Las enfermedades crónicas no transmisibles y entre estas, las cardiovasculares representan la causa más común de muerte a nivel global.
La hipertensión es el principal factor de riesgo para sufrir enfermedades cardiovasculares. Cada año ocurren 1.6 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares en América Latina. La hipertensión afecta al 20-40% de la población adulta (aproximadamente 250 millones de personas). La hipertensión es prevenible o puede ser pospuesta a través de múltiples intervenciones preventivas.
Existe una gran disparidad en el número de personas que conocen su condición de hipertenso, los que reciben tratamiento y no están controlados y los que reciben tratamiento y están controlados. Ello hace necesario impulsar los esfuerzos para aumentar la concientización y conocimiento sobre la hipertensión y las iniciativas para facilitar el acceso a tratamiento adecuado y basado en la evidencia.
Apenas el 57.1% de la población adulta que se estima con presión arterial alta sabe que tiene hipertensión, lo que contribuye al bajo nivel de control poblacional: sólo 18.8% de los adultos hipertensos en Argentina, Chile, Colombia y Brasil tiene la presión arterial controlada La medición de la presión arterial constituye una práctica preventiva importante para la detección de personas que podrían beneficiarse con intervenciones efectivas (como cambios en el estilo de vida o medicación) y reducir el riesgo cardiovascular asociado a la HTA.
La prevalencia de hipertensión puede ser evaluada de diferentes maneras según los países, a través de encuestas poblacionales usando cuestionarios o realizando mediciones físicas, como así también el uso de registros clínicos o ambulatorios y los indicadores opcionales de mortalidad.
A través de los años, más allá de todas estas aseveraciones, la evidencia científica y los avances tecnológicos disponibles, existe aún falla en la detección y manejo de los pacientes hipertensos, tanto de etiología esencial como secundaria, a pesar de tener claro el aumento del riesgo cardiovascular que conlleva el aumento de la presión arterial en las personas. La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo cardiovascular, responsable de una alta morbilidad y mortalidad en todo el mundo.
La evaluación cardiovascular en la niñez debe incluir ineludiblemente la toma de presión arterial al menos una vez, sumado al examen físico completo y los valores hallados deben ser categorizados según tablas específicas construidas según la edad, el sexo, el peso y la talla (percentilos).
Las medidas de talla y peso se obtienen a través de la antropometría. Esta herramienta se utiliza en distintas áreas y disciplinas. Se obtienen con el fin de aportar datos útiles en medicina, deporte, investigación, etc.
Representa el estudio de las dimensiones y medidas del cuerpo con expresión en modificaciones físicas en el ciclo vital ontogénico o en períodos históricos de crecimiento y desarrollo biológico entre individuos, para proporcionar datos que permiten explicar el estilo de vida y de alimentación, optimizar las intervenciones competentes sobre ellos y la producción de medios y servicios.
La antropometría comprende un conjunto de procedimientos no solo de fácil aplicación, sino económicamente aceptables, cómodo, reproducible en el tiempo, no invasivo, inocuo y fiable, con carácter histórico y contextual para realizar diagnósticos tanto en individuos y poblaciones, por lo que la convierte en una herramienta de amplio uso.
La problemática de la salud infantil durante la etapa de escolarización y principalmente su relación con las políticas públicas suele preocupar a los responsables de la toma de decisiones en distintos espacios y niveles del estado. Ese interés en el tema los incorpora en el análisis y la búsqueda de información activamente.
Surge en la puesta en común con la contraparte, un aspecto importante en relación con la necesidad de analizar en esa población las medidas antropométricas, datos que, si bien pueden formar parte del historial médico individual de los y las niñas, no cuentan en el ministerio con un perfil actualizado de la población. A criterio de los responsables de los representantes gubernamentales, esta información sería importante para la gestión de medidas a implementar por parte de diferentes sectores del estado.
Objetivo General
Generar un registro y base de datos de prevalencia de hipertensión arterial y variables antropométricas de la población propuesta de la ciudad de Rosario.
Objetivos específicos
- Evaluar diferencias en los valores de presión sistólica y diastólica entre escuelas públicas y privadas y entre los diferentes barrios de Rosario.
- Comparar la presión sistólica y diastólica de los niños entrevistados con los percentilos para la población argentina
- Evaluar relación entre la presión arterial, peso y los índices relacionados al estado nutricional: IMC, ICC, ICA
Materiales y Métodos
Procedimiento
Obtenida la firma del consentimiento y del asentimiento informado por los padres y los escolares respectivamente, se procedió con la toma de las medidas antropométricas y luego de la presión arterial…
Se evaluaron escolares de 12 escuelas de entre 11 y 12 años. Pertenecientes a zona: Norte 85 (25.2%), Noroeste 34 (10.1%), Oeste 46 (13.6%), Centro 51
(15.1%), Suroeste 73 (21.7%) y Sur 48 (14.2%) (p=0.05). En cada zona se evaluaron 1 escuela estatal y 1 privada, escolares pertenecientes a escuelas estatales 191 (56.7%) y a escuelas Privadas 146 (43.3%) (p=0.05), todas las escuelas reciben copa de leche.
Se evaluaron 337 niños de ambos sexos, siendo 175 (51.9%) niñas y 162 (48.1%) niños (ns).
Se tomaron medidas antropométricas: peso (kg), talla (cm), perímetro de cintura (cm) y perímetro de cadera (cm). Y se realizaron mediciones de Tensión Arterial sistólica y diastólica
Peso y Talla
El peso corporal es fácil de realizar si se toman en consideración simples medidas de estandarización, ropa ligera estandarizada, que es mejor que una ropa interior no estandarizada. Se midió a los niños con buzo de gimnasia fino y una remerita, sin zapatos y sin ornamentos personales. Se pesó a todos los niños a la misma hora previo a la copa de leche. La técnica de medición fue la recomendada por la Sociedad Argentina de Pediatría. Se realizó la lectura estando el sujeto situado en el centro de la plataforma de la balanza, sin estar su cuerpo en contacto con nada.
Se utilizaron balanzas digitales constatando su calibración con pesas testigos.
La talla se define como la distancia que hay entre el vértex y la superficie donde se encuentra parado el sujeto. La posición del sujeto es fundamental en esta medición, independientemente, el sujeto estaba descalzo o con medias finas, poca vestimenta para observar la colocación del cuerpo, el cabello de modo tal que no obstaculice la medición, sin ningún tipo de accesorio. El sujeto se colocó de pie sobre una superficie plana en ángulo recto con la parte vertical del instrumento, los talones unidos tocando la base de la parte vertical del instrumento, los bordes mediales de los pies deben estar en un ángulo de 60 entre sí. Las escápulas, nalgas y parte posterior del cráneo deben estar en un mismo plano vertical y en contacto con el instrumento. El peso del cuerpo debe estar distribuido de modo igual entre ambos pies y la cabeza orientada en el plano de Frankfort. Los brazos estaban colgando libremente a ambos lados del cuerpo.
Para la medición se utilizó estadiómetro desmontable de papel milimetrado y plastificado sobre una pared junto con una escuadra móvil en ángulo recto de 6 cm de ancho. Se utilizó plomada para instalar correctamente el estadiómetro y se chequeo la posición del mismo varias veces antes de comenzar a tomar las medidas
No se observó error de medición intraobservador e interobservador (p>0.05).
Posteriormente, cada escolar fue categorizado a partir de las tablas de percentiles de peso y edad para sexo y edad de la SAP 2011, en percentil normal(P>3- <97), percentil elevado (P>97), percentil bajo (P<3).
Perímetro Cintura y Cadera
Las medidas de circunferencia de cintura fueron tomadas a nivel umbilical al final de la exhalación con el abdomen relajado y la a medición de la circunferencia de la cadera se realizó en el punto más prominente de los glúteos coincidiendo con la sínfisis del pubis.
Se midió con una cinta métrica flexible e inextensible calibrada en milímetros (precisión de 1 mm) con el sujeto parado.
Índices
A partir de las medidas antropométricas se calcularon los índices de masa corporal (IMC), índice cintura talla (ICT) e índice cintura cadera (ICC).
El IMC usando el índice de Quetelet: peso en kilogramos divido por el cuadrado de la talla en metros (kg/m2), el ICC como el cociente entre el perímetro de la cintura en centímetros y el perímetro de la cadera en centímetros y el ICT resultado de la división del perímetro de la cintura en centímetros sobre la talla en centímetros.
Posteriormente, cada escolar fue categorizado a partir de las tablas de percentiles de índice de masa corporal para género y edad de la OMS 2007, en bajo peso (P<3), normopeso (P>3- <85), sobrepeso (P85 <95), obesidad (P>95).
Medición de Presión Arterial
Se realizaron las mediciones de presión arterial con tensiómetro aneroide, bajo las medidas indicadas para la correcta medición arterial de la Sociedad Argentina de Presión Arterial.
Se utilizaron las tablas de referencia de presión arterial realizadas por la Academia Americana de Pediatría aprobadas por la Asociación Americana del Corazón (American Academy of Pediatrics/American Heart Association, AAP/AHA, 2017).
Según la recomendación del último consenso de prevención cardiovascular en la infancia y la adolescencia se realizó el diagnóstico de HTA basado en percentilos hasta cumplir los 16 años y a partir de esa edad se utilizó la clasificación propuesta para los adultos.
Análisis Estadístico
Se calcularon distribuciones de frecuencia, tablas de contingencias, de acuerdo con el tipo de variable, y se categorizaron nuevas variables.
Los resultados de las variables cuantitativas se expresan como media ± desvío estándar y las variables cualitativas como frecuencia absoluta, relativa e IC 95%.
Se utilizó Chi cuadrado para evaluar la relación entre variables cualitativas nominales y/o ordinales y t de Student y Anova para comparar variables cuantitativas continuas.
El nivel de significación mínimo que se utilizó es de p<0.05. Se empleó el programa de estadística SPSS.
Resultados
Peso
El peso promedio de todos los escolares fue de 49.97 ± 13.12 kg. No se observó diferencias entre sexos (p=0.350), entre tipo de escuela (p=0.381), ni entre zonas (p=0.099) (Tabla 1).
Al evaluar a través de los percentiles de peso, se observó que, de los 337 escolares estudiados, el 0.9% (0.0-2.1%) de escolares tuvo percentil bajo, 70.9% (66.0-75.4) percentil normal y 28.2% (23.6-33.2%) percentil alto (p<0.05).
No hubo relación entre el percentil de peso con la zona (p=0.336) ni el tipo de escuela (p=0.312). Si bien, el 66.7% de los que tienen percentil bajo fueron niñas (p=0.05), no fue significativa la relación con el sexo (p=0.647).
Tabla 1 – Peso promedio según sexo, zona y tipo de escuela
n* | Media | DE* |
Total | 337 | 49.97 | 13.12 |
Mujer | 175 | 49.32 | 11.73 |
Hombre | 162 | 50.66 | 14.48 |
Norte | 85 | 46.81 | 11.60 |
Noroeste | 34 | 49.55 | 11.23 |
Oeste | 46 | 51.71 | 12.54 |
Centro | 51 | 49.40 | 14.26 |
Suroeste | 73 | 51.02 | 13.66 |
Sur | 48 | 53.18 | 14.69 |
Estatal | 191 | 49.42 | 13.53 |
Privada | 146 | 50.69 | 12.59 |
*n: número absoluto de niños. DE: desvio estandar
Talla
La talla promedio de todos los escolares fue de 150.18 ± 7.27 cm. No se observó diferencias entre sexos (p=0.602), ni tipo de escuela (p=0.168) (Tabla 2).
Aunque no se observan diferencias significativas entre zonas (p=0.166) se puede observar que los escolares de zona suroeste tienen una mayor talla que el resto
(Tabla 2). Al separar los escolares en sexos en las niñas se sigue observando una relación no significativa entre talla y zona (p=0.993), pero en los varones la diferencia es significativa (p=0.023), siendo más altos los varones de zona suroeste (153.41±7.54).
Al clasificarlos en percentiles se pudo observar que el 0% de los niños tuvo percentil bajo, el 87.8% (84.6-91.6%) percentil normal y 12.2% (8.4-15.4%) percentil alto (p<0.05).
No hubo relación entre el percentil y el sexo (p=0.667), ni con el tipo de escuela (p=0.797). En cambio sí hubo diferencias con la zona (p=0.000), siendo que en la zona oeste no se encontró ningún chico con percentil alto y en zona suroeste la mayor proporción de niños con percentil alto (Tabla 3).
Tabla 2 – Talla promedio según sexo, zona y tipo de escuela
n* | Media | DE* |
Total | 337 | 150.18 | 7.27 |
Mujer | 175 | 149.98 | 7.24 |
Hombre | 162 | 150.39 | 7.30 |
Norte | 85 | 148.99 | 7.62 |
Noroeste | 34 | 150.97 | 5.46 |
Oeste | 46 | 149.28 | 5.41 |
Centro | 51 | 149.58 | 7.85 |
Suroeste | 73 | 151.86 | 7.24 |
Sur | 48 | 150.65 | 8.36 |
Estatal | 191 | 149.70 | 7.78 |
Privada | 146 | 150.80 | 6.51 |
*n: número absoluto de niños. DE: desvio estandar
Tabla 3 – Percentil talla según zona
Normal* | Alto* | Total* | |
Norte | 76a 89.4% | 9a 10.6% | 85
100.0% |
Noroeste | 31a 91.2% | 3a 8.8% | 34
100.0% |
Oeste | 46a | 0b | 46 |
100.0% | 0.0% | 100.0% | |
Centro | 49a | 2a | 51 |
96.1% | 3.9% | 100.0% | |
Suroeste | 53a | 20b | 73 |
72.6% | 27.4% | 100.0% | |
Sur | 41a | 7a | 48 |
85.4% | 14.6% | 100.0% | |
Total | 296 | 41 | 337 |
87.8% | 12.2% | 100.0% | |
*En cada celda se puede ver el n y el % dentro de cada zona
Cada letra del subíndice denota un subconjunto de Zona cuyas proporciones de columna no difieren de forma significativa entre sí en el nivel 0.05. |
Perímetro de cintura
El perímetro de cintura promedio de todos los escolares fue de 74.56 ± 12.71 cm. No se observó diferencias entre sexos (p=0.685), ni tipo de escuela (p=0.567) (Tabla 4).
Con respecto, a la zona las diferencias fueron significativas (p=0.010) (Tabla4). Los escolares de zona sur mostraron un mayor perímetro de cintura. Frente a este dato, se comparó dentro de cada zona el sexo y el tipo de escuela. En todos las zonas no hubo diferencias significativas entre sexos. En la tabla 5 se puede observar que tanto en zona norte como suroeste hay diferencias entre el perímetro de cintura de los escolares pertenecientes a escuelas privadas y públicas, siendo el perímetro de los escolares de zona norte perteneciente a escuelas públicas menor que las privadas y en zona suroeste la relación es inversa, o sea, los escolares pertenecientes a escuelas públicas tienen mayor perímetro de cintura.
Tabla 4 – Perímetro de cintura promedio según sexo, zona y tipo de escuela
n* | Media (cm) | DS* | |
Total | 337 | 74.56 | 12.71 |
Mujer | 175 | 74.29 | 11.61 |
Hombre | 162 | 74.85 | 13.82 |
Norte |
85 |
71.10 |
13.09 |
|
Noroeste | 34 | 72.46 | 10.62 | |
Oeste | 46 | 77.22 | 12.74 | |
Centro | 51 | 73.90 | 12.31 | |
Suroeste | 73 | 75.63 | 12.28 | |
Sur | 48 | 78.68 | 13.04 | |
Estatal | 191 | 74.21 | 13.51 | |
Privada | 146 | 75.01 | 11.59 | |
*n: número absoluto de niños.
DS: desvio estandar |
Tabla 5 – Perímetro de cintura promedio por zona y por tipo de escuela
Estatal* | Privada* | P |
Norte | 68.51±15.15 | 74.16±9.46 | 0.047 |
Noroeste | 69.75±8.31 | 75.16±12.16 | 0.139 |
Oeste | 78.83±12.51 | 75.62±13.05 | 0.399 |
Centro | 73.27±14.53 | 74.41±10.38 | 0.746 |
Suroeste | 77.63±12.61 | 70.99±10.30 | 0.033 |
Sur | 76.76±11.68 | 82.18±14.94 | 0.171 |
*media±desvio estandar
Perímetro de cadera
El perímetro de cintura promedio de todos los escolares fue de 87.68 ± 13.84 cm. No se observó diferencias entre sexos (p=0.405), ni tipo de escuela (p=0.891). Con respecto a la zona, si bien es no significativa la diferencia se puede observar una ligera tendencia (p=0.054) (Tabla 6).
En la Tabla 7 se puede observar que significativamente se encuentra menor perímetro de cadera en escuela pública de zona noroeste y mayor promedio en escolares de escuela pública de zona suroeste. Este último tendría relación con que es significativa la diferencia de perímetro de cadera en niñas que ya habían tenido su menarca comparado con el perímetro de cadera de las niñas que concurren a escuela privada de esa zona (Tabla 8).
Tabla 6 – Perímetro de cadera promedio según sexo, zona y tipo de escuela
n* | Media(cm) | DS* |
Total | 337 | 87.68 | 13.84 |
Mujer | 175 | 87.07 | 12.59 |
Hombre | 162 | 88.33 | 15.08 |
Norte | 85 | 84.28 | 14.14 |
Noroeste | 34 | 87.17 | 8.13 |
Oeste | 46 | 89.37 | 15.69 |
Centro | 51 | 86.54 | 9.66 |
Suroeste | 73 | 89.02 | 13.89 |
Sur | 48 | 91.61 | 17.04 |
Estatal | 191 | 87.59 | 15.79 |
Privada | 146 | 87.80 | 10.81 |
*n: número absoluto de niños. DS: desvio estandar
Tabla 7 – Perímetro de cadera promedio por zona y por tipo de escuela
Estatal* | Privada* | P |
Norte | 68.51±15.15 | 74.16±9.46 | 0.047 |
Noroeste | 69.75±8.31 | 75.16±12.16 | 0.139 |
Oeste | 78.83±12.51 | 75.62±13.05 | 0.399 |
Centro | 73.27±14.53 | 74.41±10.38 | 0.746 |
Suroeste | 77.63±12.61 | 70.99±10.30 | 0.033 |
Sur | 76.76±11.68 | 82.18±14.94 | 0.171 |
*media±desvio estandar
Tabla 8 – Perímetro de cadera por tipo de escuela, zona y menarca
Tipo de escuela | Menarca* | Sin menarca* | p | |
Norte | Estatal | (7) 83,93 ±11.98 | (14) 80,95 ±12.96 | 0.617 |
Privada | (9) 87,57 ± 5.92 | (12) 87.77 ±10.01 | 0.958 | |
Noroeste | Estatal | (5) 81.20 ± 6.02 | (4) 82.75 ± 8.66 | 0.760 |
Privada | (5)92.36 ±10.01 | (5)85.46 ± 6.00 | 0.223 | |
Oeste | Estatal | (6)88.67 ± 6.89 | (6) 93,33 ± 5,98 | 0.239 |
Privada | (10) 81,70 ± 19,22 | (2) 90,00 ± 7,07 | 0.573 | |
Centro | Estatal | (6) 91,33 ± 8,45 | (8) 82,16 ± 9,85 | 0.093 |
Privada | (9) 89,94 ± 6,18 | (3) 82,00 ± 9,17 | 0.114 | |
Suroeste | Estatal | (15) 93,68 ± 8,21 | (11) 83,39 ± 7,87 | 0.004 |
Privada | (6) 81,58 ± 7,35 | (4) 77,38 ± 6,18 | 0.375 | |
Sur | Estatal | (12) 95,75 ± 28,06 | (6) 81,83 ± 3,45 | 0.251 |
Privada | (8) 95,63 ± 13,03 | (2) 86,75 ± 8,84 | 0.398 | |
*(n) media ± desvio estandar |
IMC
El IMC promedio de todos los escolares fue de 21.96 ± 4.76 kg/m2. No se observó diferencias entre sexos (p=0.528), ni tipo de escuela (p=0.463). Con respecto a la zona, si bien es no significativa la diferencia se puede observar una ligera tendencia (p=0.055) (Tabla 9).
Al comparar las zonas se puede observar que entre las estatales, la zona oeste tiene significativamente escolares con mayor IMC comparado con los de zona norte (p=0.018). Y entre las privadas, la zona sur tiene significativamente escolares con mayor IMC comparado con los de zona suroeste (p=0.013).
Al comparar el tipo de escuela por zona se observó que sólo hay diferencias significativas en zona suroeste, los escolares de esta zona pertenecientes a escuelas estatales tienen significativamente mayor IMC (Tabla 10).
Al clasificarlos en percentiles se pudo observar que el 0.3% (0.0-1.2%) de los niños tuvo percentil bajo (P<3), el 38.3% (32.8-43.9%) percentil normal (P≥3<85), 23.1% (18.7-27.6%) percentil de sobrepeso (P≤85<97) y 38.3% (33.4-43.6%) percentil alto. Cabe aclarar que el escolar con bajo peso está en tratamiento por alteración en el crecimiento. Por lo que la prevalencia de exceso de peso fue de 61.4% (56.4-67.7%) y la prevalencia de obesidad fue de 38.3% (33.4-43.6%).
Si bien no hubo relación con el sexo (p=0.801), la proporción de niñas con sobrepeso y obesidad se relacionó significativamente con la menarca (p=0.007) (Tabla 11).
No hubo relación entre el percentil de IMC con la zona (p=0.614) ni el tipo de escuela (p=0.591). Al combinar ambas variables se pudo ver que en zona suroeste la proporción de obesos es significativamente mayor en la escuela estatal que en la privada (Tabla 12).
Tabla 9 – Índice de Masa Corporal (IMC) promedio según sexo, zona y tipo de escuela
n* | Media (cm) | DS* |
Total | 337 | 21.96 | 4.76 |
Mujer | 175 | 21.80 | 4.56 |
Hombre | 162 | 22.13 | 4.97 |
Norte | 85 | 20.89 | 4.13 |
Noroeste | 34 | 21.56 | 3.84 |
Oeste | 46 | 23.12 | 4.95 |
Centro | 51 | 21.85 | 5.27 |
Suroeste | 73 | 21.90 | 4.60 |
Sur | 48 | 23.24 | 5.50 |
Estatal | 191 | 21.79 | 4.64 |
Privada | 146 | 22.18 | 4.91 |
*n: número absoluto de niños. DS: desvio estandar
Tabla 10 – IMC (Kg/m2) promedio por zona y por tipo de escuela
Estatal* | Privada* | P |
Norte | 20.31±4.54 | 21.58±3.52 | 0.161 |
Noroeste | 20.41±3.44 | 22.71±3.98 | 0.080 |
Oeste | 24.10±5.03 | 22.14±4.78 | 0.182 |
Centro | 21.04±4.71 | 22.51±5.69 | 0.324 |
Suroeste | 22.71±4.54 | 20.04±4.25 | 0.022 |
Sur | 22.10±4.39 | 25.30±6.75 | 0.053 |
*media±desvio estándar
Tabla 11 – Categorías de IMC (Kg/m2) según menarca
Menarca | No menarca | Total | |
Bajo Peso | 0a 0.0% | 1a 100.0% | 1a 100.0% |
Normal | 28a 41.2% | 40b 58.8% | 68 100.0% |
|
Sobrepeso Obesidad
Total
*En cada celda se p Cada letra del subí de columna no difie
Tabla 12 – Porcentaje de las Categorías de IMC por zona y tipo de escuela
Tipo de escuela
Estatal* Pública* p
Norte
Noroeste
Oeste
Centro
Suroeste |
Bajo peso | 1a (100.0%) | 0a (0.0%) | 0.096 | |||
Normal | 27a (65.9%) | 14b (34.1%) | |||||
Sobrepeso | 27a (65.9%) | 14b (34.1%) | |||||
Obesidad | 12a (44.4%) | 15a (55.6%) | |||||
Bajo peso | 0 (0.0%) | 0 (0.0%) | 0.733 | ||||
Normal | 8a (57.1%) | 6a (42.9%) | |||||
Sobrepeso | 4a (50.0%) | 4a (50.0%) | |||||
Obesidad | 5a (41.7%) | 7a (58.3%) | |||||
Bajo peso | 0 (0.0%) | 0 (0.0%) | 0.332 | ||||
Normal | 6a (40.0%) | 9a (60.0%) | |||||
Sobrepeso | 3a (37.5%) | 5a (62.5%) | |||||
Obesidad | 14a (60.9%) | 9a (39.1%) | |||||
Bajo peso | 0 (0.0%) | 0 (0.0%) | 0.786 | ||||
Normal | 10a (50.0%) | 10a (50.0%) | |||||
Sobrepeso | 6a (46.2%) | 7a (53.8%) | |||||
Obesidad | 7a (38.9%) | 11a (61.1%) | |||||
Bajo peso | 0 (0.0%) | 0 (0.0%) | 0.003 | ||||
Normal | 13a (54.2%) | 11b (45.8%) | |||||
Sobrepeso | 10a (55.6%) | 8a (44.4%) |
Obesidad | 28a (90.3%) | 3b (9.7%) | ||
Sur | Bajo peso | 0 (0.0%) | 0 (0.0%) | 0.266 |
Normal | 11a (73.3%) | 4a (26.7%) | ||
Sobrepeso | 11a (73.3%) | 4a (26.7%) | ||
Obesidad | 9a (50.0%) | 9a (50.0%) | ||
*(n) y porcentaje en cada categoría de IMC de cada zona
Cada letra del subíndice denota un subconjunto de Menarca categorías cuyas proporciones de columna no difieren de forma significativa entre sí en el nivel 0.05. |
ICC
El Índice Cintura Cadera (ICC) promedio de todos los escolares fue de 0.8456 ± 0.0872. No se observó diferencias entre sexos (p=0.500), ni tipo de escuela (p=0.439), ni con la zona (p=0.240) (Tabla 13).
Tabla 13 – índice cintura cadera (ICC) promedio según sexo, zona y tipo de escuela
n* | Media (cm) | DS* | |
Total | 337 | 0.846 | 0.087 |
Mujer | 175 | 0.849 | 0.079 |
Hombre | 162 | 0.842 | 0.095 |
Norte | 85 | 0.829 | 0.109 |
Noroeste | 34 | 0.831 | 0.097 |
Oeste | 46 | 0.854 | 0.088 |
Centro | 51 | 0.851 | 0.071 |
Suroeste | 73 | 0.851 | 0.066 |
Sur | 48 | 0.863 | 0.079 |
Estatal | 191 | 0.842 | 0.095 |
Privada | 146 | 0.849 | 0.076 |
*n: número absoluto de niños. DS: desvio estandar |
ICT
El Índice Cintura Talla (ICT) promedio de todos los escolares fue de 0.49597 ± 0.078617. No se observó diferencias entre sexos (p=0.902), ni tipo de escuela (p=0.729. En cambio, se pudo ver una diferencia significativa con las zonas (p=0.007), pudiendo observar en el post test que los niños de zona sur tienen un ICT mayor que los de zona norte (p=0.017) (Tabla 1).
Como en otras variables, hubo una asociación significativa entre zona y tipo de escuela (Tabla 15).
Tabla 14 – índice cintura talla (ICT) promedio según sexo, zona y tipo de escuela
n* | Media (cm) | DS* | |
Total | 337 | 0.496 | 0.0786 |
Mujer | 175 | 0.495 | 0.0756 |
Hombre | 162 | 0.497 | 0.0823 |
Norte | 85 | 0.476 | 0.0815 |
Noroeste | 34 | 0.480 | 0.0650 |
Oeste | 46 | 0.518 | 0.0856 |
Centro | 51 | 0.494 | 0.0760 |
Suroeste | 73 | 0.498 | 0.0706 |
Sur | 48 | 0.522 | 0.0807 |
Estatal | 191 | 0.495 | 0.0810 |
Privada | 146 | 0.498 | 0.0756 |
*n: número absoluto de niños. DS: desvio estandar |
Tabla 15 – IMC (Kg/m2) promedio por zona y por tipo de escuela
Estatal* | Privada* | p | |
Norte | 0.4609±0.0945 | 0.4944±0.0589 | 0.059 |
Noroeste | 0.4690±0.0498 | 0.4903±0.0775 | 0.348 |
Oeste | 0.5326±0.0831 | 0.5028±0.0873 | 0.242 |
Centro | 0.4909±0.0851 | 0.4962±0.0690 | 0.807 |
Suroeste | 0.5090±0.0728 | 0.4701±0.0579 | 0.030 |
Sur | 0.5100±0.0614 | 0.5438±0.1061 | 0.168 |
*media±desvio estándar |
Presión Arterial
La PAS y PAD promedio de todos los escolares fue de 108±12 mmhg y 68±10 mmHg respectivamente.
El 17.8% de la población evaluada presentó hipertensión arterial durante la evaluación escolar.
No se observaron diferencias significativas de la presión arterial según sexo (p=0.88)
Se correlacionó significativamente la presencia de menarca con los valores de presión arterial sistólica (p=0.018); no así con los valores de la presión arterial diastólica (p=0.33).
También fue significativa la correlación entre presión arterial sistólica y peso (p=0.0001), IMC (p=0.004), ICT (p=0.007), perímetro de cintura (p=0.035) y perímetro de cadera (p=0.049). No se observaron diferencias significativas con el ÍCC (p=0.205).
Con respecto, a la PAD, fue significativa la correlación con perímetro de la cintura (p=0.028), hubo una marcada tendencia con perímetro de cadera (p=0.054), pero con el IMC fue no significativo (p=0.398).
Si bien, no se observaron diferencias significativas entre zonas en la PAS (p=0.99) ni en la PAD (P=0.53), son mayores los valores de PAS en zona sur y suroeste y de la PAD en zona oeste y noroeste. Los porcentajes de hipertensión arterial hallados en las escuelas se presentan a continuación.
Se halló una diferencia significativa de la PAD entre escuelas privadas y públicas, encontrando una mayor elevación en estas últimas (p=0.046). No se encontró diferencias respecto de la PAS (p=0.154).
Discusión
El sobrepeso y la obesidad conforman un problema de salud pública grave que actualmente adquirió características de pandemia. En 2016, había alrededor de 381 millones de niños, niñas y adolescentes con sobrepeso u obesidad (OMS, 2017).
En la Argentina, el problema de la obesidad es también preocupante y tiene un crecimiento sostenido a lo largo de los años. Se ha argumentado que el aumento del IMC observado sería el resultado del aumento del sedentarismo asociado a patrones alimentarios caracterizados por el elevado consumo de productos de bajo valor nutricional y alto contenido calórico, y la ingesta habitual de bebidas azucaradas.
La obesidad infantil, está fuertemente vinculada con enfermedades no transmisibles como la diabetes y la enfermedad coronaria en la edad adulta (Llewellyn et al., 2015).
La situación nutricional de la población de niños, niñas y adolescentes puede caracterizarse a partir de la información antropométrica; es decir, peso y talla (criterio utilizado por la epidemiología nutricional) en relación a edad y sexo. En este informe, los datos provienen de registros de 337 niños y niñas de entre 11 y 12 años de edad, que cursan 6to grado en escuelas públicas y privadas de diferentes zonas de la Ciudad de Rosario.
Una aproximación a la problemática de la malnutrición es visualizar su distribución según déficit y/o exceso. En este sentido se observa en relación al peso corporal, sólo 3 niños (0.9%), presentaron percentilo bajo, y 95 niños (28,2%) percentilo alto, el resto, 239 niños (70.9%) percentilo normal. Los niños incluidos en el percentil alto son los que presentan sobrepeso.
En relación a la talla se observó que el 87,8% de los niños presentó un percentilo normal, el 12,5% un percentilo alto, no hubo casos de niños/as con percentilo bajo.
Según el índice de masa corporal (IMC) obtenido en este grupo evaluado, el 23,1% de los niños/as presenta sobrepeso, el 38,3% obesidad y el 38,6% peso normal. En resumen, el 61,4% de los niños evaluados se encuentran por encima del peso deseable para su estatura.
Es de remarcar que en relación a estas medidas antropométricas evaluadas no hubo diferencias significativas entre ambos sexos.
Con respecto a la evaluación de la presión arterial, se encontró una prevalencia de hipertensión arterial en el 17.8% en la cohorte evaluada. La presión arterial sistólica se correlacionó significativamente con el peso, el índice de masa corporal (IMC), el perímetro de cintura, y el perímetro de cadera. Se encontró una relación positiva entre la menarca y el aumento de TAS, si bien no se identificaron diferencias significativas por sexo.
Según la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud realizada en el 2019, dónde se evaluaron niños de entre 5 y 17 años, el 41,1% de los niños y adolescentes tiene sobrepeso y obesidad en Argentina, en una proporción de 20,7% y 20,4%, respectivamente, sin diferencias por el nivel socioeconómico.
Nuestros hallazgos a nivel antropométrico en la ciudad de Rosario, no sólo coinciden con los datos argentinos del 2019 sino que presentan un aumento en la prevalencia del sobrepeso y obesidad respecto a los hallados hace cuatro años.
La relación entre obesidad e HTA en la infancia ha sido bien documentada en estudios previos. En particular, la prevalencia de HTA en niños con sobrepeso u obesidad puede alcanzar entre el 27% y el 47%, y el IMC se considera uno de los factores determinantes más fuertes para la presión arterial en niños y adolescentes . Estos hallazgos coinciden con los resultados del presente estudio, donde se observó una correlación positiva entre la PAS y el IMC, peso y perímetro de cintura.
Es importante destacar que la pubertad también desempeña un papel en la regulación de la presión arterial, como lo demuestra la correlación entre la PAS y las niñas que ya habían tenido su menarca en este estudio. Los cambios en la regulación hormonal, inciden en la masa libre de grasa y la sensibilidad a la insulina, los cuales pueden impactar en los niveles de presión arterial . Estos hallazgos coinciden con estudios previos que sugieren que durante la pubertad, la relación entre la masa libre de grasa y la presión arterial se ve alterada, lo que contribuye al aumento de la presión arterial en esta etapa .
La prevalencia más alta de hipertensión en zonas como el sur y suroeste podría
estar relacionada con factores socioeconómicos, los cuales, según la literatura, pueden influir en el desarrollo de HTA desde una edad temprana . Debido a que la obesidad es uno de los principales factores de riesgo de HTA en la infancia, los niños con sobrepeso y obesidad presentan hasta cuatro veces más probabilidades de desarrollar hipertensión en comparación con sus pares con peso normal . Este hecho refuerza la necesidad de intervenciones preventivas dirigidas a reducir la obesidad infantil para disminuir la prevalencia de HTA y sus consecuencias a largo plazo, ya que la HTA en la infancia es un predictor conocido de enfermedad cardiovascular en la adultez, especialmente cuando los niños se encuentran en los percentiles más altos de presión arterial.
Fortalezas y limitaciones Este estudio tiene como fortaleza el amplio muestreo de diferentes zonas de la ciudad, lo que permite obtener una visión representativa de la población escolar. No obstante, una limitación importante es la naturaleza transversal del estudio, que impide establecer relaciones de causalidad. Además, no se incluyeron datos sobre otros factores de riesgo como la dieta o el nivel de actividad física, que también podrían influir en los resultados.
Implicancias clínicas y de salud pública Estos resultados destacan la importancia de desarrollar políticas de salud que refuercen la educación de hábitos saludables, tanto nutricionales, promoviendo la ingesta de alimentos saludables con bajo contenido de alimentos ultraprocesados, como de ejercicio físico, especialmente durante el crecimiento y desarrollo de niños y adolescentes.
En este sentido, las escuelas públicas, que proveen alimentación a través de programas estatales, juegan un rol clave en la promoción de la salud. Mejorar la calidad nutricional de los alimentos ofrecidos y complementar estas iniciativas con educación en nutrición y actividad física es fundamental para combatir la obesidad y la HTA en esta población. El monitoreo regular de la presión arterial en la infancia resulta esencial, especialmente en niños con sobrepeso u obesidad, debido a su alto riesgo de desarrollar HTA y enfermedades cardiovasculares en la adultez . Las escuelas, tanto públicas como privadas, deben ser un espacio en el que se promueva el autocuidado desde temprana edad, integrando a la comunidad educativa en este proceso.
Conclusión
Este estudio revela una elevada prevalencia de sobrepeso, obesidad e hipertensión arterial en niños de edad escolar en la ciudad de Rosario, lo que pone de manifiesto la necesidad de intervenir tempranamente para prevenir complicaciones cardiovasculares en la adultez. Es crucial que los sectores de salud y educación trabajen de manera coordinada para desarrollar programas que fomenten hábitos de vida saludables y realicen controles regulares en las escuelas, permitiendo una detección temprana de los factores de riesgo.
Por lo tanto, las políticas públicas que combinen esfuerzos en salud y educación son indispensables para generar un impacto positivo en la salud infantil, especialmente en las zonas más vulnerables. La detección precoz y el tratamiento oportuno de la HTA, en conjunto con una mejora en la calidad de la alimentación proporcionada por el Estado, pueden prevenir el desarrollo de enfermedades crónicas, contribuyendo así a una mejor calidad de vida en la infancia y a lo largo de la vida adulta.
Autores: J.S. Márquez, E. Echave, M. Garrido, V. Labourdette y R. Leiva.