Ever Banega es uno de los refuerzos más resonantes del mercado argentino. Y la decisión de regresar a Newell’s por encima de la propuesta de Boca pone una vez más al «sentido de pertenencia» por encima de lo económico o deportivo. El ex mediocampista de la selección argentina expresó su alegría por este nuevo paso en el Parque y aseguró que era un deseo que tenía desde aquel paso de apenas seis meses en 2014.
«Es algo que siempre quise, jugar en Newell’s, y volver. Estaba con muchas ganas, sentía que era el momento y decidí regresar. Había hablado con Boca, con Román, agradezco el interés que tuvieron y espero que les vaya muy bien, es uno de los clubes más importantes del mundo. Ahora sólo pienso en Newell’s y lo que viene», comentó Banega en una conferencia realizada en el Coloso.
«Sentí que era el momento de volver a mi casa, a mi ciudad. No es una revancha, siempre fue un deseo regresar al club que soy hincha y espero dar mucho. Ojalá pueda terminar mi carrera acá», agregó Ever, revalidando que el corazón fue clave para tomar esta decisión.
Banega reconoció que el interés de la dirigencia empezó a volcar su decisión de regresar, pero también hubo algún llamado de un ex compañero que ayudó. «Maxi fue uno de los primeros me llamó cuando supo que podía venir. E hizo fuerza. Le agradezco porque también ayudó a que vuelva», confió.
En cuanto a lo futbolístico, el ex Sevilla se mostró entusiasmado por el proyecto que tiene a Mauricio Larriera como DT: «Hablé con él cuando se dio la chance y se mostró entusiasmado para que venga. Creo que tenemos un equipo con mucho potencial. Es una responsabilidad linda ser referente y ayudar a los chicos para que crezcan. Arranca un campeonato complicado, con muchos equipos parejos, pero hay que hacerse fuerte y seria importante empezar ganando. La Copa Argentina es otro lindo desafío en el cual nos vamos a enfocar», señaló Ever.
Hay dos números que acompañaron a Banega en su carrera, el 19, que llevó como dorsal en muchos clubes, y que tiene tatuado con el escudo de Newell’s, y el número 10, que llevará en esta etapa en el Parque. «Pregunté que números había y estaba el 10, que usé en varios equipos y me gusta. El tatuaje me lo hice junto a la Fiera cuando jugaba en Atlético Madrid, siempre fui de Newell’s y es muy especial volver», destacó.
El último partido oficial de Banega fue el 30 de diciembre, en Arabia, aunque el jugador está bien físicamente y si la dirigencia puede habilitarlo antes del jueves, podría estar ante Central Córdoba, al menos en el banco. Consultado sobre esta posibilidad, Ever fue terminante: «Para eso vine, para jugar».