infrinja la legislación sobre pornografía infantil.
Paralelamente, el jefe de la diplomacia italiana, Franco Frattini, juzgó que se trata del “instrumento más seguro” para evitar que un terrorista “ingiera una cápsula llena de explosivos y se transforme en un hombre-bomba”.