El ex presidente de Bolivia Evo Morales brindó hoy en Buenos Aires por el fin de año con representantes de la comunidad boliviana en Argentina y los llamó a «recuperar la democracia, recupera la vida y recuperar la Patria», en las próximas elecciones presidenciales para las cuales el MAS nominará a su candidato en un encuentro en esta ciudad convocado para el 19 de enero.
«Viva Bolivia», gritó Morales a las 50 personas invitadas a compartir un almuerzo en una casa ubicada en el barrio porteño de Liniers, donde residen muchos bolivianos. “Jallalla–Jallalla” -viva, en aimara-, respondieron los comensales, alzando sus copas de vino tinto.
«Este año 2019 tuvimos problemas políticos no deseados. Ni siquiera habíamos imaginado que podía haber un golpe de Estado» y agregó que lo que más duele son «los hermanos muertos, pero también están destrozando nuestra economía».
«Hemos decidido, con el permiso del gobierno argentino, que el 22 de enero, día del Estado Plurinacional, queremos festejar con ustedes en Argentina, con una gran concentración», en la que prevé hacer un informe de sus 14 años de gestión de gobierno.
«Pero también tenemos un gran desafío en este año 2020, para recuperar la democracia, con la conciencia del pueblo, con el voto del pueblo boliviano. Para recuperar el proceso de cambio no con violencia, no con racismo, no con fascismo, no con golpismo», agregó.
La convocatoria -añadió- es a «seguir trabajando, desde adentro y desde afuera del país, para que Bolivia vuelva a ser un modelo de desarrollo”, porque el golpe “al margen de apuntarle a los pueblos originarios, a los movimientos sociales, todo el golpe ha sido porque sin el imperio americano hemos demostrado que otra Bolivia, que otro mundo es posible, eso no lo perdonaron».
El tema es que «hemos empezado a industrializar nuestro litio, con nuestras reservas internacionales, como Estado, como pueblo, no como privado, y hemos demostrado que esa industria de litio puede tener socios como China, como Europa, pero que Estados Unidos no esté en la gran industria del litio, en el futuro energético, no nos perdonó, porque los países industrializados no quieren competencia en ciencia y tecnología».
«Evo no está solo, carajo», y «Evo no renunció, fue un golpe de estado, la puta madre que lo parió», fueron algunas de las consignas que cantaban los invitados a compartir el almuerzo con el ex presidente, muchos de ellos luciendo sobreros típicos y embanderados con la bandera plurinacional de Bolivia, la wiphala.
Afuera, varios centenares de personas se concentraron en la esquina de José León Suárez e Ibarrola, con banderas y ropas multicolores. Evo Morales salió brevemente al balcón a saludarlos y cuando Télam abandonó el lugar preguntaban ansiosos si “¿el Evo ya terminó de comer?” y bromeaban “dígale que salga, que le traje bolitas de quínua”.
Luego, en un breve contacto con la prensa, ratificó que el 19 de enero dará a conocer quién será el candidato presidencial del Movimiento Al Socialismo (MAS), lo que genera movimientos internos cada vez más intensos.
Los candidatos son el ex canciller Diego Pary, el dirigente cocalero Andrónico Rodríguez, el ex canciller y líder indígena David Choquehuanca y el ex ministro de Economía Luis Arce.
De todos ellos el único que acompaña a Morales, primero en México y ahora en Argentina, es Pary, y ninguno de los otros tres viajaron a Buenos Aires para el encuentro del MAS con Morales que se realizó el domingo en el Hotel Bauen.
No viajó Andrónico Rodríguez, un joven dirigente de quien Morales dijo hoy que lo sorprendió por su personalidad y por el conocimiento que se tiene de él en Bolivia y en lugares del exterior, “adonde lo llaman Evito”.
Tampoco lo hizo Luis Arce, a quien Morales presenta como el “artífice del modelo económico boliviano que este gobierno golpista se empeña en romper”.
Y mucho menos lo hizo Choquehuanca, líder de la federación indígena paceña Tupak Katari, cuya organización lanzó un fuerte respaldo “innegociable”, junto con duras críticas a la influencia que tiene sobre el ex presidente su entorno “blancoide” que “le hizo cometer muchas equivocaciones”.
En principio la intención manifiesta fue hacer esta proclamación en un acto que se haría cerca de la frontera con Bolivia, pero finalmente la información se da a conocer en Buenos Aires.