La Municipalidad de la ciudad entrerriana de Diamante lleva evacuadas desde la semana pasada a más de sesenta familias ante la inminencia del derrumbe de una barranca atravesada por una profunda grieta sobre la que comenzó a extenderse una fisura en el terreno arcilloso, con riesgo de desmoronamiento sobre el río Paraná. Geólogos del Conicet convocados para analizar el fenómeno informaron que son 130 metros de línea ribereña con «peligro inminente de desprendimiento». Defensa Civil local declaró la «emergencia habitacional» en tres zonas.
Peligro por el deslizamiento de una barranca en Villa Diamante, Entre Ríos. Autoridades de Defensa Civil aconsejaron a las familias a retirarse del lugar, pero algunas se niegan. «Realmente es preocupante lo que se ve», dijo Lénico Aranda, intendente de esa localidad #BuenLunes pic.twitter.com/9REGqDfjZ3
— Urgente24.com (@U24noticias) 8 de octubre de 2018
Especialistas de Defensa Civil de la localidad esperaban que el desmoronamiento se produjera el mismo lunes por las precipitaciones anunciadas por el Servicio Meteorológico Nacional. Las lluvias no fueron tan intensas y el terreno resistió, aunque hubo desplazamientos de bloques en la zona del Centro San Roque y en la de la escultura del Cristo Pescador, a unas siete cuadras del casco histórico de la ciudad. La altura no es menor: alrededor de 42 metros en promedio sobre el espejo de agua. Las autoridades locales esperan un desprendimiento «inminente». Explicaron que la falla en el terreno se extiende y «ya está comprometido el Cristo Pescador, que hace pocas horas era considerada como una zona segura». La última orden de evacuación involucró a 38 familias, con lo que en total sumaban este martes 64 los grupos que son trasladados, por el momento, a domicilios de parientes y allegados.
En muchos casos, los habitantes se resisten a abandonar sus viviendas. Desde la intendencia advirtieron que, si persisten en esa actitud, pedirán a la Justicia que dicte órdenes de desalojo para evitar una «catástrofe». De hecho, Defensa Civil declaró este domingo la «emergencia habitacional» en barrio Urquiza, en las inmediaciones del Centro San Roque y en las del Cristo Pescador.
Etapa crítica
Personal de Bomberos voluntarios de Diamante insistieron en que la inestabilidad de la barranca aumenta. El intendente, Lénico Aranda, recordó que desde hace un mes se monitorea el desprendimiento o marcado del terreno en la zona del Cristo Pescador. «Se hizo un relevamiento y luego de la visita de geólogos del Conicet y de Defensa Civil de la provincia y la ciudad, se valló el lugar y se entró en la etapa crítica de evacuación por riesgo para los que viven allí», agregó el funcionario.
«Informes de geólogos del Conicet dan cuenta que hay 130 metros de barranca con peligro inminente de desprendimiento. Nuestra barranca tiene la misma topografía que la de Santa Elena, La Paz, el Parque Urquiza de Paraná y la falla llega hasta Victoria», añadió el jefe del Ejecutivo local.
«Las barrancas son arcillosas y húmedas, hay muchas vertientes y el sistema de estabilización que tiene es por drenaje. El gran corrimiento de la barranca fue entre los años 1975 y 1978, donde se llevó todo lo que había de la costanera de Diamante», siguió Aranda. Diamante es conocida como la ciudad blanca precisamente por el color de su tierra arcillosa y de arenas silíceas.
«Cuando empezamos a decir que había riesgo de vida, la gente no lo tomó en serio porque la falla se veía apenas por arriba, pero iba por abajo. Hay huecos de un metro de ancho y 40 de profundidad. Es preocupante lo que se ve. Hay casas afectadas a unos cuatro o diez metros», describió el intendente. Y resumió: «Caerse se va a caer, en este momento o en un mes».